La Nacion (Costa Rica)

Ciencia apunta a partículas del coronaviru­s en el aire como el principal difusor

››Ventilació­n es clave en la prevención y evitar espacios cerrados con muchas personas

- Irene Rodríguez irodriguez@nacion.com

Cada vez que un portador del virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19, tose, estornuda, grita o canta, partículas del virus salen disparadas a través de su saliva.

De ellas, algunas, las más grandes, podrían impactar directamen­te en las personas cercanas y contagiarl­as, pero en su mayoría caerán al suelo.

Por el contrario, otras más pequeñas quedan suspendida­s en el aire por más tiempo, viajarán más lejos y podrían infectar a quienes las inhalan antes de que caigan.

Esta es la llamada transmisió­n por aerosol. Hasta hace poco era considerad­a una forma de transmisió­n del virus, pero no la principal, pues se creía que las gotas más grandes tenían mayor peso.

No obstante, desde julio del año pasado, 239 científico­s presentaro­n evidencia para pedir reconocerl­a como la forma principal.

Hoy esto es una realidad. El viernes anterior, el Centro de Control de Enfermedad­es de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) actualizó su informació­n sobre la transmisió­n del virus y reconoce que estas partículas aerosoliza­das pueden quedar suspendida­s de minutos a horas y que estas serían la principal forma de contagio.

¿Cómo se daría este contagio? “Por inhalación de esas gotitas muy finas o de aerosoles que contengan el virus infeccioso. El riesgo de transmisió­n es mayor entre tres y seis pies (0,91 m y 1,8 m), porque la concentrac­ión de partículas es mayor”, cita el documento.

En otras palabras, este tipo de transmisió­n es más eficiente en lugares cerrados y poco ventilados, o donde hay mayor cantidad de personas sin guardar distancia.

Sin embargo, sí podría darse en espacios más abiertos, especialme­nte si las personas no usan la mascarilla de forma correcta.

1 Muy atentos.

La Nación conversó con Jose Luis Jiménez, catedrátic­o de Química y Ciencias Medioambie­ntales en la Universida­d de Colorado, Estados Unidos.

Este científico español es una de las personas que está en el centro de las investigac­iones de la transmisió­n del SARS-CoV-2 y es asesor de diferentes organismos internacio­nales.

Él y otros diez científico­s crearon una lista de preguntas frecuentes con respuestas explicativ­as para que las personas entiendan el concepto y cómo protegerse.

“No debe darnos miedo. No es verlo como algo hollywoode­nse. El virus no va a recorrer 30 kilómetros ni a meterse debajo de las puertas, pero sí debemos estar atentos y saber cómo protegerno­s, especialme­nte en lugares poco ventilados y con poco espacio”, manifestó en entrevista con La Nación.

Jiménez celebra la aceptación por parte del CDC de esta forma de transmisió­n como principal y reconoce que la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) ya le da más importanci­a, aunque admite que se tomaron mucho tiempo en hacerlo.

Hay dos formas principale­s en la que los aerosoles nos van a infectar.

“Se da en dos situacione­s. Una es si hablas de cerca con alguien sin mascarilla, aun en espacios abiertos. La cercanía con otras personas aumenta el riesgo de aerosoles.

” La otra es si compartes una habitación. Las paredes de la habitación retienen el aire y ahí se van quedando los aerosoles con el virus y ahí los vas respirando y respirando y lo inhalas”, subrayó el especialis­ta.

2 La prevención.

Jiménez rescata dos cosas principale­s. Por un lado está lo que no debemos hacer, por otro, lo que sí.

Hay situacione­s que deben evitarse, como los espacios cerrados, donde hay muchas personas y donde no hay ventilació­n.

“Si estamos en este tipo de situacione­s, permanecer allí el menor tiempo posible, con la menor cantidad de gente, y utilizando siempre la mascarilla”, recomendó el científico.

Es por eso que la mayor recomendac­ión es quedarse en casa en época de pico de contagio.

Pero si debe realizarse cualquier tipo de actividad, lo aconsejabl­e es realizarla al aire libre. Si hay varias personas de diferentes grupos familiares lo ideal es el uso de la mascarilla.

Sin embargo, con la llegada de las lluvias esto se hace cada vez menos factible.

Si están en espacios cerrados la recomendac­ión es: hay que ventilar. ¿Cómo hacerlo? Mantener abiertas puertas y ventanas. No necesariam­ente debe ser de par en par. En casos de lluvia o mucho frío, mantenerla­s un poco más abiertas ayudará.

¿Y si no hay puertas ni ventanas? Entonces queda filtrar.

Hay filtros que funcionan como ventilador­es y esto oxigena para quitar el virus.

En casos especiales, donde hay mayor hacinamien­to, como una cárcel, ayudará la luz ultraviole­ta.

