Diputados se quejan de Internet y ascensores en el nuevo edificio
›Dirección Ejecutiva paga $87.000 al mes por un servicio de internet a racsa
En la reunión de jefes de fracción, los diputados externaron una serie de quejas a la Administración por los problemas que afrontan en el nuevo edificio legislativo.
Entre otros asuntos, los congresistas aseguraron tener dificultades de movilización dentro del inmueble y sufrir desorientación por la falta de señalización interna.
La independiente Ivonne Acuña sostuvo que a muchos colegas no les está funcionando bien la conexión a Internet ni los datos móviles de los teléfonos celulares dentro del plenario.
Acuña subrayó que, ante la mayor lejanía que ahora hay entre los despachos y el plenario, es más urgente tener una excelente conectividad, para pedir documentos.
Dicho recinto, ubicado cuatro pisos bajo tierra, cuenta con paredes reforzadas.
“Las llamadas normales difícilmente salen, porque tampoco se puede por las vías digitales”, indicó la congresista.
Por su parte, Jonathan Prendas, del bloque Nueva República, cuestionó la negociación del contrato de servicios de Internet, quién lo hizo y por qué con Radiográfica Costarricense S. A. (Racsa).
Además, el fabricista criticó el hecho de que, si bien se trata de un recinto de última generación, no se les permite a diputados y personal acceder fácilmente a plataformas como YouTube.
Dicho medio resulta totalmente necesario porque, hasta la fecha, no había conexión a televisión en ninguna oficina legislativa y solo se podían monitorear las comisiones y el plenario a través de los canales de la Asamblea en esa red social.
Al respecto, el director ejecutivo del Congreso, Antonio Ayales, explicó que la Administración del Congreso le paga a Racsa $87.000 mensuales por los servicios de conectividad alámbrica a Internet, centro de datos, protección contra ataques informáticos externos y el circuito cerrado de las cámaras de seguridad en la nueva sede.
En cuanto a aspectos técnicos, Prendas indicó que el volumen de las transmisiones es tan bajo que los espectadores de las sesiones de comisiones y plenario siempre se quejan por eso.
También respaldó el cuestionamiento de la prensa en cuanto a los accesos restringidos al plenario, pues los reporteros deben recorrer largos pasillos para acceder a los legisladores y hacer entrevistas.
“Sé que estamos fomentando el ejercicio, pero eso es tonto. Si abren las escaleras para facilitar su trabajo y la respuesta de nosotros, maravilloso”, indicó.
Puertas cerradas. Otros parlamentarios se quejaron porque el pasado martes, al salir de la sesión plenaria, se encontraron cerradas todas las puertas hacia el parqueo.
De hecho, José María Villalta, diputado del Frente Amplio, sostuvo que se ha encontrado cerradas las puertas para salir de las escaleras.
Por su parte, Marulin Azofeifa, también fabricista independiente, manifestó que estuvo durante 40 minutos perdida en diferentes sectores de la Asamblea, porque no hay señalización y terminó en un cuarto de máquinas.
En días pasados, mientras regresaban de un receso de almuerzo, 14 diputados se encontraron con las puertas del plenario cerradas, lo cual les impidió completar el cuórum.
Los congresistas alegaron que la lentitud de los ascensores y la cantidad de personas en tránsito hicieron imposible su llegada a tiempo, por lo que pidieron que no se les rebajaran las dietas.
Otras carencias. Por otra parte, en la mayoría de los salones y despachos no hay basureros.
En los comedores falta jabón para lavarse las manos y, hasta hace poco, se puso alcohol en los pasillos, comisiones y otros lugares, pese a la necesidad de este insumo en época de pandemia.
Ante el cuestionamiento de la socialcristiana Shirley Díaz porque ya los diputados no pueden hacer cuórum estando en el cafetín, Eduardo Cruickshank respondió que es obligación de los legisladores estar en el rectángulo del plenario y que no cambiará eso mientras él sea presidente del Congreso.
En respuesta a las críticas e inquietudes, Ayales declaró que la conexión a Internet es una de las mayores deficiencias en el sitio.
Del mismo modo, resaltó que la navegación irrestricta a la web provocó que el servicio colapsara, consumiendo un ancho de banda desproporcionado. Añadió que se tomaron medidas para establecer restricciones adecuadas.
“No es un tema de fácil solución, lleva un proceso de adaptación. Al estar abierta, hubo acceso a música, Netflix y una serie de aplicaciones que consumen mucho ancho de banda”, relató.
Por último, el funcionario argumentó que se ha normalizado la transmisión de comisiones, pues la semana anterior incluso se tuvieron que anular dos sesiones, una de Gobierno y otra sobre Contratación Administrativa.