Los entretelones de un agitado banquillo morado
››Aquí le contamos sobre el desgaste de Centeno, la condicionada gestión de roy Myers y la imposición de Mauricio Wright
Saprissa consiguió el campeonato 36 de su historia, luego de clasificar como cuarto de la fase regular, pero metió la estocada cuando más duele: en los últimos cuatro cotejos y ante el equipo más regular de la etapa previa, el archirrival Alajuelense. Sin embargo, el éxito conseguido tiene una historia que pocos conocen sobre todo el vaivén en la dirección técnica.
La Nación se dio a la tarea de investigar los secretos del título morado, para entender cómo el club cambió por completo de mentalidad en el último capítulo del certamen, luego de casi vegetar en los 22 partidos clasificatorios y en donde su mayor atractivo fue la salida de sus entrenadores Wálter Centeno y Roy Myers.
Este diario tuvo amplias conversaciones con cinco fuentes internas del club, cercanas al camerino, quienes relataron los entretelones.
A su llegada al banquillo de la ‘S’, Roy Myers recibió una orden directa y clara del club: “Queremos que el cambio generacional comience a notarse”. Saprissa, en ese momento, quería darle más protagonismo a futbolistas como Orlando Sinclair, Jordi Evans, Fabrizio Alemán, Justin Tellería, Douglas Sequeira y Samuel Maroto.
De hecho, en su primera alineación Roy Myers colocó en el campo de juego a Mathew Bolaños, Jordi Evans y Orlando Sinclair. Ese cotejo terminó 1 a 1 ante Pérez Zeledón. En el siguiente reto fue Warren Madrigal la sorpresa.
La inclusión de juveniles provocaba, que futbolistas experimentados tuvieran que ir cediendo poco a poco su puesto. Esto al final generó tensión puertas adentro.
El rendimiento de Myers no era malísimo, pero tampoco levantó el club.
“Al parecer, a Roy le dicen que hay que reunir a los jugadores de experiencia en grupos para decirles que hay que poner a jóvenes, por lo que el rol de ellos ahora sería más de formación, de guiar.
”Eso para Roy fue difícil de llevar porque aunque él es un técnico que domina grupos por su buena forma de ser, pues aunque los de experiencia querían tal vez comprometerse a levantar la barca, se sentían heridos”, contó una de las fuentes.
El ambiente se torna mucho más pesado en la semana del 12 al 18 de abril. Saprissa perdió 4 a 0 con el Philadelphia Union y 5 a 0 con Alajuelense. Aquí cambió todo.
La molestia invade a jugadores que no forman parte del liderazgo del camerino, pero que tampoco son juveniles, al estilo de Esteban Espíndola y Mariano Torres.
En una encerrona, los futbolistas intermedios del club agarran la batuta y tienen lo que tres fuentes por aparte describieron como un “careo”, en el que no estuvieron los miembros del cuerpo técnico. Le reprocharon a algunos no estar entregando su 100%.
En el camerino se habló fuerte y se hizo saber que si Saprissa seguía por el mismo camino, no se afectaría solo a un grupo de jugadores, sino a todos. Nadie, por más nombre que tuviera, era inmune al reproche de la afición. Se exigió correr cada pelota como si fuera la última.
Los de más experiencia comprendieron que el 5 a 0 fue el momento en el que todos “comieron tierra”, sin importar su experiencia.
“Se reúnen en el camerino, el resto de jugadores agarran a los líderes y los ponen contra las cuerdas. El liderazgo intermedio toma el control y ponen a todo el mundo en su lugar. Las ‘cabezas’ son obligadas a comprometerse con el resto del grupo y ahí todo cambia”, relataron testigos.
Según un informante, uno de los jugadores de mando medio no se anduvo con sutilezas para decirle a los líderes: “Por su ego, por su propia imagen han hecho esto”.