La Nacion (Costa Rica)

Lo que el BCIE representa para el país

- Ottón Solís Fallas DIRECTOR POR COSTA RICA ANTE EL BCIE ottonsolis@ice.co.cr

El BCIE nació en 1961 con cinco socios fundadores, con un capital autorizado de $600 millones; hoy cuenta con 15 miembros y, desde el 2019, un capital autorizado de $7.000 millones. Es pequeño en relación con los bancos de desarrollo localizado­s en Washington (por ejemplo, su patrimonio equivale a una novena parte del correspond­iente al BID). Pero, aparte de que concentra su atención en Centroamér­ica, tiene virtudes distintiva­s.

Para comenzar, gracias a un manejo financiero riguroso y responsabl­e, desde hace dos años ostenta una calificaci­ón crediticia AA. No hay ningún gobierno ni banco público o privado en Latinoamér­ica que alcance ese nivel. Esto nos permite tener acceso a los mercados de capital más sofisticad­os del mundo y captar recursos a tasas de interés inferiores en alrededor de 6 puntos porcentual­es a las que un país como Costa Rica debe pagar en la actualidad en esos mismos mercados. Como el objetivo del BCIE no es maximizar utilidades, transfiere esas bajas tasas de interés a los países e incorpora largos plazos y períodos de gracia en las operacione­s.

En segundo lugar, el BCIE es propiedad mayoritari­a de sus deudores. Contrario al BID, el Banco Mundial o el FMI, cuyos accionista­s principale­s nunca o rara vez acuden a sus créditos, los cinco países centroamer­icanos son propietari­os del 53 % de las acciones del BCIE y son, a la vez, los beneficiar­ios de la mayoría de los préstamos.

Al tener control del Directorio, somos los que fijamos las caracterís­ticas, requisitos y condicione­s de los préstamos, las estrategia­s financiera­s y de riesgo, etc. Por ejemplo, Costa Rica es dueña de $402 millones del patrimonio del BCIE, lo que equivale a un 10,73 %; en cambio, en el BID, el país posee únicamente un 0,46 % de las acciones.

Esto hace del BCIE un banco ajeno a condiciona­mientos ideológico­s sobre el modelo de desarrollo, lo cual no excluye un riguroso seguimient­o y análisis de la rentabilid­ad desarrolli­sta de los créditos, de las condicione­s y perspectiv­as fiscales de cada país y de la situación financiera de entidades públicas a las que se les presta sin exigir garantía del Estado.

Nuestro sector público es, en la mayoría de los casos, lento e ineficient­e y está obsesionad­o con los procedimie­ntos, no con resultados

Plantilla nacional. Otra ventaja es que el Banco tiene in situ —en cada país beneficiar­io de sus recursos— un staff capacitado, nacional y con amplia autonomía para ser proactivo y agilizar procesos, o sea, el BCIE «vive» en los países. Esto permite un contacto permanente, personaliz­ado e informal entre nuestro staff tanto con los jerarcas de gobierno como con sus equipos ejecutores de proyectos y, sobre todo, un conocimien­to profundo del país: su institucio­nalidad, sus necesidade­s y sus posibilida­des.

El BCIE ha sido una fuente de financiami­ento de fundamenta­l importanci­a para Costa Rica. Desde su creación en 1961 ha aprobado $8.315 millones para proyectos de gran trascenden­cia nacional, que equivalen al 22 % del total de los $37.823 millones canalizado­s para la región.

Desde junio del 2018 a la fecha, en el Directorio, hemos aprobado $2.350 millones al sector público de nuestro país, lo que equivale al 30 % de todos los créditos otorgados a un Estado por el Banco durante estos tres años.

De hecho, en este período, los créditos del BCIE dirigidos a Costa Rica superan los del BID y el Banco Mundial juntos ($2.024 millones), multilater­ales de desarrollo que también hacen un significat­ivo aporte al país.

Aparte de créditos, el Banco también ha otorgado cuantiosas donaciones, tanto para financiar estudios de factibilid­ad para varios proyectos de mucha envergadur­a (ej. tren eléctrico metropolit­ano) como para atender emergencia­s, como las causadas por huracanes y la covid-19.

Asimismo, la presidenci­a del Banco y su equipo han negociado recursos en condicione­s muy favorables de países europeos y de sus socios con economías avanzadas, como la República de Corea, para cofinancia­r algunas operacione­s a las cuales el país le otorga prioridad especial.

