Pandemia golpeó todas las actividades salvo construcción
››Indicador experimentó la contracción interanual más fuerte que ha tenido desde que se comenzó a calcular ese dato, en enero de 1992
Todas las actividades económicas, salvo la construcción, sufren las consecuencias de la pandemia por covid-19 en el país.
Así lo muestran los resultados del índice mensual de la actividad económica (IMAE), a junio del 2020, publicados antenoche por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
El IMAE es un indicador de corto plazo que permite aproximar la evolución de la actividad económica del país en un determinado mes. La serie utilizada es la tendencia ciclo, la cual excluye factores estacionales o irregulares.
Según dicha serie, en junio del 2020, la actividad económica cayó 7,4% respecto al mismo periodo del año pasado, la mayor caída interanual (de cada mes respecto al mismo periodo del año anterior) que ha registrado este indicador, el cual se comenzó a calcular en enero de 1991, y su variación interanual, desde enero de 1992.
Antes de esta crisis, el mayor retroceso fue en mayo del 2009, cuando la actividad económica bajó 3,4% debido a la crisis financiera internacional de ese momento.
La fuerte contracción se ve también en el desempleo, el cual alcanzó un histórico 24% en el segundo trimestre del 2020, el doble del registrado en el segundo semestre del 2019 (11,9%).
Afectación. Según detalla el BCCR, las actividades más afectadas con la crisis del nuevo coronavirus son: alojamiento y suministro de comida (que tuvo una caída interanual, a junio del 2020, de 59,5 %), transporte y almacenamiento (-27,7 %) y comercio y reparación de vehículos (-16 %).
En cuanto a la industria agropecuaria, esta decreció 1,3 % por la menor producción de flores, follajes, plantas y pollo. En este último caso, la reducción se debió a la menor demanda de carne de aves por parte de los restaurantes. Mitigaron la caída las mayores exportaciones de banano y piña.
La manufactura disminuyó en 7,2 %, por la menor fabricación de productos alimentarios, sobre todo arroz, bebidas, frutas, legumbres y café; implantes mamarios, catéteres y equipos de transfusión y productos de papel y de impresión, entre otros.
La caída de la actividad comercial (16%) se asocia a las menores ventas de autos, electrodomésticos, combustibles y textiles, atenuada por las mayores ventas de alimentos de consumo masivo, productos farmacéuticos y de limpieza.
En el caso de la construcción, decreció 0,3% en junio del 2020 respecto a igual periodo anterior; no obstante, la caída de junio es menor que la de meses previos (lleva 19 continuos de caídas), debido al incremento de las edificaciones no residenciales con destino privado.
“La construcción es la única actividad que muestra una aceleración durante la pandemia, aunque todavía crece a tasas negativas”, argumentó el Central.
La contracción en el citado sector ha sido una de las más extensas y fuertes en magnitud de los últimos años, lo que ni siquiera se dio durante la crisis de 2008 y 2009, según publicó La Nación a inicios de este mes.
Un análisis por sectores solicitado al BCCR indica que la construcción con destino público (uno de los dos componentes del índice general) comenzó su ciclo negativo actual en marzo del 2018 y se mantiene hasta mayo del 2020 (27 meses de variaciones negativas).
El otro componente, la construcción con destino privado, entró en comportamiento negativo desde abril del 2019 y terminó en abril del 2020 (13 meses de contracción).