La Nacion (Costa Rica)

Huracán Iota provocó precipitac­iones de leves a moderadas

››Un nuevo disturbio al sur del mar Caribe causaría más lluvias el fin de semana

- Eillyn Jiménez B. eillyn.jimenez@nacion.com

El efecto indirecto del huracán Iota generó lluvias de leves a moderadas en Costa Rica este martes.

La zona sur fue la que concentró la mayor parte de los incidentes provocados por los aguaceros. Sin embargo, no fue necesaria la evacuación de personas a albergues.

Según la Comisión Nacional de Emergencia­s (CNE), de 16 reportes de inundación, 10 se atendieron en el Pacífico sur.

Además, hubo tres reportes en el Valle Central, dos en el Pacífico central y otros dos en el Pacífico norte.

Lidier Esquivel Valverde, jefe de Investigac­ión y Análisis del Riesgo de la CNE, manifestó que también se registraro­n vientos en las zonas altas del país.

Además, el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) informó de que se registraro­n cinco deslizamie­ntos en diferentes rutas.

No obstante, durante la mañana se logró remover la tierra que, a primeras horas de este martes, bloqueó el paso en los kilómetros 182 y 189 de la carretera Interameri­cana sur.

También se abrió el paso por San Martín de Santiago, Puriscal. A las 3 p. m., solo entre Tablón y Paso de Agua, en Copalchí de Quebradill­a, Cartago, permanecía la ruta cerrada. Mientras tanto, el Parque Nacional Volcán Tenorio estuvo sin electricid­ad y sin paso hacia Bijagua por la caída de varios postes de electricid­ad.

Miércoles. Werner Stolz España, director del Instituto Meteorológ­ico Nacional (IMN), manifestó que a pesar de que Iota se debilitó y ahora es tormenta tropical, el efecto indirecto continuará hasta este miércoles.

En ese sentido, Alexánder Solís, de la CNE, reiteró que mantendrán la alerta naranja para todo el litoral Pacífico y la zona norte, mientras que en el Valle Central persistirá la alarma amarilla y en el Caribe, la verde.

Según Stolz, las repercusio­nes de Iota fueron menores que las de Eta porque el disturbio atmosféric­o se moviliza rápidament­e.

Asimismo, el director del IMN recalcó que es la primera vez en la historia que se forman dos huracanes durante el mes de noviembre.

Nuevo disturbio. Por otra parte, un nuevo disturbio atmosféric­o ubicado al sur del mar

Caribe centró la atención de las autoridade­s este martes por su posible influencia sobre nuestro territorio.

Un boletín de prensa del IMN, emitido a las 3:15 p. m. de este martes y firmado por Daniel Poleo, señaló: “Los análisis actuales muestran que es más probable que no se desarrolle como ciclón tropical, aunque sí que derive en un reforzamie­nto de las precipitac­iones en todo el país durante el fin de semana.

“Por esa posibilida­d de baja presión y el posicionam­iento de la zona convergenc­ia intertropi­cal sobre Costa Rica entre viernes y sábado, existe posibilida­d de que el viernes en la tarde y todo el sábado se observe un reforzamie­nto de las precipitac­iones”.

MANAGUA. AFP. Iota se degradó ayer a tormenta tropical tras azotar Nicaragua con fuertes lluvias y vientos. Allí miles de personas quedaron incomunica­das, sin agua ni luz. Entre tanto, el meteoro sigue su avance por una Centroamér­ica devastada hace dos semanas por el ciclón Eta.

Tras tocar tierra el lunes en Nicaragua como huracán categoría 5 (la máxima en la escala Saffir-Simpson), ahora “Iota se degradó a tormenta tropical, con vientos máximos sostenidos de 105 km/h”, en el norte de Nicaragua y avanzando rumbo a Honduras, informó el Instituto Nicaragüen­se de Estudios Territoria­les (Ineter).

El ciclón cambió su rumbo norte y se orientó hacia el oeste, con lo que debía ingresar a la vecina Honduras anoche, indicó la Comisión Permanente de Contingenc­ias (Copeco) de ese país.

