Plenario duraría tres semanas debatiendo avalancha de mociones presentadas a plan
El plenario legislativo duraría más de tres semanas discutiendo el proyecto de reforma al proyecto de empleo público, si al menos 10 de los diputados que más mociones le presentaron al texto en las etapas previas deciden reiterarlas.
Ellos son José María Villalta, del Frente Amplio (FA); Paola Vega y Welmer Ramos, del Partido Acción Ciudadana (PAC); Rodolfo Peña, Pablo Heriberto Abarca, Shirley Díaz, Aracelly Salas y Erwen Masís, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC); Walter Muñoz, del Partido Integración Nacional (PIN); y el independiente Dragos Dolanescu.
La reforma al empleo público eliminaría el sistema de pluses salariales que ha desordenado las remuneraciones estatales, y lo sustituiría por un esquema de salario global, en el que no existan los incentivos que crecen por factores como la antigüedad de los funcionarios.
Este grupo de diez legisladores tiene la opción de reiterar 370 de las 629 mociones de cambio que fueron rechazadas durante la discusión del proyecto en comisión, y que pueden reiterarse en el plenario, según una revisión realizada por La Nación.
Las 370 iniciativas podrían llevarse hasta 5.550 minutos de discusión, equivalentes a 92 horas y 20 minutos.
El plenario legislativo aprobó que la próxima semana sesionará 28 horas para discutir este proyecto, con sesiones que se extenderán de 9:15 a. m. a 6 p. m., de lunes a jueves.
Si el plenario mantiene ese ritmo de trabajo, la discusión de las 370 mociones tomaría tres semanas y dos días.
Tomando en cuenta que la discusión empezará la próxima semana y que los legisladores tendrán receso en Semana Santa, la discusión de mociones en plenario terminaría en la semana que empieza el 18 de abril, bajo ese panorama, para dar paso al primer debate.
No obstante, el tiempo de trabajo podría ser mayor si a estas 370 mociones se suman, por ejemplo, otras 74 de la liberacionista Karine Niño y 19 de la también verdiblanca Franggi Nicolás.
Discutir un total de 480 mociones demandaría hasta 7.200 minutos de discusión, equivalentes 120 horas.
Con el ritmo de trabajo de 28 horas semanales, esa avalancha de mociones demandaría al menos cuatro semanas y dos días.
Al cierre de este martes, ya los diputados habían reiterado 134 mociones y todavía tienen todo el miércoles para reiterar más.
Para identificar las mociones con mayor posibilidad de ser reiteradas en plenario, La Nación revisó las 775 propuestas que los diputados presentaron en dos días de ajuste al proyecto en la Comisión de Gobierno y Administración.
De estas se aprobaron 146, por lo que quedan 629 rechazadas con posibilidad de volverse a presentar.
Luego, se identificaron las mociones de los legisladores que más oposición han planteado al proyecto.
El frenteamplista José María Villalta es el que tiene más mociones, con 106, seguido por la rojiamarilla Paola Vega, con 89. Ambos repiten propuestas para reafirmar la exclusión de las universidades públicas o de otras instituciones como el Poder Judicial, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y las municipalidades.
También, ambos tienen propuestas contra la objeción de conciencia que se introdujo en el plan o eliminar los 500 litros de combustible que mensualmente se otorgan, con presupuesto de la Asamblea, a los diputados.
Walter Muñoz, del PIN, tiene 81 iniciativas. El independiente Dragos Dolanescu tiene firmas en 27 iniciativas, Karine Niño en 74 y Franggi Nicolás en 19.