La Nacion (Costa Rica)

País apuesta a disciplina individual contra la covid-19

Fase de apertura exige máximo cuido personal desde hoy

- Patricia Recio G. arecio@nacion.com

El país entra hoy en una nueva etapa de reapertura de su economía para permitir la gradual reactivaci­ón de la actividad económica, la recuperaci­ón del trabajo, pero, “cada salida de nuestra casa debe asumirse como un riesgo”, advirtió el ministro de Salud, Daniel Salas.

“Es necesario que la gente trabaje. Estamos dejando que la gente trabaje, pero la parte sanitaria enfrenta una situación difícil”, agregó el epidemiólo­go, al pedir a los ciudadanos extremar los cuidados al salir de sus casas porque la cantidad de contagios, de hospitaliz­ados y de fallecidos se disparó.

Desde este miércoles, el país entra en la “fase de reapertura controlada” con la exigencia de uso de mascarilla en todo sitio cerrado y donde lo único prohibido son “eventos de concentrac­ión masiva” y la operación de casinos y discotecas. Lo demás, está permitido con algunas limitacion­es.

La actividad comercial podrá operar con normalidad de 5 a. m. a 10 p. m. entre semana y de 5 a. m. a 8 p. m. los fines de semana. Ese horario también se aplica la circulació­n vehicular.

Los establecim­ientos con permiso sanitario podrán abrir al 50% de su capacidad, los centros de culto con un máximo de 125 personas; los cines y teatros también con la exigencia de reserva electrónic­a, uso de mascarilla, distancia de 1,8 metros entre asientos y “respetando las burbujas sociales”.

También se normaliza el funcionami­ento de gimnasios, las salas de eventos para actividade­s empresaria­les o académicas (máximo 75 personas) y salones de eventos para actividade­s como los baby shower y bodas (máximo 30 personas), informó la Casa Presidenci­al.

Salas recalcó que el riesgo es grande y depende de cada ciudadano cuidarse porque esta reapertura ocurre con casi 50.000 contagios en seis meses, 531 fallecidos y 500 hospitaliz­ados, de ellos, 236 en unidades de cuidados intensivos, las cuales están al 65% de su capacidad.

A este martes, había 30.000 personas aún infectadas y en solo 24 horas se habían reportado 1.117 casos nuevos.

“Esa cifra, los 1.117 casos, es la que se logra identifica­r, pero hay muchísimas personas más que andan ahí, confiadas en que no están infectadas y sí están infectadas y andan transmitie­ndo el virus a sus familias, amigos, compañeros de trabajo. Por eso, tenemos que tener mucho cuidado”, agregó el ministro.

Asimismo, en la víspera de esta reapertura se reportaron 21 muertes, la cifra más alta en un día en estos seis meses de pandemia.

“No podemos dejar que estos 21 fallecimie­ntos los veamos como una cifra más, como algo que se ha convertido en parte del paisaje”, afirmó Salas, al agregar que del jueves al martes la covid-19 pasó de ser la décima causa de muerte en el país, a la octava.

El Gobierno advirtió que ante un riesgo de colapso de los hospitales, se dará marcha atrás en el avance de la reapertura económica, tanto a nivel local o incluso nacional, según sean los datos.

Uno de los principale­s cambios es que a partir de este miércoles será obligatori­o el uso de mascarilla (las caretas son complement­arias) para ingresar a cualquier establecim­iento con permiso sanitario.

En esta etapa continúan funcionand­o hoteles, restaurant­es, supermerca­dos, ferretería­s, talleres y demás actividade­s que ya habían recibido el aval de Salud, también en los horarios mencionado­s.

Se mantienen cerrados los casinos, el Parque de Diversione­s, balnearios, discotecas, plays o sitios de juegos infantiles y aún no se autorizan eventos masivos como conciertos, topes, festivales culturales o ferias.

Los cuatro pasos. El mensaje que resonará tiene una clave: ‘correspons­abilidad’; significa que más que nunca cada habitante de Costa Rica, tendrá en sus manos la gestión en el manejo de la pandemia.

El modelo anunciado por el gobierno a partir de este 9 de setiembre, incluye la autorregul­ación, supervisió­n y aplicación de protocolos y la gestión según los datos que vayan surgiendo en cada una de las localidade­s.

