Sospechoso de matar a Allison podría cambiar su confesión
Nuevo defensor pidió ampliar indagatoria ‘para negar lo dicho en la audiencia inicial’
Francisco Herrera, el nuevo defensor del asesino confeso de Allison Bonilla, pedirá este miércoles ampliar la declaración que brindó el sujeto el pasado viernes 4 de setiembre.
Herrera confirmó a este medio sus intenciones, minutos después de que fuera contratado para representar al sospechoso, de apellidos Sánchez Ureña, de 28 años y conocido como Sukia.
Textualmente, el abogado indicó: “Mañana (hoy) pedimos ampliar la indagatoria para negar lo dicho en la audiencia inicial”. Sin embargo, no brindó más detalles al respecto.
Según la versión de Rodrigo Araya Solano, abogado de la familia de Allison Pamela Bonilla Vásquez, en esa primera diligencia, realizada dos días después de que fuera detenido en Ujarrás de Paraíso de Cartago, Sánchez narró a las autoridades que el 4 de marzo él interceptó a la muchacha, de 18 años, la violó y la asesinó.
“El imputado argumenta en su declaración que él la interceptó cuando ella venía de la parada de buses y, posteriormente, se la llevó a una finca, donde la violó y la golpeó hasta que ella falleció.
”Una vez fallecida, la metió en la cajuela del vehículo, salió de la finca donde la llevó para realizarle los vejámenes sexuales y fue a tirarla en el guindo donde se están realizando diligencias de investigación, esperando que puedan encontrarse los restos de ella (Allison Bonilla)”, detalló Araya, luego de la indagatoria en contra de Sukia.
Una vez brindada su declaración, la Fiscalía de Narcotráfico y Delitos Conexos calificó el delito por investigar como un homicidio calificado y, por ello, pidió imponer seis meses de prisión preventiva, solicitud que fue acogida por el juez penal a cargo.
Actualmente, Sukia descuenta esos meses en el Centro Nacional de Atención Específica, antigua Máxima Seguridad, ubicada en San Rafael de Alajuela.
En paralelo al proceso judicial contra el sujeto, las autoridades continúan en la ardua labor de encontrar el cuerpo de Bonilla en un botadero clandestino, en San Jerónimo de Cachí. Este queda a unos ocho kilómetros de la vivienda de la joven.
Desde el jueves anterior, hay un operativo en ese sitio luego de recibir información que les indicaba que allí estaban los restos de la víctima. Permanecieron hasta el sábado; sin embargo, no obtuvieron resultados positivos.
Por ello, hicieron una pausa para replantearse el trabajo y analizar la manera cómo se iba a trabajar de ahora en adelante. Con una nueva visión, la retomaron ayer.
Ahora participan alrededor de 100 personas, entre autoridades y voluntarios, y hasta se hicieron valer de diferentes vehículos especializados para este tipo de terreno, que es boscoso. Por ejemplo, usaron un chapulín para poder botar algunos árboles y maleza que había en el camino y que impedía el paso.
Mauricio Mendoza, jefe de Operaciones de la Cruz Roja de Cartago, detalló que la zona es de “difícil acceso” porque tiene quebradas o hay sitios muy empinados. Además, hay “gran cantidad” de serpientes venenosas.
Mendoza reveló que también se tiene que lidiar con los riesgos “metabólicos” de los rescatistas.
“Aquí el calor es muy fuerte, la temperatura ronda los 30 °C y eso hace que a las personas se les baje el azúcar o se deshidraten. El riesgo que hay es siempre grande, pero buscamos minimizarlo de alguna manera, de hacer las cosas de forma segura”, puntualizó. COLABORARON