Estado de la Nación: ‘La situación ya era frágil antes de la pandemia’
La evidencia recabada por el Programa Estado de la Nación en su último informe, ratifica que las condiciones socioeconómicas de Costa Rica eran delicadas incluso antes de que llegara la pandemia del coronavirus.
La emergencia sanitaria solo agravó muchos de los problemas que el país no logró resolver en años anteriores, pese a que eran cada vez más notables. Esta es una de las conclusiones del documento publicado ayer.
“La situación social del país ya era frágil antes de la crisis generada por la covid-19, de hecho”, subraya el documento.
El análisis expone tres aspectos clave que retratan la compleja realidad experimentada entre el 2019 y el primer trimestre del presente año, cuando empezó a propagarse el nuevo coronavirus en el país.
“El primero corresponde a un deterioro de las oportunidades para tener acceso a un ingreso digno, que afectaba las condiciones de vida de amplios grupos de población”, señala el informe.
Los trimestres previos al impacto de la pandemia ya reflejaban los números más altos de desempleo, informalidad y subempleo.
La crisis disparó la tasa de desocupación a un histórico 24% para el segundo trimestre del presente año.
“El segundo aspecto señalado es una alta desigualdad en el ingreso, que generaba una vulnerabilidad social crónica. El análisis realizado muestra un país mal preparado para enfrentar la crisis, especialmente debido al grado de desigualdad en la distribución de los ingresos, que era muy elevada si se compara con el contexto latinoamericano y mundial durante los años inmediatos a este shock”, afirma.
Por ejemplo, el estudio evidenció que, por tercer año consecutivo, el ingreso de los hogares se contrajo.
Todo esto se da en el contexto del debilitamiento de las finanzas públicas, que limitan las herramientas fiscales para proteger el empleo y ejecutar una mayor inversión social para contener la pobreza.
Y por último, “el tercero refleja cómo el acumulado déficit fiscal y la desaceleración económica estrujaban el financiamiento de áreas claves del desarrollo humano”, concluye el estudio.