La Nacion (Costa Rica)

Pandemia dejará rezago de tres años a alumnos de enseñanza pública

Estado de la Educación prevé impacto de suspender curso presencial

- Alejandro Ponce Colaborado­r

“EL REZAGO VA A EXISTIR, ES ALGO QUE ES MUY DIFÍCIL DE EVITAR, PERO PODEMOS DISMINUIR SU IMPACTO”.

Isabel Román Estado de la Educación

La educación a distancia impuesta por la covid-19 puede dejar secuelas graves y duraderas en la formación de un millón de alumnos de escuelas y colegios públicos.

El forzoso recorte de programas, el hecho de que muchos alumnos y profesores no tengan acceso a Internet y la falta de destrezas tecnológic­as del docente crean importante­s vacíos académicos.

Según Isabel Román, directora del Estado de la Educación (del programa Estado de la Nación), tres meses sin clases presencial­es equivalen a un año de rezago.

Es decir, en la víspera de cumplirse ocho meses de pandemia, los estudiante­s costarrice­nses podrían sufrir un atraso de casi tres años en su proceso de aprendizaj­e.

“El rezago va a existir, es algo que es muy difícil de evitar, pero podemos disminuir su impacto”, sostiene Román.

“La relación entre docentes y estudiante­s debe ser muy buena y autocrític­a para fortalecer los puntos esenciales de la malla curricular, porque el mayor perjudicad­o siempre será el estudiante”, asevera.

Con ella coinciden los exministro­s de Educación Édgar Mora y Leonardo Garnier, quienes consideran que deben tomarse acciones rápidas para corregir el rumbo.

A distancia o virtual. Aunque nadie podía anticipar la llegada de la emergencia sanitaria, las soluciones implementa­das por el Ministerio de Educación Pública (MEP) no han resultado tan efectivas como se hubiera deseado.

Según voces expertas y el testimonio de padres de familia, no se podría decir que Costa Rica esté aplicando un método de educación virtual, sino uno de enseñanza a distancia.

De hecho, se trata de modelos educativos completame­nte distintos.

El primero exige conexión a Internet e interacció­n constante entre alumno y profesor. En el segundo, el acompañami­ento y el acceso a material son más limitados.

Uno de los factores que sustenta la afirmación de que el modelo implementa­do en el país es educación a distancia tiene que ver con la cobertura.

Casi el 45% de los alumnos matriculad­os este año no se registraro­n en la plataforma Microsoft Teams, implementa­da por el MEP cuando se suspendier­on las clases presencial­es.

Y en muchos casos, aún con acceso a la plataforma, la solución se ha traducido en una repartició­n a veces desordenad­a de guías y fechas de entrega de materiales.

Las guías, distribuid­as de forma presencial o por medio de Whatsapp, se revisan cada semana o cada dos o tres semanas, dependiend­o del centro.

Lo anterior es educación a distancia y no interacció­n

››Exministro­s urgen revisar contenidos y modelo a distancia para atenuar atraso

virtual.

Otra barrera ha sido el hecho de que no todos los estudiante­s del sistema público tienen acceso a Internet o dispositiv­os para conectarse.

De hecho, un estudio del MEP indica que el 34,8% no tiene conexión a la web en sus hogares.

Sin esa herramient­a, los alumnos deben tratar de mantenerse vinculados al aprendizaj­e a través de fotocopias, y recargas telefónica­s esporádica­s para hablar con sus profesores y recibir material.

No obstante, padres y estudiante­s relatan que el proceso a veces se torna complicado porque las copias no llegan a tiempo o salen repetidas, o se presentan desórdenes en la distribuci­ón.

También indican que no todos los docentes están disponible­s vía chat cuando los alumnos los necesitan, o bien, estos no están presentes en los horarios que fijan los educadores.

“La pandemia ocasionó que pasáramos de un modelo centrípeto, en el que todos iban al MEP, a un modelo centrífugo donde el MEP tiene que llegar a todos, y ese paso mostró aún más la desigualda­d que existe”, valora Édgar Mora, exministro de Educación.

A criterio de Mora, uno de los principale­s fallos del MEP al implementa­r el proceso educativo a distancia, es que solo se plantearon dos escenarios para los estudiante­s: quienes tienen conexión y quienes no. Y eso, según opina, es muy general.

En ese sentido, sostiene que la construcci­ón ideal hubiera sido “una tipificaci­ón (el ajuste) de los estudiante­s que permita su desenvolvi­miento en el entorno que se encuentra”.

Rezago del aprendizaj­e. El también exministro Leonardo Garnier coincide en que la pandemia abrió marcadas brechas debido a la gran diversidad de alumnos y familias del sistema educativo.

“El reto puede ser más grande de lo que parece, porque el rezago es algo que va a suceder. Se debe buscar replantear los objetivos de estudio, buscar un mayor enfoque en aquellos contenidos que son verdaderam­ente esenciales dentro de la malla curricular para que nuestros alumnos tengan un rezago lo menos grave posible”, recomienda.

Garnier destaca que el principal objetivo para disminuir el impacto debe recaer en dos puntos: “Los estudiante­s deben velar por el modelo de autoaprend­izaje y autodiscip­lina para evaluar los contenidos que aprenden, y los profesores deben mejorar su desarrollo en el modelo de docencia virtual”.

Al respecto, Mora menciona que hay dos aspectos que se pueden fortalecer y cambiar en el corto plazo: “Rediseñar el plan de evaluación para que sea congruente con la transforma­ción curricular que ha ocurrido y mejorar el vínculo entre maestros y padres de familia, quienes han tenido que tomar el rol pedagógico con sus hijos”.

Por el momento, las únicas estrategia­s anunciadas para tratar de llenar los vacíos dejados por la falta de asistencia a las aulas son procesos de acompañami­ento cuando regresen a clases presencial­es.

Para estudiante­s de sexto

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EYLEEN VARGAS El colegial Edwin José Gaitán Gómez estudia con fotocopias.
 ?? EYLEEN vargas DÁVILA / PUNTO Y APARTE ?? Edwin Morales, de 10 años, completa en la cocina de su casa las guías que su papá le trae de la escuela.
EYLEEN vargas DÁVILA / PUNTO Y APARTE Edwin Morales, de 10 años, completa en la cocina de su casa las guías que su papá le trae de la escuela.

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