Polémico plan de etiquetado de licores frena avance del plenario
›Erick rodríguez denunció pretensión del PLn de aprobar propuesta ‘a huevo’
Los diputados tenían este miércoles toda la intención de liquidar una lista de 26 proyectos de ley, completa, pero se les embarró la cancha en el expediente número 23 de la lista: el plan que obligaría al Ministerio de Hacienda a contratar un sistema de etiquetado de licores.
La agenda estaba compuesta de proyectos que solo avanzarían en sus trámites finales en el Congreso y otros para su votación en primer debate, pero la insistencia de los liberacionistas por aprobar la polémica iniciativa de Daniel Ulate chocó con la oposición del independiente Erick Rodríguez.
El proyecto, esencialmente, obliga al Ministerio de Hacienda a contratar un sistema de etiquetado para los licores sin darle una fuente inicial y permanente de financiamiento al Gobierno para pagar ese mecanismo.
Se trata de un sistema como el que vende una empresa suiza representada en América Latina por el expresidente José María Figueres.
De hecho, Hacienda enumeró varias objeciones a la versión más reciente del plan, las cuales aún no se han subsanado y que, según Ulate, resolvería en una moción que él propuso.
Pugna. Cuando el plenario llegó, ayer, a discutir ese proyecto, ya se había aprobado una moción para extender la sesión más allá de las 6 p. m. y llevar el trabajo hasta las 7 p. m., pero Rodríguez reclamó que se había planteado no entrar al debate de ese proyecto, para tratar de consensuar una versión del texto.
Rodríguez alegó que no se había hecho esa negociación y advirtió de que llevaría la sesión hasta el final al hablar todo el tiempo posible en cada una de sus mociones y, efectivamente, así lo hizo.
Entre los reclamos del independiente estuvieron, precisamente, las objeciones que hizo Hacienda a la propuesta de Ulate. Con los 10 minutos que habló el diputado, más los minutos que tomaba cada votación, se tramitaron tres mociones al proyecto.
“Yo me opuse en que se alargara esto hasta las 7 por meter un proyecto, como decimos aquí, a huevo, sin que nadie haya negociado las mociones que algunos metimos, y como parlamento viene de parlare, voy a hacer uso de parlar. Tengo una hora con todas las mociones y voy a agotar todo mi tiempo hasta las 7 de la noche”, manifestó.
“Así que la voz que predica en el desierto hoy será escuchada por lo menos por una hora, de una prórroga innecesaria y que expone la salud de los diputados que estamos aquí desde hace tamaño rato”, agregó.
Rodríguez cuestionó lo que se quiere con el proyecto, cuán efectivo es el sistema que se pretende y cuánto podría encarecer los productos que lo llevarían.
Apenas el legislador dio los primeros avisos de que alargaría la discusión, Ulate, escoltado por María José Corrales, llegaron a la curul de Rodríguez y, cada vez que este soltaba el micrófono, hacían una intensa labor de convencimiento, sin ningún efecto.
Lo mismo sucedía en otros sectores del plenario, donde conversaba el jefe de Liberación Nacional, Luis Fernando Chacón, con su par del Partido Acción Ciudadana (PAC), Enrique Sánchez.
Otros focos de negociación se formaron mientras veían con languidez al independiente usar la palabra.
Al final, los relojes del plenario dieron las 7 p. m. y la mano de Eduardo Cruickshank tocó ligeramente la campanilla de la mesa del Directorio legislativo para anunciar que levantaba la sesión.
En el tintero se quedó también el voto del proyecto para reducir la contribución del Estado a los partidos políticos para las campañas del 2022 y 2024, cuyo objetivo es hacer un ahorro que contribuya a la situación fiscal del país.