Banco Central ata crecimiento económico a plan con el FMI
Producción del país aumentaría en 2,6% luego de contracción de 4,5% año pasado
La economía costarricense crecerá 2,6% durante este año, después de una contracción del 4,5% en el producto interno bruto (PIB), el año pasado. Así lo anunció este viernes Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), durante la presentación del Programa Macroeconómico 2021-2022.
Para el próximo año, la entidad estima que la economía se incrementará en 3,6%, un aumento explicado, en su mayoría, por la recuperación de los socios comerciales del país y un incremento del consumo de los hogares ticos.
”El crecimiento para este bienio depende de la evolución de la pandemia y del ajuste fiscal del país. Para estas proyecciones, estamos previendo que se va a dar el ajuste (pactado con el FMI)”, destacó Cubero.
En las proyecciones del BCCR, todas las actividades económicas se recuperarán de la caída del año anterior. Pero explicó que, en casos como turismo, comercio y construcción, la recuperación será parcial, pues estos sectores tuvieron contracciones muy profundas en el 2020.
Cubero destacó que la economía global está en un proceso de recuperación, luego del golpe de la pandemia.
En el caso de Costa Rica, también le afectaron los efectos negativos de la crisis económica, lo cual generó una caída de 4,5% del PIB, el año pasado, respecto al 2,2% del 2019, detalló Cubero.
El consumo de los hogares explica más de la mitad de la contracción de la producción costarricense en el 2020, dijo el jerarca.
En el caso de las finanzas del Gobierno, información brindada por el Ministerio de Hacienda, la previsión es que el déficit fiscal sea del 7% del PIB este año, y del 5,9% de la producción en el 2022.
También está contemplado un programa de colocación de deuda externa de hasta $4.000 millones, para satisfacer las necesidades de financiamiento del Poder Ejecutivo, para el periodo 2022-2025.
Dichas previsiones generarían que el endeudamiento público mantenga su ritmo de ascenso, pues para este año se prevé que sea equivalente al 72,5% del PIB y llegue al 76% del PIB en el 2023. Pero comentará a reducirse en 2024 y 2025; para ambos años se estima sea de 75,6% y 74,2% de la producción, respectivamente. “Todas las proyecciones suponen la aprobación del ajuste fiscal que fue pactado con el FMI la semana anterior”, insistió Cubero.
Para el economista José
Luis Arce, director de FCS Capital, la previsión de crecimiento económico del BCCR es conservadora, pues se han levantado algunas restricciones de movilidad y actividad productiva. “Esto, de alguna manera presupone que el mercado de trabajo mostrará fuertes rezagos en su recuperación, que afectan el ingreso y el consumo”, afirmó Arce.
Para el periodo 2021-2022, el BCCR mantuvo su meta inflacionaria del 3%, con un rango de desviación de un punto porcentual hacia arriba y hacia abajo.
Sin embargo, la previsión de la entidad monetaria es que en los próximos 24 meses prevalecerán las fuerzas desinflacionarias y la inflación estará por debajo del límite inferior, es decir, del 2%. A raíz de esta situación, Cubero dijo que el Banco mantendrá la política monetaria expansiva y contracíclica.
El jerarca recordó que, desde marzo del 2019, se inició un proceso de reducción de la tasa de política monetaria (TPM) que la llevó de 5,25% a 0,75%, en el que se encuentra hoy.
Para el crédito dirigido al sector privado, el BCCR proyecta una recuperación. En el 2020 esta variable se contrajo de 0,1% respecto al año previo, pero para el 2021, la estimación es un aumento del 3,6%, y para el 2022, de 5,2%.
La aceleración estará explicada por el incremento en los préstamos en moneda nacional, pues la tasa de variación interanual se prevé de 5,7% y 8%, para 2021 y 2022, respectivamente.
El crédito en dólares se mantendrá estancado, pues para el bienio se estima una variación del 0% en cada año.
Amenazas. Una de las principales incertidumbres de las previsiones establecidas en el Programa Macroeconómico 2021-2022 es de orden política, pues las proyecciones anunciadas se fundamentan en la aprobación del acuerdo con el FMI.
Cubero destacó que el acuerdo legislativo es crítico para el mediano y largo plazo. Si hay apoyo a las iniciativas enviadas al Congreso, añadió, habría mayor confianza para hacer inversiones y un mayor consumo. “De no darse el ajuste fiscal o ser insuficiente, habría consecuencias severas, mayor incertidumbre y una mayor prima de riesgo país; es decir, los inversionistas cobrarían más tasas de interés al Gobierno”, argumentó.
El jerarca detalló que la previsión de crecimiento de la economía se reduciría en un punto porcentual en cada año. Esto significaría que para este 2021, el aumento sería del 1,6% del PIB y, para el 2022, de 2,6% de la producción.
“Los resultados macroeconómicos señalan que, bajo ese escenario, en el presente bienio, el acceso al crédito por parte del sector privado se restringiría en aproximadamente dos puntos porcentuales (p. p.) por año, al tiempo que aumentarían las presiones inflacionarias en poco más de tres puntos porcentuales de forma anual”, informó la entidad monetaria.
Las consecuencias, agregó Cubero, se irían acumulando en el tiempo más allá del 2022, con un impacto muy fuerte sobre la actividad económica y el empleo.
Arce destacó que los resultados de las finanzas públicas aún son muy frágiles, máxime porque el avance del convenio con el FMI está sujeto a una muy elevada incertidumbre política. “Si el convenio se demora o, en el peor de los casos, no llegara a concretarse, el escenario sería mucho más serio desde la perspectiva de menor actividad económica y potencial de inestabilidad”, dijo el economista.
Otros riesgos señalados fueron que la evolución de la pandemia afecte la proyección de crecimiento global, principalmente en socios comerciales del país, como Estados Unidos y Europa.
William Porras, economista de Ecoanálisis, consideró que el país también enfrenta la incertidumbre de la volatilidad de precios internacionales de commodities. “Los derivados del petróleo y los de consumo a nivel mundial, a raíz de la reactivación económica global, pueden poner en juego los precios sobre estos productos, dado que Costa Rica es importador”, afirmó.
El BCCR también prevé que la crisis pueda perjudicar los flujos comerciales del país con Centroamérica o eventuales cierres fronterizos, como ocurrió el año anterior.
Adicionalmente, se señala el efecto que la evolución de la pandemia podría tener en la economía costarricense.
El presidente del BCCR mostró confianza en el avance de la campaña de vacunación contra la covid-19, y que esta permita un proceso continuo de reapertura comercial y recuperación económica.