Presidente de Líbano aboga por Estado laico y abandonar sistema confesional
BEIRUT. AFP. El presidente Michel Aoun afirmó ayer que “llegó el momento” de declarar a Líbano un “Estado laico”, durante un discurso de cara al centenario del país de Oriente Medio.
“Pido la proclamación de Líbano como un Estado laico”, dijo Aoun en ese discurso, en el que señaló que el país necesita “cambiar el sistema”, tras la enorme explosión en el puerto de Beirut a principios de agosto y meses de profunda crisis económica.
Aoun lanzó este pedido al asegurar que está “convencido” de que “solo un Estado laico es capaz de proteger el pluralismo, preservarlo transformándolo en verdadera unidad”. El jefe de Estado formuló estas declaraciones en vísperas de la visita de su homólogo francés, Emmanuel Macron, quien ya se manifestó a favor de profundas reformas en el país cuando visitó Beirut poco después de la mortífera explosión del 4 de agosto.
Líbano es una democracia parlamentaria que se rige por un marco confesionalista, por lo cual los principales puestos se atribuyen proporcionalmente entre las diferentes comunidades religiosas.
De acuerdo con la Constitución, el presidente siempre es un cristiano maronita, la jefatura del Gobierno (primer ministro) recae en un musulmán sunita y la presidencia del Parlamento está reservada para un musulmán chiita.
El sistema data de 1932 cuando los cristianos eran la población mayoritaria en ese país.