El inaudito ataque del diputado Erick Rodríguez contra el ministro Salas
Como si no fuera suficiente todo lo que estamos viviendo, acorralados por la covid-19, hay bajezas que nos sumen en el estupor y nos dejan en la lona moral. Una de las peores la protagonizó un “padre de la patria” este jueves al burlarse del ministro Daniel salas y de la enfermedad de su papá.
COMO DIJO ALGUIEN por ahí en redes sociales, para tener un “padre de la patria” así, preferimos la orfandad. Gente, es que no salimos del asombro, recapitulamos lo ocurrido este jueves en la Asamblea Legislativa cuando el diputado independiente
Érick Rodríguez expresó, con sorna y sin el menor grado de humanidad, una crítica teñida de burla contra el ministro de Salud, Daniel Salas.
“EL SUPERMÁN SALAS no dio pie en bola, hasta el papá se le enfermó (...) si así cuida al padre, Dios mío, ¿cómo nos cuidará a nosotros?, qué peligroso...”, se explayó el legislador independiente ante la evidente sorpresa y gestos de reprobación de varios de sus colegas en el plenario.
DON EDUARDO SALAS, padre de don Daniel, fue hospitalizado el 14 de agosto por una afección cardíaca y este martes la oficina de Prensa del Ministerio de Salud informó que el señor había dado positivo con el nuevo coronavirus.
DESDE ENTONCES DANIEL
Salas guarda cuarentena y sigue dirigiendo la batalla contra el coronavirus vía remota y aislado de su esposa e hija. Desde que Daniel Salas emergió como el adalid de la lucha
contra el virus que tiene al planeta de rodillas, seis meses atrás, se ha ganado el respeto de miles de costarricenses, quienes le han manifestado su apoyo vía redes sociales e incluso han confeccionado pequeños obsequios personalizados que le han hecho llegar como agradecimiento y con un tácito “No afloje”.
SOBRE LA ESTRATEGIA utilizada por el ministerio que dirige habrá quienes han puesto en duda los pasos que se han seguido y así lo han hecho ver públicamente, pero siempre con argumentos respetuosos.
CLARO, ESTAMOS HABLANDO de redes sociales, de manera que nunca falta alguien que se solace en exabruptos detrás del anonimato y la pantalla .... pero jamás imaginamos que un diputado de la República fuera a incurrir en semejante exabrupto
(por decir lo menos), al meterse con algo tan sagrado como la salud del señor padre del Ministro, eso sin reparar en la clase de absurdo de su “argumento”... perdón, pero es que aparte de la vergonzosa sorna que usó en su comentario, a todas luces no tiene ningún sentido culpar a don Daniel por el contagio de su padre.
NI GASTAMOS TINTA en rebatir lo irrebatible, precisamente por el nivel de absurdo.
POCAS VECES EN meses recientes hemos visto la clase de horda que espontáneamente cerró filas en contra del diputado en cuestión, conste que descalificamos el calibre de insultos y hasta amenazas que recibió por parte de una multitud enardecida ante los increíbles
dichos de Rodríguez, pero también hubo muchos, muchísimos comentarios bien argumentados que retomaron el tema de la urgencia de replantear los requisitos de la legislación actual para
elegir a los diputados. Nunca mejor dicho aquel adagio de que, para muestra, un botón. El triste exabrupto de Erick Rodríguez, así lo evidencia. Máxime si tomamos en cuenta que este viernes 28, cuando mínimo esperábamos una disculpa, el señor de marras reiteró su posición.
POBRE COSTA RICA con un “papá” como este. Apague y vámonos.
EN OTRO ZIPIZAPE –eso sí, jamás jamás comparable con la barbaridad que protagonizó el diputado Rodríguez– a principios de semana nos quedamos extrañadísimos cuando empezó a dar vueltas en los chats de Whatsapp un “divertido” video del muy querido presentador de Repretel, Ítalo
Marenco, mientras pegaba gritos en las afueras de las habitaciones del Motel El Edén, en Tibás.
MIENTRAS ÉL, EN una pura euforia se autogrababa contando que iba a asustar a algunas de las parejas que estaban retozando en las habitaciones y efectivamente, mientras avanzaba en su bicicleta gritaba a quien lo escuchara que qué le dolía, que si le traía una alkaseltzer... en fin, lo primero que pensamos fue “¿Ítalo, qué
tenés, 12 años?” y también empatizamos con quienes fueron interrumpidos por tan absurda jugarreta, ya que se encontraban en un lugar privado por el que habían pagado sin imaginar que iban a ser interrumpidos por la sorpresiva “broma” del presentador. Empatizamos con quienes fueron interrumpidos ¿se imaginan qué colerón que a uno le pase eso?
EL CASO ES que alguien llamó a la gerencia y los administradores lógicamente se asustaron y le cerraron los portones de ingreso, de manera que él se quedó atrapado por un rato y por supuesto, la risa se le congeló en segundos. Al final aprovechó que un carro ingresó y él salió raudo y veloz en su bicicleta, luego contó en redes su ocurrencia y ante la ola de críticas que recibió,
simplemente le bajó el tono al asunto, no se peleó con nadie y al final cerró diciendo: “Esa vaciladera de ’hay alguien ahí’ y eso ya no más, no quiero más problemas, ya paz”.
CON EL JALÓN de orejas para nuestro querido Ítalo por jalarse esa pollada, se impone una reflexión: es un hecho absoluto que conforme avanza la gravedad del tema de la covid-19, las consecuencias del estrés y el confinamiento están generando diversas reacciones entre la población.
REPRENDAMOS Y CANCELEMOS, pero a como anda medio mundo de alterado, habría sido perfectamente factible que alguno de los inquilinos momentáneos del motel –es un hecho que cada vez anda más gente armada– se hubiera asustado de verdad y hubiera atacado al presentador... Sabemos que Ítalo aprendió la lección, pero no está de más que el resto echemos pa’l saco, recuerden: hay que extremar prudencia en todo sentido.
HABLANDO DEL MISMO
tema pero con un tenor positivo y alegre: ya sabemos que cada quien confronta este desolador escenario a su manera. Cuesta no dejarse vencer por la desesperanza pero hay muchos que han logrado interiorizar aquello de “Un día
a la vez” y le están torciendo el brazo a la pandemia. Es el caso del reconocido diseñador de calzado Daniel del Barco, quien a no dudarlo forma parte de los muchos empresarios damnificados por toda esta situación y quien desde el principio tuvo que tomar medidas drásticas en Calzado del Barco, que se ha reinventado con promociones en redes sociales, ventas a domicilio y proveedores en las distintas provincias.
AÚN ASÍ, LA dinámica no es ni comparable con la que tenía el negocio antes de que todo esto comenzara, pero entonces Daniel, quien sin proponérselo ahora tiene más tiempo libre, decidió arrancar con un hobby en el que jamás había pensado incursionar: se compró una
bicicleta con todo el equipo de protección y hace un par de semanas se mandó a pista, literalmente, recorriendo parte del GAM y ahora hasta llega a zonas rurales. Según él mismo lo afirma, esto del ciclismo recreativo es de otro mundo. Visto lo visto, a sus 57 años ahora posiblemente enfrente la nueva normalidad, cuando todo esto pase, lleno de energía y salud. Así sea.