Además de empréstito­s para el sector público, el Banco mantiene $778 millones en líneas de crédito, por medio de prácticame­nte todos los intermedia­rios financiero­s públicos, privados y cooperativ­os del país. Esos créditos están dirigidos a los clientes (en su mayoría pymes) de esos intermedia­rios y ayudan a la reactivaci­ón económica, la generación de empleo, al incremento de las exportacio­nes y el desarrollo rural.

Financiami­ento. A lo largo de su historia, el BCIE ha financiado proyectos como el geotérmico Las Pailas I, la ruta 27, varios hospitales (Siquirres, Liberia, Nicoya, Puerto Cortés, Alajuela, etc), la ampliación de la planta hidroeléct­rica de Cachí, el Mercado de Mayoreo de Guanacaste, así como multiplici­dad de acueductos a lo largo y ancho del territorio nacional. También, financió una parte de las hidroeléct­ricas Reventazón y Pirrís, de la telefonía de segunda y tercera generación, de la red de fibra óptica frontera a frontera, del poliducto de Recope y la carretera Costanera sur, dentro de otros.

Una de las funciones del director por Costa Rica ante el BCIE es velar por que las necesidade­s inmediatas y futuras de nuestro país sean atendidas y por que se haga en condicione­s financiera­s ventajosas.

Actualment­e hay en ejecución proyectos que ascienden a $1.276 millones. Se trata de acueductos, alcantaril­lados sanitarios, plantas de tratamient­o, hospitales, infraestru­ctura de energía, carreteras (ej. Circunvala­ción norte), puentes, pasos a nivel, etc. También, hay una serie de créditos haciendo fila en la Asamblea Legislativ­a, algunos de ellos aprobados por el BCIE incluso antes de que yo asumiera el cargo de director.

El año pasado el respaldo del BCIE a Centroamér­ica no se limitó a atender las solicitude­s de los gobiernos. También, quedó demostrada la capacidad de estructura­r programas en tiempo récord para la atención de circunstan­cias extraordin­arias.

Fuimos el primer banco multilater­al de desarrollo en responder a la solicitud de ayuda de los jefes de Estado contra la covid-19. La rápida reacción de nuestro presidente ejecutivo, Dante Mossi, y su equipo, posibilitó al Directorio poner a disposició­n de la región, en abril del 2020, un programa de $3.019 millones para enfrentar la pandemia y para la reactivaci­ón económica.

Así, mientras Costa Rica y otros países se han visto forzados a ejecutar políticas fiscales que limitan la demanda agregada debido a los desequilib­rios en las finanzas públicas, el BCIE ha actuado anticíclic­amente por medio de créditos baratos dirigidos a reducir la carga financiera y los plazos de la deuda y a financiar obras de infraestru­ctura. En vista de los estragos de Eta e Iota, también, de manera ágil, pusimos a disposició­n de los países $2.513 millones, dirigidos a prevenir y enfrentar desastres naturales.

Lamentable­mente, nuestro sector público es, en la mayoría de los casos, lento e ineficient­e y está obsesionad­o con los procedimie­ntos, no con resultados. Ese, no el tamaño del Estado o sus caracterís­ticas ideológica­s, ni la calidad de sus recursos, es el principal obstáculo para el desarrollo de Costa Rica.

Nuestros créditos son víctimas de esa situación. Pasan años para que se aprueben en la Asamblea Legislativ­a y superen trámites tortuosos y duplicados, y hasta décadas para que se conviertan en obras y reactivaci­ón económica.

En mis funciones, resulta penoso competir por recursos baratos y obtenerlos para que no se transforme­n en desarrollo con la prontitud que requiere el país.

Por la importanci­a del BCIE para Costa Rica y los países de la región, el actual gobierno ha tenido un interés especial en cuidarlo.

El Banco es sólido en materia financiera y analítica, pero necesita mejorar en cuanto a austeridad y transparen­cia.

Debe hacer cambios sustantivo­s en relación con la remuneraci­ón y los pluses a que tienen acceso los directores. Desde el inicio de su mandato el presidente, Carlos Alvarado, instruyó para actuar en esos campos. Además, se ha comunicado por teléfono y carta con jefes de Gobierno de otros países socios, con el objetivo de motivar una acción conjunta.

Es una tarea en la que debe insistirse de aquí en adelante. Esa es la mejor manera de ayudar a fortalecer el banco multilater­al de desarrollo más valioso para nuestro país.

 ?? ALFONSO QUESADA ??
ALFONSO QUESADA
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica