Importación de vehículos nuevos cae a nivel más bajo en 15 años
Concesionarios trajeron 17.000 carros durante 2020, 7.000 menos que el año anterior
La cantidad de automóviles nuevos traídos a Costa Rica bajó en el 2020 respecto al año previo, y la cifra tocó su nivel más bajo en los últimos 15 años.
Las agencias de carros importaron 17.070 unidades el año pasado, casi 7.000 menos en comparación con el 2019.
El arribo de autos el año anterior incluso fue menor al registrado en el 2009, en plena crisis económica mundial, cuando los concesionarios de automóviles trajeron al país 18.075 unidades.
Así se desprende de la información brindada a La Nación por parte del Servicio Nacional de Aduanas, del Ministerio de Hacienda.
La pandemia de la covid-19 se señala como la causa principal del mal resultado del curso pasado.
Empresarios consultados por este diario confirmaron que la situación del coronavirus afectó las ventas de automotores y provocó atrasos en el ingreso de nuevas unidades.
Otro aspecto que impactó al sector fue la cancelación de Expomóvil. Esta actividad reunía a todos los concesionarios de vehículos nuevos y entidades financieras. A la feria acudían hasta 30.000 personas, en un lapso de dos semanas, lo cual ayudaba a las compañías a contactar a los clientes.
“El 2020 fue un año de decrecimiento para todas las industrias y la automotriz no fue una excepción”, destacó Alex Alens, gerente de Sucursales de Grupo Purdy Motor, representante de marcas como Toyota y Lexus.
El vocero de la empresa señaló que el sector se abocó a adaptar el negocio a la “nueva normalidad” de la mano de la transformación digital.
Además, Purdy se enfocó en proteger los más de 1.200 empleos y mantener las 18 sucursales, en Costa Rica, y la operación en Estados Unidos, apuntó Alens.
Por su parte, Rodrigo Bernales, director Comercial de Veinsa Motors (Mitsubishi, Peugeot y Geely, entre otras), declaró que han empezado a detectar una reactivación mínima del mercado.
“Al menos ya la gente esta empezando a comprar y renovar su carro”, argumentó el jerarca.
El golpe sufrido por la industria automotriz, el año anterior, no afectó de manera tan relevante a las compañías que importan vehículos fabricados específicamente en China.
Los datos de Hacienda muestran que, en el 2020, se trajeron 3.700 automotores desde este país asiático, mientras que, en el 2020, fueron 3.900
“En la pandemia las marcas chinas no cayeron como las marcas tradicionales, en términos generales las marcas chinas crecieron”, acotó Carlos Muñoz, gerente de Ambacar, representante de Great Wall, Haval, Soueast y DFSK.
En el 2016, el país alcanzó una cifra récord de importación de autos nuevos cuando llegó a las 60.185 unidades. Pero, a partir de ese momento comenzó un proceso de disminución.
La crisis sanitaria también llevó al sector automotriz a su peor resultado en el índice mensual de actividad económica, elaborado por el Banco Central de Costa (BCCR), cuando, en abril del 2020, tuvo una contracción interanual del 41,3%.
El ente emisor calcula la actividad de la industria de vehículos desde el 2000 y nunca había caído tanto.
El dato más adverso, previo a la pandemia, era de julio del 2009, cuando tuvo una variación interanual del -32,8%, según el BCCR.
Efectos directos. La menor importación de carros nuevos también implica secuelas en la recaudación tributaria del Gobierno, pues el cobro de impuestos se hace con base en la cantidad de unidades.
Los datos de Hacienda muestran que, en el 2020, se cumplieron cuatro años consecutivos de menores ingresos tributarios.
En el resultado de dicho periodo también incidió que, a partir del 2018, comenzaron a regir los beneficios fiscales por la importación de automóviles eléctricos.
En el 2020, los importadores pagaron en tributos ¢79.857 millones, este es el monto más bajo en más de una década, según la información del Servicio Nacional de Aduanas.
