Preocupa avance de la 2.a ola de la pandemia en Europa pese a medidas
››Autoridades advierten de alto riesgo de mortalidad, particularmente en siete naciones
ESTOCOLMO. AFP. El tiempo apremia si los países europeos no quieren vivir de nuevo la situación sanitaria de marzo, estimó la Unión Europea (UE) este jueves, coincidiendo con nuevas medidas de restricción en España, Francia y Reino Unido que chocan, en algunos casos, con la indignación de los ciudadanos.
En palabras de la comisaria para la Salud del bloque, Stella Kyriakides, los Estados miembros deben reforzar “inmediatamente” sus medidas de control y protección para frenar una segunda oleada de la pandemia.
“Tal vez es la última oportunidad para evitar que se repita la situación de la pasada primavera”, afirmó la responsable, estimando que la situación es “realmente preocupante”.
“No podemos bajar la guardia. Esta crisis no ha sido superada”, insistió, añadiendo que los riesgos se multiplican con la llegada del otoño en Europa.
En la misma línea, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) estimó este jueves que siete países de la UE (España, Rumania, Bulgaria, Croacia, Hungría, República Checa y Malta) registran una evolución de la pandemia de la covid-19 que provoca una “gran preocupación” y un riesgo elevado de mortalidad.
Estos países muestran “una proporción más elevada de casos graves o de hospitalizaciones” con un incremento de la mortalidad “constatada” o que “podría llegar muy pronto”.
En total, Europa ya ha superado los cinco millones de contagios por covid-19 y el virus ha matado a casi 228.000 personas en el continente.
En todo el mundo, la pandemia se ha cobrado más de 978.000 vidas desde finales de diciembre y ha contagiado a casi 32 millones, según un balance de la AFP realizado este jueves a partir de fuentes oficiales.
Kyriakides señaló que la flexibilización de las medidas de control en el verano boreal condujo “a un aumento en el número de casos”.
Igual ocurre en Israel, que respetó durante meses un confinamiento que logró contener la pandemia, pero las cifras se dispararon una vez suavizadas las restricciones. Por ello, el país decidió hacer aún más fuerte la reclusión.
“Si no tomamos medidas inmediatas y estrictas, caeremos en un abismo”, dijo el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
A partir del viernes, se restringirá al máximo el culto en las sinagogas, solo los trabajadores que realizan funciones esenciales podrán seguir trabajando y las reuniones en el exterior estarán limitadas a 20 personas y a menos de un kilómetro del domicilio. Además, el gobierno también está valorando el cierre del aeropuerto internacional de Tel Aviv.
Las medidas anunciadas por el gobierno de Netanyahu fueron criticadas en Israel, como también ocurre en otros países que adoptan duras restricciones frente a esta segunda ola.
Este jueves en Francia, los ayuntamientos de París y de Marsella (sureste) mostraron su descontento por los anuncios realizados el miércoles por el gobierno francés para frenar un repunte de los casos.
La ciudad de Marsella, particularmente afectada por el virus, calificó de “afrenta” el anuncio de cierre de todos sus bares y restaurantes a partir del sábado, y un representante local habló de un “castigo colectivo”.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, también mostró su disgusto ante la idea de cerrar los gimnasios e instalaciones deportivas y permitir que los bares abran solo hasta las 10 p. m. (hora local).
Las medidas anunciadas
“son difíciles de entender”, dijo Hidalgo.
Además, las concentraciones van a pasar a ser limitadas a 1.000 personas, frente a las 5.000 actuales.
Esta medida afecta en especial el torneo de tenis de Roland-garros, que comenzará el domingo, con cuatro meses de retraso, con su aforo reducido a 1.000 personas.
En Francia, hubo 16.096 nuevas infecciones en las últimas 24 horas y los hospitales comienzan a entrar en una situación preocupante.
El mismo problema ocurre en Grecia, donde el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, estima que “el dilema es actualmente autoprotección o confinamiento”, ante el creciente número de contagios en su país.
El aumento de nuevos casos es también vertiginoso en España, Rusia y el Reino Unido.
Desde Bruselas, los responsables europeos mostraron su preocupación por las protestas y el hastío de una parte considerable de la población ante estas medidas de restricción. Además, instaron a los gobernantes a luchar contra la “desinformación” y las falsas noticias, que aumentan la confusión entre los ciudadanos.