La audiencia de los Óscar se desplomó a menos de la mitad
datos de ‘Abc’ revelan que ni 10 millones de personas vieron la ceremonia Influyeron pandemia, el retraso de algunos estrenos y la ausencia de estrellas
Ni el espontáneo meneón de caderas de Glenn Close al ritmo del clásico funk ochentero de Da Butt, ni el discurso de Daniel Kaluuya en el que agradeció a sus padres por concebirlo, nada pudo salvar a los Óscar, que registraron el más bajo índice de audiencia de su historia.
La audiencia de los premios Óscar de este año se desplomó en más de la mitad con respecto al año anterior y alcanzó un nuevo promedio mínimo de 9,85 millones de espectadores en Estados Unidos, informó la cadena televisiva ABC.
La estrepitosa caída fue del 58,3% respecto a los 23,6 millones que vieron el show el año pasado, una cifra que en ese momento representó un nuevo mínimo histórico para la noche más grande de Hollywood.
Sin embargo, la mala noticia no sorprendió a nadie, ya que se preveía un fuerte descenso en la audiencia tal y como sucedió con otros espectáculos de premios celebrados durante la pandemia, los cuales también alcanzaron bajas históricas de espectadores.
Con las salas de cine cerradas la mayor parte del año y los estrenos pospuestos de varias películas protagonizadas por actores de renombre, condujeron a una cosecha menos conocida de nominados en la ceremonia del domingo, donde Nomadland, de Chloé Zhao, fue la gran ganadora.
El filme se llevó tres estatuillas, aunque apenas ha cosechado poco más de $2 millones en la taquilla local.
Pandemia.
Varias películas destinadas a ser grandes éxitos y cuyas estrellas podrían haber atraído el interés en los Óscar, vieron sus fechas de estreno aplazadas al próximo año debido a la pandemia. Es el caso de West Side Story, de Steven Spielberg, y Dune, cinta de ciencia ficción, junto con una variedad de películas populares de superhéroes.
Ese éxodo dejó un grupo de actores menos reconocidos al frente de las nominaciones y compitiendo en la ceremonia del domingo. Por ejemplo, Daniel Kaluuya y Youn Yuh-jung se alzaron con los premios como actor de reparto un año después de las premiaciones de Brad Pitt y Laura Dern.
Un gran nombre que sin embargo no participó de la ceremonia fue Anthony Hopkins, quien se quedó en Gales y probablemente estaba durmiendo cuando inesperadamente ganó como mejor actor por El padre, en lo que fue el premio final de la noche.
Los Óscar generalmente terminan con la distinción a la mejor película y muchos espectadores señalaron que la falta de un discurso de aceptación en el gran final de la ceremonia fue otro elemento de anticlímax.
“A los 83 años, no esperaba recibir este premio, realmente no lo hice”, dijo Hopkins en un video publicado en la red Instagram el lunes por la mañana.
“Quiero rendir homenaje a Chadwick Boseman, quien nos fue arrebatado demasiado pronto”, agregó, refiriéndose a la fallecida estrella de Black Panther que se esperaba que ganara el premio al mejor actor por su último papel en Ma Rainey’s Black Bottom.
La ceremonia poco ortodoxa de los Óscar de este año se trasladó de un teatro de Hollywood a una glamorosa estación de tren de Los Ángeles, para cumplir con los estrictos protocolos impuestos debido a la pandemia de covid-19 reinante.
Quejas.
Las críticas de la transmisión fueron mixtas. Varios expertos y fanáticos se quejaron de la falta de humor y actuaciones musicales del programa.
Si bien muchos Óscar comienzan con monólogos amordazados, los productores recurrieron este año a Regina King, quien fue una de las muchas estrellas que se refirió al racismo y la violencia policial, en relación a la condena la semana pasada del expolicía de Minneapolis Derek Chauvin por el asesinato de George Floyd.
Variety criticó la decisión de carecer de un anfitrión por tercer año consecutivo, calificando la ceremonia de “perdida y sin guía”.
Sin embargo, también hubo algunos halagos al ‘show’. Deadline calificó la “ceremonia relativamente rápida y profundamente personal”.