Superávit primario entre enero y marzo tiene raíces coyunturales
››Ajuste del año fiscal explica mayor recaudación registrada en marzo
El superávit primario con el que cerró el primer trimestre del 2021 se dio por la conjunción de varios factores circunstanciales relacionados con el aumento en la tributación, por lo que una consolidación positiva del balance primario podría darse hasta el 2023.
El Gobierno asegura que el balance primario podría llegar a un 1% para ese año si se implementan las medidas de ajuste fiscal incluidas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) así como la aprobación de las reformas legislativas propuestas, como la Ley de Empleo Público.
De alcanzarse ese resultado, la deuda llegaría a un nivel máximo de 76,0% del PIB, para descender a partir de este punto en los siguientes años. Así lo señaló el Ministerio de Hacienda en el documento que detalla el marco fiscal de mediano plazo.
Un superávit primario consiste en que los ingresos del Gobierno Central sean superiores a sus gastos corrientes. Esto excluye el pago de intereses de la deuda pública. Los resultados del primer trimestre del 2021 mostraron un balance primario de 0,61% del producto interno bruto (PIB). La última vez que ocurrió una situación similar fue en el 2009, es decir, 11 años atrás.
El resultado del primer trimestre de este año se debe a una serie de factores coyunturales que contribuyeron a un aumento en los ingresos totales de 27,20% respecto al mismo periodo del 2019.
Factores coyunturales. El primero de ellos es el aumento en lo recaudado por la partida del impuesto sobre la renta, que significó ¢145.908 millones más que lo recaudado en el mismo periodo del año anterior.
Esto se daría por una única vez, a raíz de la Ley para el Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, que generó que los contribuyentes enfrentaran un periodo fiscal de 15 meses, que finalizó el 31 de marzo anterior.
La recaudación del tributo sobre las utilidades de las personas jurídicas fue por ¢407.276 millones (1,09% del PIB), con una variación del 47,30% con respecto al mismo periodo del 2020.
“Vamos por la ruta correcta y se está reduciendo el déficit primario. Pero no nos tiene que llamar a error el dato de marzo, porque primero, los impuestos que tenían que pagarse en diciembre anterior se pagaron en marzo, eso hace que se inflen los ingresos”, explicó Vidal Villalobos, asesor económico de Prival Bank.
Con esto coincidió el socio director de Grant Thornton, German Morales. “La recaudación es muy buena pero tiene una interpretación que tiene que hacerse inteligentemente. Cuando compare abril del 2021 con el del 2020 no habrá estas diferencias”, dijo Morales.
Otro factor se relaciona con la incorporación de los ingresos por superávit de la Ley 9.925, lo que generó un crecimiento de 219,48% de los ingresos por transferencias corrientes. Estos recursos son destinados para el pago de la deuda.
Asimismo, se registraron ¢6.535 millones en ingresos de capital, producto de la transferencia de capital del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA). “Este es un aporte especial por una única vez, que no vamos a volver a ver”, advirtió Villalobos.
Las transferencias corrientes cayeron 0,81% comparado con el 2020.