Mural gigante de edificios icónicos embellece San José
La obra es de Carolina rodríguez, quien pintó la vaca de Marito Mortadela
Si usted es una de esas personas que transita por Barrio Amón, será sorprendida por un imponente mural de 60 metros de longitud. Así que deténgase unos minutos y contemple la obra que tiene al frente.
Es una pintura cargada de colores vivos y quienes la aprecien encontrarán algunas de las joyas arquitectónicas más destacadas del centro de la capital.
Se trata de Alegoría de San
José, un mural acrílico que se encuentra en el edificio esquinero Teresa, ubicado en Avenida 7, Calle 3 A.
Esta es una obra de arte en la que la artista costarricense Carolina Rodríguez ha estado trabajando por aproximadamente un mes, de lunes a viernes, en jornada completa de 8 a. m. a 6 p. m.
“Es una obra de mucho color y mucha vida, es una alegoría a la vida, a la ciudad y a la arquitectura de San José. Ha sido todo un honor, porque yo siento que es como el reconocimiento al trabajo que he venido haciendo durante muchos años, dándole una nueva identidad y un nuevo sentido al edificio, porque son otros colores y me encantó. Esta fue una gran experiencia”, dice la artista visual de 40 años.
Rodríguez se dedica a la pintura desde el 2001 y a lo largo de su trayectoria se ha dedicado a pintar serigrafías, edificios emblemáticos y personajes de la capital.
Entre sus obras se encuentran una vajilla que comercializó Cemaco con sus pinturas, también hay muestras en cafeterías, en el Paseo de los Turistas, en Puntarenas. También hizo un cuadro del Teatro Nacional que el Gobierno de Costa Rica le dio al expresidente estadounidense Barack Obama en una visita al país y hace 12 años fue una de las artistas que pintó la vaca de Marito Mortadela.
Y aunque su currículum es bastante amplio, esta es la primera vez que pinta un mural tan grande y que contempla la parte frontal del edificio, así como la parte lateral.
“Fue agotador física y mentalmente, pero siempre fue un sueño mío hacer un mural en San José con obras representativas de la capital”, añade Rodríguez, quien contó con la asistencia de Laura Chevez para realizar el proyecto.
Entre los edificios que se pueden encontrar en la obra de arte se encuentran el Teatro Nacional, el Templo de la Música, el Edificio Central de Correos y Telégrafos de Costa Rica, el edificio Herdocia, el Teatro Melico Salazar, la Botica Solera, la Escuela Metálica, el Museo Nacional y el quiosco del Parque Central.
En pandemia.
Desde el inicio de la obra, la artista y su asistente han utilizado mascarilla y alcohol en gel para protegerse de un eventual contagio de covid-19.
Sin embargo, frecuentemente tienen contacto con los costarricenses curiosos, quienes se acercan a preguntarles o hacerles comentarios sobre el mural.
“Estábamos todo el tiempo expuestas pero no nos ha pasado nada. Igual hubo indigentes que nos ayudaron mucho y a ellos les pedíamos que se pusieran mascarilla y se lavaran las manos; y luego estaban las personas que pasaban y nos felicitaban o nos hacían recomendaciones”, relata.
Mas la pandemia no solo ha puesto a prueba a Rodríguez, con las medidas de protección, ya que la artista vive con su esposo e hija en Estados Unidos y producto del virus tuvo que postergar el proyecto, pues en un inicio lo iba a pintar en marzo, fecha en la que no pudo viajar.
La artista regresará al país norteamericano la próxima semana con la ilusión de haber dejado en Costa Rica una obra multicolor que retrata la belleza de los edificios capitalinos más emblemáticos.
Es todo un reto, porque trasladar el dibujo pequeño a una gigantografía en un ángulo de 45 grados, con lluvia, sol. Fue agotador física y mentalmente, pero siempre fue un sueño mío hacer un mural en San José con obras representativas de la capital”.
Carolina Rodríguez Artista