Veterano triunfa en primera aventura como legionario
› Cerca de cumplir 37 años es figura titular e indiscutible de su club boliviano
Por su cabeza estaba prácticamente descartado el sueño de ser legionario, pero a los 36 años se dio la posibilidad por la que tanto esperó y a las puertas de cumplir 37 el fútbol sigue sorprendiendo a Paolo Jiménez, quien triunfa en su primera aventura fuera de Costa Rica y hasta se ganó una renovación que no estaba entre sus planes.
Jiménez se adaptó a la perfección a Bolivia, encajó en el Nacional de Potosí y pese a la pandemia de la covid-19, se mantuvo firme con su esposa e hijo, al punto de sobreponerse a ocho meses sin fútbol. El volante se convirtió en el penalero del club, es indiscutible en la titular y la dirigencia potosina lo convenció de quedarse 12 meses más.
Paolo se había marchado de Cartaginés con la consigna de estar con el Nacional solo por el 2020 y luego regresar para retirarse en el equipo de sus amores. No obstante, los planes le cambiaron al brumoso, quien estuvo en 22 de los 25 partidos de los potosinos, suma cinco goles y también fue estelar en los dos choques de la Copa Sudamericana.
“La renovación se firmó y todo está listo. Lo gracioso es que tuve bastantes opciones, me llamaron de Costa Rica y tuve cuatro propuestas, pero también acá en Bolivia se me acercaron dos equipos y preguntaron por mí, sin embargo, soy agradecido con el Nacional... Da un poco de risa, porque por algo cultural en nuestro país se desecha al jugador de cierta edad, pero eso no es la que juega, sino que es el profesionalismo de cada quien. Esto se ve también con Christian Bolaños, que es de mi misma edad y estaba en Europa. El rendimiento es el que manda”, dijo el jugador.
Tensión. El mediocampista vivió momentos de mucha incertidumbre apenas iniciaba con su aventura, ya que el virus frenó todas las competencias y curiosamente el balompié boliviano tardó más que ninguno en regresar. Por ocho meses tuvo que entrenar solo y esperar noticias, hasta que la federación local acordó realizar los 14 partidos que le restaban al certamen en un mes.
La maratónica de compromisos terminó este 31 de diciembre para el tico, cuando amarraron un boleto a la Sudamericana.
“Cuando tomé la decisión de venirme a Bolivia fue por dos razones, una era cumplir el sueño de ser legionario y la otra era lo económico, porque esta opción es muy buena. Con la pandemia, llegamos a un acuerdo entre los jugadores y los equipos (para bajar salarios), pero no podía rescindir para irme de nuevo a Costa Rica y perder dinero, porque apenas estaba empezando acá”.
“Los ocho meses que no jugamos los tomé como una preparación, entrené por aparte, hice lo mejor que pude y ahora mi cuerpo reaccionó muy bien y ha aguantado estas jornadas titánicas”, destacó.
El exblanquiazul reveló que mucho de lo que vive se debe a los cuidados que ha tenido a lo largo de su carrera.
“Por más que estoy al final de mi carrera, físicamente me siento muy bien y el cuerpo me ha aguantado sin problemas. Esto no es de ahora, sino que siempre he tenido dedicación, he sido muy disciplinado, me he cuidado y he entrenado mucho. Para mantenerse acá hay que ser protagonista, sobresalir y se me ha dado con goles, regularidad y asistencias”.
“Realmente no me imaginaba que iba a pasar esto, ni en mis mejores sueños. Quería venir a hacer lo mejor y que las cosas me salieran bien, pero no tenía contemplado gozar de este protagonismo y que se diera la renovación”.
Sobre la forma en la que lleva los cuidados de la pandemia, Jiménez dice sentirse seguro en Potosí. Sale muy poco, solo visita lugares por necesidad y su familia aplica lo mismo.
Hasta ahora no tuvieron ningún inconveniente con el virus y se han mantenido saludables y con muchos cuidados. El hijo de Jiménez recibe clases por Internet de su nuevo colegio, al que apenas asistió por 15 días, mientras que su esposa sale poco a realizar compras básicas.
“Estoy muy orgulloso de mi esposa y de mi hijo, porque me han respaldado demasiado. La cuarentena fue difícil, casi que no salíamos y pasamos en el apartamento. Ellos entendieron que este era mi sueño y se adaptaron, porque incluso el factor climático es difícil, al ser tan alto y frío, con temperaturas de hasta -10 grados y granizo”, destacó.
Cartaginés. Paolo Jiménez sigue soñando con retirarse en Cartaginés, el club que lo formó y en el que debutó, y aunque esto no se dará en el 2021, su plan se mantiene intacto y de ser por él, volverá para el 2022 a cerrar su carrera.
“La idea que tengo es terminar el 2021 en Bolivia y luego volver a Costa Rica y terminar mi carrera allá, aunque hay varias situaciones que se deben dar. Igual, si regreso al país y en el Cartaginés no se da la oportunidad, ahí me retiraría, no quiero jugar con otro equipo. Ojalá que pueda disfrutar del campeonato, que el equipo gane este año para cortar la racha y yo llegue a pelear por el bicampeonato”, dijo Jiménez.
Paolo no se pierde los juegos de los brumosos y maneja la actualidad del equipo. Es más, considera que están conformando un plantel para ser campeones y por lo mismo, le pican los pies por volver.
“Soy aficionado a Cartaginés y este año me ilusioné un montón, porque veía todos los partidos y estaba atento a todo. Realmente que la labor del presidente, Leonardo Vargas y su hijo me ilusionan mucho, vi que hay muchas posibilidades y se está formando un equipazo, entonces me pican las piernas por estar allá. Creo que está más cerca ese ansiado campeonato de Cartaginés”, finalizó.