Pandemia y efectos
La pandemia pone al descubierto la pobreza a lo largo de todo el mundo. Chile, que mantuvo por décadas una macroeconomía
exitosa, experimenta un estallido de interminables protestas en las cuales es impensable respetar las distancias.
Las villas miseria y los conventillos de Argentina y las cuarterías de Costa Rica son focos de contagio y aislamiento. Estados Unidos desnuda un sistema de salud que excluye a integrantes de los grupos minoritarios, quienes ahora protestan contra la violencia policial y enarbolan su voto para exigir un trato digno.
Mientras los incendios forestales muestran los efectos del cambio climático, los científicos advierten sucesos positivos en la naturaleza, que necesita reposar y bajar los decibelios para escuchar a los delfines jugueteando en las aguas. Los corales reviven, los mares se aquietan y depuran; hasta Venecia descansa del golpeteo de las olas sobre sus cimientos, en riesgo permanente.
El ser humano experimenta cambios insospechados en la vida familiar y social y en sus ingresos, pero también afloran sentimientos de optimismo, reconocimiento por el esfuerzo de los científicos que buscan soluciones y admiración y respeto por el personal que atiende a los enfermos y se expone a la enfermedad del coronavirus. La solidaridad une muchos esfuerzos, y será cada día más necesaria, porque el virus no parece rendirse y los ahorros se agotan.
Silvia Gagneten Barbetta Rohrmoser