Reinfección con el virus puede darse antes de lo previsto
››Síntomas del segundo contagio no necesariamente son más leves
En la última semana de agosto se dio a conocer un hecho que los especialistas en Virología esperaban que ocurriera, aunque no tan pronto: la confirmación, con evidencia científica, de personas que han vuelto a infectarse con el virus SARS-COV-2, causante de la covid-19.
Entre el 24 de agosto y el 1.° de setiembre, hubo reportes confirmatorios de ocho reinfecciones: una en Hong Kong, Bélgica, Estados Unidos y Ecuador, y cuatro en Holanda. Ninguno de los pacientes ha muerto. Sobre los afectados, se sabe que sus edades están entre 25 y “más de 80” años, y que hay una mujer y cinco hombres; no trascendió el sexo de los demás.
Estas segundas infecciones duraron un promedio de 59 días en aparecer: la que se dio más pronto se detectó 21 días después del primer diagnóstico y la que demoró más lo hizo al cabo de 123 días. De estas ocho personas, seis ya están recuperadas. En cuanto a los síntomas, dos reportaron una enfermedad más grave que la primera vez e incluso estuvieron hospitalizadas; una reportó molestias algo más fuertes que las del primer contagio, dos tuvieron malestares similares y una se mostró asintomática.
Para Eugenia Corrales Aguilar, doctora en Virología de la Universidad de Costa Rica (UCR), era esperable una reinfección. “En los años 90 se hicieron estudios; voluntarios sanos se dejaron infectar con un coronavirus (el HCOV-229E) y tuvieron un resfriado. Luego se les extraía sangre una vez al mes, para ver sus niveles de anticuerpos. Al cabo de un año, se volvieron a dejar infectar con el mismo virus, pero la buena noticia es que la mayoría tuvo síntomas más leves o fueron asintomáticos”, explicó la viróloga.
La pregunta que había respecto al SARS-COV-2 era cuánto tiempo duraría esta inmunidad: ¿un mes?, ¿un año?, ¿más tiempo? “La sorpresa fue que no llegamos ni siquiera a los seis meses”, dijo Corrales.
Los análisis genómicos de los virus causantes de una primera y una segunda infección muestran características que confirman que en ambos casos se trata de SARS-COV-2, pero los cambios genéticos son tan grandes que demuestran que el paciente fue infectado por variantes distintas.
“Ha habido reportes de posibles reinfecciones, incluso en Costa Rica, sobre todo trabajadores de salud que han dado positivo dos veces, con dos o tres meses de diferencia entre una infección y otra. Pero no se hicieron los estudios de genética y podría estar la duda de si es que la persona solo tuvo una infección y, más bien, duró más tiempo excretando el virus”, explicó Corrales.
En 25,6 millones de casos de covid-19 hasta ahora en el mundo, solo hay registro oficial de estos ocho casos. Pero esto es así porque son los únicos a quienes se les han hecho análisis del genoma del SARSCOV-2 las dos veces.
Primer caso. El primer reporte oficial de reinfección lo dio la Universidad de Hong Kong el 24 de agosto: un hombre de 33 años que había dado positivo por primera vez en marzo. Por tres días, tuvo tos, flemas, dolor de garganta, fiebre y dolor de cabeza. Se recuperó.
En agosto, viajó a España y, de vuelta a Hong Kong, se le hizo otro test; no tenía síntomas, pero dio positivo. Al decir que ya había tenido covid-19, se contactó al laboratorio donde se tomó la primera muestra, se secuenció el genoma (todos los genes del virus), luego se secuenció el genoma del virus de la segunda infección, y se compararon.
Se confirmó así que “los virus hasta pertenecían a linajes diferentes. El virus de la primera vez era una linaje asiático, y esta segunda vez era una genética europea”, agregó la especialista tica. El detalle del caso está en la revista Clinical Infectious Diseases.
A los dos días, el 26 de agosto, hubo reportes de Holanda: un hombre mayor y con una enfermedad crónica, que la primera vez tuvo síntomas leves, pero al volver a infectarse, desarolló síntomas graves.
Luego, el 28 de agosto, Estados Unidos informó de un caso en Nevada. Un hombre de 25 años dio positivo por segunda ocasión. La primera vez solo tuvo fiebre y dolores menores, pero en este nuevo contagio fue hospitalizado con dificultad respiratoria. Su caso fue publicado en The Lancet.
“Se complicó el asunto”, comentó Corrales. “Quedan dos dudas: ¿Los pulmones ya estaban afectados de la primera vez y el paciente llegó a esta segunda infección con sus pulmones débiles? ¿O es que no hay un patrón claro de cómo es esta segunda infección?”.
América Latina reportó su primera reinfección el 30 de agosto, un ecuatoriano de 46 años que tuvo malestares más fuertes la segunda vez.
Muchos factores. No hay una sola respuesta a por qué algunas personas se reinfectan. El desarollo de una enfermedad tiene que ver con la interacción entre el virus y su hospedero (la persona, con sus particularidades de genética, edad, estilo de vida y estado general de salud).
Nuestro sistema inmunitario tiene un rol clave. Cada vez que nos enfermamos o nos exponemos a un virus, bacteria, hongo o parásito, el cuerpo genera una forma de reconocerlo después. A esto se le llama memoria inmunitaria.
Mientras el organismo combatió la infección, generó células de defensa y sustancias llamadas anticuerpos que no mueren con la enfermedad. En algunos padecimientos (por ejemplo, el sarampión), esta inmunidad natural se mantiene de por vida.
En otras enfermedades no es así, y los anticuerpos y células de defensa se mantienen durante cierto periodo y por eso es posible enfermarse otra vez (o requerir un refuerzo de vacunación).
También hay casos, como la influenza, en que nuestro sistema crea defensas, pero al año siguiente el virus que circula es distinto. Por eso, nos vacunamos cada año.
Y en otros, como los rinovirus (causantes del catarro), hay tantos (más de 200) que es posible que cada vez que nos resfriemos sea a causa de una cepa distinta.