Dueños de carros eran víctimas de extorsión
Además de la venta de estos autos robados, Cristian Chaves también extorsionaba a algunos dueños de los carros, al pedirles una especie de rescate para devolvérselos.
En ese sentido, a Toro se le condenó porque a uno de los ofendidos le pidió ¢400.000 para devolverle el automotor.
Según testificó la víctima durante el juicio, él conocía al acusado por ser del mismo barrio. “Dos días después de la sustracción, Toro llegó a mi casa y me dice que el carro está en San Joaquín, que hay que pagar una plata. Fuimos a San Joaquín, retiré el carro, luego yo fui a mi casa y le entregué a Toro el dinero”.
En su declaración, el hombre aseguró que desconocía porqué Chaves conocía del paradero de su auto.
“No me dijo cómo había adquirido el vehículo y yo no pregunté nada. Solo vi la oportunidad de recuperarlo, no me explicó cómo él sabía del carro”, se lee en el testimonio del sujeto.
Por esta extorsión y todos los otros robos de autos en los que participó, fue que, en enero del 2015, el Tribunal Penal de Heredia lo condenó a seis años por el delito de asociación ilícita, seis años por dos delitos de hurto agravado de menor cuantía, treinta años por tres delitos de hurto agravado de mayor cuantía y diez años por un delito de robo agravado.
En total, recibió una sentencia de 52 años de prisión, que fue readecuada a 30 años.
“El Tribunal debe señalar que si bien al final del juicio expresó arrepentimiento por los errores, esto fue evidente que lo manifestó en un intento por lograr la imposición de una pena baja debido a la contundencia del material probatorio”, dice el fallo.