Estado guarda ¢14 millones para el inactivo partido de Cachimbal
››Para el movimiento Libertario, tesorería nacional custodia ¢117 millones
El Partido Unión Agrícola Cartaginés (PUAC), del cuatro veces diputado José Guillermo Brenes Castillo, conocido como Cachimbal, participó por última vez en unas elecciones en el 2010.
Cachimbal falleció en el 2011 y, dos años más tarde, el PUAC no logró reunir suficientes personas para renovar su estructura, por lo que no pudo participar en los comicios del 2014; desde entonces, desapareció del panorama político.
No obstante, a pesar de la inactividad electoral del partido de Cachimbal, el Ministerio de Hacienda custodia, en la Tesorería Nacional, ¢14 millones a la espera de que Unión Agrícola Cartaginés los solicite para reembolsar sus gastos de operación.
Nadie puede tocar este dinero, ni siquiera el Estado puede recuperarlo. Los ¢14 millones se podrían quedar ahí por la eternidad.
Exactamente lo mismo ocurre con casi ¢117 millones que están a favor del Movimiento Libertario, partido que cayó en la inactividad total después de las elecciones del 2018, en las que ni siquiera logró suficientes votos para cobrar deuda política.
No participó en los comicios municipales este año y hasta el cinco veces candidato presidencial y dos veces diputado, Otto Guevara, fundó otra agrupación.
“No tengo idea de qué va a hacer el Comité Ejecutivo de ese partido con ese dinero”, aseveró Guevara.
El Libertario ya no tiene oficina, no desarrolla actividad política o administrativa de ningún tipo, confirmó el exlegislador Danilo Cubero, presidente “en el papel” del Partido, como él mismo dice.
A pesar de ello, el Gobierno debe conservar los ¢117 millones a su favor provenientes de elecciones anteriores, por si la agrupación pide hacer uso de ellos. Si cumple con los requisitos, el Estado tendrá que entregar los recursos.
Esta es una de las peculiaridades de la deuda política, como se conoce popularmente al sistema de financiamiento estatal para las campañas y actividades de los partidos políticos.
La Constitución Política y el Código Electoral establecen que, del aporte del Estado a los partidos por su participación en las elecciones, una parte debe reservarse para financiar los gastos de organización y capacitación de manera permanente.
“Estas reservas, en palabras de la magistratura electoral, han sido instauradas para promover a los partidos políticos como entes que vivifiquen la democracia costarricense y que sirvan como instrumentos básicos para la participación política y no simples maquinarias electorales”, explicó Rónald Chacón, jefe del Departamento de Financiamiento del Partidos Políticos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), citando la resolución 3146-E2000 del TSE.
Según la Carta Magna, el Estado debe destinar a la deuda política el equivalente a un 0,19% del producto interno bruto (PIB) del año trasanterior a cada elección nacional, aunque en las últimas elecciones los diputados han bajado el porcentaje a un 0,11% mediante reformas temporales.
En las elecciones nacionales, solo acceden al aporte las agrupaciones que hayan recibido al menos un 4% de los votos válidos emitidos o que hayan obtenido un diputado.
¿Cuánto del aporte deben destinar a la reserva de organización y capacitación? Eso lo define cada partido en su estatuto. Así, por ejemplo, el Partido Liberación Nacional (PLN) decidió reservar el 11%, mientras que el Partido Restauración Nacional (PRN) guarda el 60%.
Revisar. El propio presidente del Movimiento Libertario, Danilo Cubero, considera que la norma debería revisarse e imponerse un plazo perentorio para el gasto de la reserva, al cabo del cual el remanente se devuelva al Estado.
Como parte de un proyecto de ley presentado recientemente por el diputado liberacionista Gustavo Viales, con el fin de bajar aún más el monto de la deuda política a un 0,10% del PIB, se contempló recurrir a parte de la reserva para financiar los partidos, pero luego la idea fue descartada.
El Estado hoy mantiene un total de ¢7.200 millones en reservas para 13 partidos. (Ver recuadro adjunto).
Las fracciones legislativas han explorado opciones para disminuir la deuda política, pero consultados sobre la posibilidad de modificar la normativa del sistema de reservas, el PLN, el PUSC, el PAC y el Frente Amplio (FA) evitaron referirse.
Carlos Avendaño, diputado del PRN, declaró que “hay que analizar la vigencia jurídica de cada partido. Después, hacer el planteamiento para ver la viabilidad de utilizarlo en otros fines por ejemplo, como en el Régimen No Contributivo”.
En tanto, Juan Carlos Brenes, hijo de Cachimbal, dijo que desconocía la reserva en favor del PUAC.
“El partido sigue activo, pero esto se ha vuelto un tema de élite de capital. Entonces, las personas que tienen dinero para enfrentar una campaña política lo hacen; ya no es como en los tiempos en los que el Agrícola lograba, a través de ese contacto popular, llegar a todos lados”, aseveró.