La Nacion (Costa Rica)

‘American Murder’: un crimen familiar grotesco

La plataforma Netflix impacta y perturba a su audiencia con un documental que más bien parece tener forma de ‘reality’

- Alexánder Sánchez asanchez@nacion.com

Cuando usted termine de ver American Murder, el nuevo documental de Netflix, fijo quedará con una sensación extraña en el alma. Si usted es padre de familia, pues con más razón.

Como si fuera un reality show, el filme describe paso a paso cómo un padre, en apariencia muy cariñoso y dedicado, acaba con su familia entera.

No es ficción, es un caso de la vida real, y lo más sorprenden­te es que Netflix lo revive echando mano a videos y fotos inéditas de aquellos terribles momentos. El televident­e, gracias al poder de las imágenes, tendrá la sensación de meterse dentro del temible relato y no poder hacer nada para evitarlo.

El caso que describe American Murder; The Family Next Door –filme que está entre los más vistos en Costa Rica–, conmocionó a los Estados Unidos hace apenas dos años.

Sus protagonis­tas son Chris Watts, así como su esposa embarazada Shannan y sus dos pequeñas hijas.

La familia Watts vivía en Frederick, Colorado, en una casa linda y en un barrio de clase acomodada. Todo parecía perfecto.

Shannan, quien solía publicar todo lo que hacía la familia en sus redes sociales, daba cuenta de un entorno muy unido, en la que sus dos pequeñas hijas eran la alegría de ambos progenitor­es y el centro de su hogar.

Sus hijas correspond­ían a ese amor. De hecho, para las pequeñas, Chris “era un héroe” y él se ganaba un lugar en su corazón entre chineos y juegos divertidos.

Pero pronto una nube negra se posaría sobre este hogar. Un día Shannan y sus hijas desaparece­n sin dejar rastro y nadie tiene pistas de su paradero.

“¿Dónde están?”, se preguntan todos, incluso su esposo Chris.

Poses que matan. Es mejor que usted vea el documental y experiment­e su drama en la intimidad de su casa. Por ese motivo, trataremos de no contar todas las revelacion­es que llevan al fondo del sonado caso.

Sin embargo, es importante hacer notar la forma en que su director, Jenny Popplewell, envuelve a la audiencia. No hay entrevista­s, no hay narracione­s, todo se cuenta de forma vivencial.

Solo por dar un ejemplo, el día en que Shannan y sus hijas desaparece­n, la cámara de solapa de un policía es la que cuenta el episodio. Eso es más que suficiente.

El policía que portaba la cámara es el que llegó a revisar la casa de la familia, el día en que una amiga de la víctima reportó que no tenía noticias de Shannan.

La reveladora cámara capta el momento en que Chris llega a la casa alertado por la desaparici­ón. Se ven sus gestos, sus poses y su cara de preocupaci­ón. Él expresa no entender lo que ha pasado y solo un vecino es capaz de notar que algo huele mal.

El resto del documental no es menos vivencial. Videos públicos colgados en Facebook, mensajes privados de Whatsapp y las tomas inéditas de los interrogat­orios de Chris completan de armar el caso.

En la familia Watts, aunque parecía todo lo contrario, nada andaba bien. Cuestiones de sexo, infidelida­des y quién sabe qué cosas más, marcaron la ruta al abismo.

Tan reveladora­s, desgarrado­ras e íntimas son esas verdades, que algunos críticos no están de acuerdo con el detalle con que se presentan los hechos en el documental.

“Da la impresión de ser una obra muy íntima, aunque no siempre en el buen sentido. Sí, es cierto que Shannan acertó publicar su vida online, pero eso no quiere decir que esperase que fuese disecciona­da tras su trágica muerte”, comentó el crítico Brian Tallerico, de rogerebert.com.

El tiempo. Las horas pasan y el tiempo habla. Tan solo 48 horas después de la desaparici­ón de Shannan y sus hijas usted lo sabrá todo.

El cómo y el porqué de la desaparici­ón de las mujeres quedarán plasmadas en un documental cuyo desenlace te deja con el corazón en la mano.

Sobra decir que Shannan y sus hijas no solo desapareci­eron. Alguien las mató.

En resumen, ante los ojos de la audiencia de Netflix nacerá el conocido monstruo de Denver, quien fue condenado a cinco cadenas perpetuas por los hechos acontecido­s.

Muchas preguntas quedarán en su cabeza luego de ver American Murder. El caso es tan impactante que resulta difícil de digerir. Incluso, a nivel judicial, muchos vacíos quedaron en el tintero, que bien podría dar para otra entrega.

Desde el principio, el documental da la impresión de que nos llevará hacia una horrible verdad. Pero más aún, hay que decir que los detalles de esa verdad son perturbado­res y terrorífic­os”.

Collider revista

 ?? Cortesía de NETFLIX ?? Chris y Shannan Watts se casaron en el 2012. Luego de cuatro años, sucedió la tragedia.
Cortesía de NETFLIX Chris y Shannan Watts se casaron en el 2012. Luego de cuatro años, sucedió la tragedia.

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