El 2009 era, hasta el momento, el curso con la menor sufragación de aranceles cuando se ubicó en ¢93.478 millones, en términos reales del 2020.
En tanto que, en el 2016, el fisco tuvo la mayor recaudación impositiva cuando el monto ascendió, en términos reales, a ¢277.917 millones, según la información brindada por la cartera hacendaria.
Los impuestos vinculados con el ingreso de automotores son los más relevantes en la estructura del impuesto selectivo de consumo aduanal.
El año pasado, se recaudaron ¢133.164 millones en dicho tributo, de los cuales el 60% fue a raíz de la importación de vehículos.
La pandemia de la covid-19 provocó que, durante el año pasado, las agencias de vehículos tuvieran atrasos en el arribo al país de automóviles nuevos.
La información del Ministerio de Hacienda y la de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) muestra que la crisis sanitaria trajo una reducción significativa en el ingreso de carros a Costa Rica.
Además, tres de los principales concesionarios del sector confirmaron a La Nación las dificultades de logística sufridas, en el 2020, a raíz de las restricciones decretadas en el ámbito global, en un intento de frenar la expansión del nuevo coronavirus.
En algunas naciones las compañías productoras de automóviles cerraron sus fábricas por semanas. Además, las reaperturas se vieron interrumpidas por nuevas olas de infectados.
Los datos de Hacienda y Procomer señalan que en importaciones hechas desde Japón y Corea del Sur se dio la mayor reducción. De ahí se traen marcas como Toyota, Hyundai y Nissan.
Por ejemplo, desde suelo nipón se importaron automotores por un valor de $66,7 millones, el año pasado, lo cual significó una caída del 42%, comparado con los $115,7 millones del 2019, según los registros de la promotora.
La contracción fue del 39%, en el caso de los automóviles traídos de territorio surcoreano. De un valor de $61 millones, en el 2019, se bajó a $37 millones, en el 2020.
En las marcas estadounidenses, la importación ascendió a $56 millones, en el curso pasado, es decir 33% menos respecto a los $84 millones del año previo, según Procomer.
Alex Alens, gerente de Sucursales de Grupo Purdy, explicó que la cadena de suministros global se vio afectada por la emergencia.
En el caso de la operación automovilística, destacó, se requiere de una sincronía extremadamente alta y el coronavirus afectó a todas las fábricas del mundo.
“Ante circunstancias de fuerza mayor y en casos muy excepcionales (...) los plazos de entrega se definen en el momento de la compra, de manera que el cliente esté enterado y nosotros cumplamos con el plazo de entrega establecido”, afirmó el vocero de Purdy, empresa representante de marcas como Toyota, Lexus, Subaru e Hino.
Ana Lucrecia Vargas, directora de Mercadeo de Grupo Danissa, dijo que la compañía no ha sufrido dificultades de abastecimiento de automóviles, pero sí atrasos en la llegada de embarques aquí.
“Hemos tenido algunos atrasos conforme los fabricantes han ido recuperando volumen, pero ya, en este año, la situación se esta normalizando en el arribo de algunos modelos”, apuntó la integrante de la compañía que alberga marcas como Nissan y Audi.
Aunque el epicentro de la pandemia fue en China, los datos de importación de carros nuevos, por cantidad y valor, no se vieron afectados de manera relevante.
Rodrigo Bernales, director Comercial de Veinsa Motors, subrayó que, entre abril y junio del año pasado, la venta de automotores chinos sufrió como el resto de la industria.
“China fue el país que más rápido se recuperó de la pandemia, por lo que no han visto perjudicada su capacidad productiva y eso ha sido una ventaja sobre el resto de otras marcas en materia de abastecimiento”, destacó Bernales.
La información de Procomer y Hacienda arroja que, en el 2020, se cumplieron cuatro años consecutivos de incremento en el valor de importación de carros chinos.
El recuento del año pasado dice que entraron 3.700 unidades de ese orígen, por un valor en Aduanas de $25 millones.