Regreso seguro
Nelson Mandela nos dice que “la educación es el arma más poderosa que puede usarse para cambiar el mundo” porque los jóvenes adquieren las competencias para incursionar mejor en el trabajo, mejorar su calidad de vida y aportan al desarrollo de sus países.
Según los estudios, la tasa de deserción escolar se elevará un 8,5 %. Ante un panorama tan adverso, es necesario que los esfuerzos contra esta epidemia cognoscitiva se conviertan en una prioridad gubernativa.
Corresponde a los especialistas en evaluación curricular del Ministerio de Educación Pública (MEP) explorar lo más compensatorio. Cumpliendo con todos los protocolos sanitarios, es posible esperar un regreso seguro a clases presenciales. Finalizar el curso de manera remota aumenta los riesgos de un fracaso educativo mayor, como muchos prevén.
Este periplo formativo desnudó la brecha digital existente en el personal docente y estudiantil, al identificar debilidades hasta ahora desconocidas, hecho que generó el retiro de miles de estudiantes.
Lo recomendable sería que los maestros y profesores regresen con sus alumnos dos meses antes de finalizar el curso planeado, principalmente para mediar aquellos objetivos de aprendizaje que requieran evaluarse, brindar orientación pedagógica para el siguiente período, entre otras prerrogativas psicológicas, curriculares y administrativas.
José Rugama Hernández san José