Matanza de jóvenes desnuda deterioro de seguridad en Colombia
››Masacres ocurrieron en región donde están las mayores zonas de narcocultivos del país
BOGOTÁ. AFP. Autoridades de Colombia y organizaciones no gubernamentales alertaron este domingo sobre el deterioro de la seguridad en el país, luego de que 13 jóvenes fueran asesinados en un lapso de cuatro días en medio de las medidas de confinamiento para frenar el coronavirus.
En la noche del sábado siete hombres y una mujer, menores de 30 años, fallecieron en una matanza en el departamento cocalero de Nariño, en circunstancias todavía desconocidas.
El Ejército precisó que en la madrugada de ayer el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y la Policía Judicial trasladaron los cadáveres desde el lugar de la masacre hasta la cabecera de Samaniego, donde determinarán las circunstancias de la masacre.
En los últimos dos meses, 20 personas han sido asesinadas en Samaniego, una ciudad de unos 50.000 habitantes.
Asimismo, el martes las autoridades encontraron los cadáveres de cinco adolescentes, entre los 14 y 15 años, en un cultivo de caña de azúcar en la ciudad de Cali.
“La ocurrencia de masacres en el país manifiestan el altísimo grado de crudeza con la que los actores armados ilegales se encuentran disputándose los territorios para someter a la población civil a regímenes arbitrarios de violencia”, señaló la Defensoría del Pueblo (Ombudsman) este domingo en Twitter.
El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, advirtió que “la situación de seguridad para las comunidades se ha deteriorado notoriamente”.
Para Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, “el fenómeno pandemia” había ocultado el recrudecimiento de la violencia que, según él, se acentuó desde que el presidente Iván Duque llegó al poder en el 2018.
“Si bien los actores son diferentes y los hechos tendrían motivaciones diferentes, lo cierto es que el país siente un deterioro de la seguridad”, mencionó en un video.
Violencia y confinamiento. En regiones alejadas, guerrilla, disidencias de las FARC, narcos y bandas criminales de origen paramilitar encontraron en la emergencia sanitaria un pretexto para imponer sus reglas de acero y extender el dominio territorial, coinciden expertos.
Las masacres de los jóvenes revivieron las peores épocas del conflicto colombiano, aliviado en gran medida por la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el 2016.
El procurador general, Fernando Carrillo, que en Colombia se encarga de vigilar a los funcionarios públicos, alertó sobre “rebrotes de violencia en los territorios”.
“Los asesinos no están confinados, mientras el país se desgarra y crece la polarización. ¿Quién responde? El Estado tiene que salir del confinamiento y capturar a los asesinos”, pidió Carrillo en su cuenta de Twitter.
Aunque con numerosas excepciones, la mayoría de la población está en cuarentena desde el 25 de marzo, como medida para frenar la expansión del virus.
El presidente Iván Duque rechazó ambas “masacres” y ordenó el despliegue de la fuerza pública en las zonas.
Según el analista Ávila el resurgimiento de la violencia en el país se debe a la “ausencia de liderazgo en materia de seguridad” del mandatario, férreo crítico del acuerdo que desarmó y transformó en partido a las FARC.
Las matanzas ocurrieron en la región del Pacífico de Colombia, una de las mayores zonas de narcocultivos en el país, con 57.897 hectáreas de las 154.000 sembradas en 2019, según la ONU.
Por su ubicación estratégica para la salida de cocaína hacia Centroamérica y Estados Unidos, la región es disputada por disidentes de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz, bandas narcotraficantes y rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Colombia vive un conflicto armado que en más de medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, narcotraficantes y agentes estatales, con un saldo de ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.
El país suramericano es el principal productor de cocaína a nivel mundial y Estados Unidos es el mayor consumidor de esta droga.
Golpe de la covid-19. Colombia, con una población de casi 50 millones de habitantes, es el cuarto país de Latinoamérica con más muertos y contagios a causa del nuevo coronavirus.
En las últimas semanas, la nación suramericana ha visto el aumento del ritmo de la propagación del virus. La muertes de covid-19 saltaron de 6.029 el 16 de julio a más de 15.000 este domingo, y los contagios, de 173.206 a casi medio millón.
El gobierno, que mantiene algunas medidas de aislamiento, ha redoblado la capacidad de realizar pruebas.
Con ocho millones de habitantes, la ciudad de Bogotá es el foco más crítico de la emergencia con el 34,6% de las infecciones de la covid-19.
En la capital rige el aislamiento focalizado en varios barrios, como medida para evitar el colapso de la red de cuidados intensivos habilitada para contagiados con el nuevo coronavirus.
Duque extendió hasta el 30 de agosto las restricciones impuestas desde marzo, aunque con excepciones ante la caída de la actividad económica.