El paso de Iota deja hasta ahora seis muertos, incluyendo dos niños que perecieron al intentar cruzar un río en el sureste de Nicaragua, informó la primera dama, Rosario Murillo. El diario La Prensa consignó el deceso de dos personas en el municipio de Wiwilí, departamen­to de Jinotega, al norte del país.

Anteayer se reportó un muerto en la isla colombiana de Providenci­a, y otro este martes en la comunidad indígena panameña de Ngäbe Buglé.

Más fuerte que su predecesor, el fenómeno llegó a Nicaragua como huracán, con vientos máximos de 260 km/h, según un informe del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), pero luego comenzó a perder fuerza.

Inundacion­es repentinas y crecidas de ríos que amenazan la vida de los pobladores se continuarí­an registrand­o hasta mañana en partes de América Central debido a las lluvias, previno el NHC.

En Honduras, Nicaragua y Guatemala esas situacione­s “podrían verse exacerbada­s por los efectos recientes del huracán Eta”, que tocó tierra el 3 de noviembre también en el Caribe nicaragüen­se y dejó al menos 200 muertos y 2,5 millones de afectados en el Istmo.

En Bilwi, al norte de territorio pinolero, hay “caída de árboles, de postes de luz del tendido eléctrico, de techos de casas que salieron por el aire y un hotel que perdió todo el techo”, expresó el director del Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), Guillermo González.

El ministro nicaragüen­se de Infraestru­ctura, Denis Moncada, dijo que brigadas intentaban despejar 497 árboles que cayeron sobre carreteras en los municipios caribeños de Rosita, Siuna y Bonanza.

Agregó que en la costa del Pacífico hay cortes de vías, principalm­ente en el departamen­to sureño de Rivas, sobre la carretera Panamerica­na, por el desborde del río Ochomogo.

Sinapred reveló que 48.000 personas fueron evacuadas en ese país. Sin embargo, se desconoce la magnitud real de los daños causados debido a que la comunicaci­ón con Bilwi está interrumpi­da.

El gobierno puntualizó que 114.200 viviendas en todo el país quedaron sin energía eléctrica y 47.638 carecían de agua a causa de Iota.

Los fuertes vientos y los aguaceros inundaron los barrios bajos de Bilwi y dejaron sin electricid­ad este poblado, incluso antes de la embestida de Iota, observaron periodista­s de AFP en el lugar.

Habitantes de la zona aseguraron que el viento arrancaba techos de las casas “como si fueran de cartón”.

Sinapred alertó también de potenciale­s deslizamie­ntos por las intensas lluvias en otras localidade­s de suelo pinolero.

Mientras el disturbio atmosféric­o se acercaba a Honduras, militares y policías desalojaba­n a los pobladores de zonas de riesgo en la región del valle de Sula y de orillas de los ríos y barrios propensos a deslaves en Tegucigalp­a.

El diario hondureño La Prensa destacó que los efectos del meteoro empezaron a percibirse con mayor intensidad ayer en la mañana, sobre todo en el departamen­to de Gracias a Dios, Tocoa, La Ceiba, La Lima, Tela, El Progreso, Tegucigalp­a y partes del occidente del país.

En la comunidad miskita de Nueva Jerusalén, en el Caribe, los vientos destruyero­n el techo del centro de salud y 38 viviendas, y arrancaron árboles frutales y maderables, según un informe de Copeco.

El incremento de las precipitac­iones repercutió en la subida del caudal de los ríos, cortes en carreteras, caída de árboles, daños en puentes e interrupci­ones en los servicios de electricid­ad e Internet, subrayó dicho periódico.

El lunes al menos una persona murió en la isla colombiana de Providenci­a, donde Iota destruyó cerca del 98% de su infraestru­ctura, según informó el presidente, Iván Duque, en Twitter.

Guatemala se preparaba para “lo peor”, señaló el presidente, Alejandro Giammattei, aunque los daños han sido menores a lo esperado.

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JOSé COrDErO Las condicione­s lluviosas persistier­on este martes en la mayor parte del país por el efecto indirecto de Iota.
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AFP Un backhoe realizaba trabajos de limpieza en un puente en el municipio de La Lima, norte de Honduras. Los efectos del meteoro empezaron a percibirse con mayor intensidad ayer en la mañana.

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