Guías turísticos de Londres vuelven a las calles
LONDRES. AFP. “No sé si lo saben pero estamos viviendo una pandemia”, bromea Joel Robinson, actor de formación, aficionado a la historia y guía turístico, antes de empezar una gira por el este de Londres centrada en Jack el Destripador.
A continuación explica las prácticas de distanciamiento a un pequeño grupo de participantes y les sugiere que lleven mascarillas y guantes -aunque él no los usa- antes de adentrarse por los callejones de Whitechapel, ahora bien iluminados y rodeados de edificios modernos, tras los pasos del hombre que asesinó a cinco mujeres en 1888 y cuya identidad nunca fue descubierta.
Como Robinson, los guías turísticos londinenses reanudan tímidamente su servicio, obligados a adaptarse a las nuevas normas sanitarias contra el coronavirus, que limitan el tamaño de los grupos.
Desde el desconfinamiento, ha cambiado también el origen de los participantes.
Las cuarentenas impuestas por el Reino Unido a los viajeros procedentes de numerosos países han desanimado a tantos turistas que “tenemos un 80% de británicos entre nuestros clientes, mientras que antes un 90% eran extranjeros”, explica a la AFP su colega Olivia Calvert.
Anne y Nick Garner, una pareja de unos cincuenta años que acaba de llegar de los suburbios de Mánchester para pasar una semana de vacaciones en Londres, ilustran este cambio radical.
“Probablemente nos habríamos ido al extranjero sin el covid-19”, reconoce Anne tras recorrer lo que fueron los sórdidos bajos fondos del Londres victoriano.
No más monumentos. Esta visita de hora y media tras la pista del “asesino de Whitechapel” se ha vuelto una de las más populares de la empresa London With A Local (Londres con un londinense) junto con la dedicada a Harry Potter y una titulada “Sexo, Drogas y Rock’n’roll” en el distrito del Soho.
“Los británicos ya conocen los monumentos famosos de Londres, esperan algo más” de su tour por la capital británica, explica Calvert.
Antony Robbins, guía independiente afiliado a la red de alta gama Blue Badge, coincide con ella: se acabaron los paseos desde Westminster al Palacio de Buckingham y desde el Palacio de Buckingham al Puente de la Torre de Londres, por falta de demanda.
Robbins realizó esta semana su primer trabajo desde marzo, acompañando a una joven y su madre a varios restaurantes y pastelerías de la capital británica en una visita privada dedicada al “fooding”.
“Estamos adaptando nuestra forma de trabajar porque tenemos que hacerlo”, explica.
Aunque algunos guías han podido reanudar su actividad, la situación sigue siendo preocupante para muchos de estos profesionales del turismo, la mayoría de los cuales son trabajadores independientes.