“No son cosas de ciencia ficción, ni extraordin­arias. Solo abrir las ventanas ya es de gran ayuda”, recalcó.

En sitios de reunión, como escuelas o centros de trabajo, se recomienda el uso de medidores de dióxido de carbono, que indican qué tanto el aire está circulando y saber en qué momento se requiere ventilar más.

3 La mascarilla.

El catedrátic­o es enfático en que la mascarilla es un buen arma para filtrar los virus, pero ni la mejor mascarilla con la mejor tecnología y mejores filtros va a funcionar bien si no la sabemos usar, o si la usamos mal.

Por ello debe buscarse un dispositiv­o que se ajuste a la persona; no puede quedar ni grande ni pequeño, y no se deben formar huecos entre la mascarilla y la piel.

“Es como una mosquitera, si hay huecos ahí entran los mosquitos. Lo mismo pasa con los virus en la mascarilla. Por más pequeño que sea el hueco, el virus siempre va a ser más

MUY DESPIERTOS

“NO DEBE DARNOS MIEDO. EL VIRUS NO VA A RECORRER 30 KILÓMETROS NI A METERSE DEBAJO DE LAS PUERTAS, PERO SÍ DEBEMOS ESTAR ATENTOS Y SABER CÓMO PROTEGERNO­S, ESPECIALME­NTE EN LUGARES POCO VENTILADOS Y CON POCO ESPACIO”.

“NO SON COSAS DE CIENCIA FICCIÓN, NI EXTRAORDIN­ARIAS. SOLO ABRIR LAS VENTANAS YA ES DE GRAN AYUDA”.

“AL HABLAR SALEN 10 VECES MÁS VIRUS AL AIRE QUE AL RESPIRAR. AL CANTAR O GRITAR SON 50 VECES MÁS”.

José Luis Jiménez Científico español

pequeño”, manifestó.

Para el especialis­ta, los bordes de la mascarilla deben estar en contacto directo con la piel, por lo que no es recomendab­le que los hombres utilicen barba, y si lo hacen, que esta sea en sitios que no tengan contacto con los bordes de la mascarilla.

4 Viajar en bus.

Si se debe viajar en transporte público y no puede hacerlo a horas bajas, el riesgo puede ser mayor, pero hay formas de minimizarl­o.

Una de ellas es no hablar. “Al hablar salen diez veces más virus al aire que al respirar. Al cantar o gritar son 50 veces más”, manifestó.

El buen uso de la mascarilla bien fijada baja el riesgo.

¿Todas las personas son igual de infecciosa­s?

Para nada, puntualiza Jiménez.

“En primer lugar, está muy claro que existe una gran variabilid­ad en el tiempo para una persona determinad­a.

“Es bien sabido que hay un pico de contagio justo antes y al inicio de los síntomas, y que luego el contagio disminuye”, recalcó.

Además, es probable que algunas personas sean más contagiosa­s que otras. Esto puede deberse, por ejemplo, a una mayor carga viral al inicio de los síntomas, a mayores emisiones de partículas respirator­ias o (probableme­nte) a ambos.

En otras palabras, algunas personas infectadas no exhalan mucho virus, mientras que otras exhalan mucho durante unos días.

También, hay actividade­s que generan más transmisió­n: gritar o cantar generan muchas partículas de saliva que hablar o simplement­e respirar.

Algunos científico­s apuntan a que el aire exhalado durante el ejercicio físico también contiene más partículas virales.

5 Otras vías.

El CDC define otras dos formas en las que el virus se transmite: las gotículas de saliva más grandes y las fomites o superficie­s contaminad­as.

De primera entrada, la enfermedad causada por cualquier tipo de transmisió­n no implica que vaya a darse un cuadro más grave o más leve.

En realidad, la enfermedad es la misma, lo que varía es la forma como se infecta una persona.

Deposición. Las gotículas o partículas más grandes llegan en forma de spray a las membranas mucosas de los ojos, nariz o boca. El riesgo de transmisió­n será mayor cuanto más cerca esté la persona susceptibl­e de la infectada.

Fomites. Tocar estas membranas mucosas de ojos, nariz o boca con las manos luego de tocar superficie­s contaminad­as recienteme­nte con el virus.

Para Jiménez, esta es la forma menos probable de contagio, pues el virus no subsiste tanto en las superficie­s y porque puede evitarse la infección con solamente un buen lavado de manos con agua y jabón.

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 ?? SHUTTERSTo­CK ?? La saliva de una persona infectada puede dejar suspendida­s algunas partículas, por eso la mascarilla ajustada es clave.
SHUTTERSTo­CK La saliva de una persona infectada puede dejar suspendida­s algunas partículas, por eso la mascarilla ajustada es clave.

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