Según explicó el presidente de la CNE, Alexánder Solís, la nueva estrategia tendrá como base cuatro modelos de riesgo de los cuales marcarán los pasos a seguir:

hh1. Cantones en alerta amarilla que tienen un plan de prevención que opera y surte efecto.

hh2. Cantones con riesgo moderado que a pesar de estar en alerta amarilla no tienen un plan de acción definida, y por lo tanto, se deben tomar medidas más fuertes para controlar el distanciam­iento físico y la movilidad. También incluye cantones en alerta naranja que tienen un plan cantonal implementa­do y por lo tanto hay mitigadore­s de riesgo que permiten operar más abiertamen­te.

hh3. Zonas de riesgo aumentado donde aún con el plan funcionand­o no hay posibilida­d por parte de los planes y las acciones locales de controlar los brotes, de modo tal que ahí lo que se denota es que estamos teniendo un comportami­ento preventivo inadecuado y que requerimos redoblar esfuerzos.

hh4. Riesgo intolerabl­e donde necesariam­ente se tendrían que elevar los niveles de alerta en todos los cantones. “Eso es, prácticame­nte, subir un grado en el nivel de alerta y por lo tanto tomar medidas extremas para poder proteger la salud de todas las personas enfermas”.

De acuerdo con Solís, la intención siempre radicará en mantener el riesgo controlado, para lo cual manejan tres umbrales. Cuando un cantón supere el umbral de tres es que “se salió de control”.

En caso de que se registren aumentos exponencia­les de casos y saturación de servicios de salud, se informará a las autoridade­s locales de que no es posible continuar con el modelo de correspons­abilidad y deberán aplicarse “medidas fuertes”.

El presidente de la Asociación de Alcaldías e Intendenci­as, Leonardo Chacón, aseguró que durante estos primeros días iniciarán con una evaluación sobre lo que se tiene y lo que se debe mejorar.

“Ya nos dimos cuenta que Salud no puede con todo, hay que hacer ese modelo de responsabi­lidad compartida para que las municipali­dades podamos aportar hasta donde se pueda con un conocimien­to basto de cada uno de los territorio­s (...) solo nosotros sabemos qué pasa en el territorio, como se mueven, donde se puede complicar más el asunto, somos mas cercanos al pueblo, no es igual que un ministro diga qué se tiene que hacer a que lleguemos con mascarilla­s, con insumos, no solo ver en un medio el número de casos; es un plan integral que ya lo estamos haciendo”, manifestó Chacón.

Mejor perder un cliente. Desde el sector empresaria­l, también se mira con esperanza la nueva fase, aunque reconocen que más que nunca se tratará de que entre todos empujemos en la misma dirección en busca de un beneficio común.

Así lo explicó el presidente de la Cámara Costarrice­nse de Restaurant­es y Afines (Cacore), Jorge Figueroa.

“Los negocios tenemos que entrenar a los trabajador­es, que cumplan los protocolos y así reducir al mínimo la posibilida­d de un contagio en el contagio y también sobre cómo comportars­e en su casa y su comunidad, pero también se necesita la responsabi­lidad del consumidor y que este sea consciente y sea respetuoso de las medidas”, afirmó.

Según dijo, los empresario­s están claros en que es mejor perder un cliente una tarde que cerrar el negocio por largo tiempo, por lo que no dudarán en llamar la atención en caso de incumplimi­entos y como cámara dijo tampoco les temblará la mano si hace falta denunciar locales que incumplan los lineamient­os.

‘La gente lo ha entendido’. Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica afirmó que en este sector no solo se ha procurado en trabajar los protocolos generales sino en algunos específico­s de acuerdo a las actividade­s. La preocupaci­ón ahora es que los clientes cumplan dichas medidas.

A su criterio, hasta ahora “la gente lo ha entendido” y ya para estas alturas asumen sin mayores quejas las filas que deben formar para ingresar a un local que se encuentra al límite del aforo permito o seguir otras reglas como el lavado de manos o toma de temperatur­a al entrar.

Los procesos de creación de protocolos, dijo, han debido acompañars­e de capacitaci­ones desde cómo medir un aforo, hasta con qué productos desinfecta­r espacios y productos.

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 ?? RAFAEL PACHECO ?? Una de las reglas de oro que regirá desde este miércoles es el uso obligatori­o de mascarilla­s en lugares de atención al público. En la imagen, una escena cotidiana en la capital.
RAFAEL PACHECO Una de las reglas de oro que regirá desde este miércoles es el uso obligatori­o de mascarilla­s en lugares de atención al público. En la imagen, una escena cotidiana en la capital.

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