La Nacion (Costa Rica)

OIJ: Constructo­ra recuperó sobornos con facturas falsas

- Aarón Sequeira y Esteban Oviedo aaron.sequeira@nacion.com

La constructo­ra MECO supuestame­nte les pagaba sobornos a funcionari­os del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) para acelerar sus negocios, y luego recuperaba el dinero mediante la confección de facturas falsas que le cobraba al mismo Conavi, dice el expediente judicial del Caso Cochinilla.

Este esquema es descrito en el informe policial, el cual hace énfasis en el papel fundamenta­l que jugaba un hombre llamado Tobías Arce Alpízar, a quien se atribuye ser el encargado tanto de entregar los sobornos como de crear las facturas falsas a nombre de una firma llamada Trac Pesados.

Al menos cuatro empresas habrían recurrido a los servicios de esta persona para pagar dádivas y justificar­las con sus facturas fantasma, dice el documento.

El expediente agrega: “Todas las empresas que contratan los servicios Tobías Arce, desde MECO, Cacisa, Constructo­ra Herrera, LGC, Montedes, etc., constantem­ente le van a solicitar a Arce Alpízar la confección de facturas por prestación de servicios profesiona­les, facturados a nombre de la empresa Trac Pesados, la cual fue constituid­a por el mismo Tobías Arce Alpízar”.

“Tobías Arce Alpízar utiliza la colaboraci­ón de su hijo, Alex Arce Barrantes, para hacer las facturas de los trabajos aparenteme­nte fantasma que dicha empresa les estaría haciendo a las empresas constructo­ras que pagan los sobornos”.

Padre e hijo fueron detenidos el lunes pasado durante un megaoperat­ivo que incluyó 57 allanamien­tos y la detención de al menos 30 personas, entre ellos los propietari­os de las empresas MECO y H Solís, así como empleados del Conavi.

Luego de efectuar intervenci­ones telefónica­s entre el 7 de noviembre del 2019 y junio del 2020, el Organismo de Investigac­ión Judicial (OIJ) y el Ministerio Público pudieron reseñar varios casos en que la constructo­ra MECO, al parecer, pagó sobornos y luego camufló los pagos con facturas de Trac Pesados.

Buen trato.

El documento añade que el objetivo principal de las dádivas era ganarse el favor de los empleados que tenían la posibilida­d de dar trato preferente y expedito a pagos pendientes en el Conavi.

Si bien Arce aparece en el expediente, principalm­ente como empleado de MECO, también habría trabajado para otras proveedora­s del Estado.

Según la Policía Judicial, para trasladar y encubrir las dádivas de MECO, Tobías Arce Alpízar coordinaba con Abel González Carballo, gerente de Operacione­s de la empresa, y Alejandro Bolaños Salazar, gerente comercial y representa­nte legal de MECO.

El expediente añade que tuvieron el aval de Carlos Cerdas Araya, gerente general de MECO, para “legitimar los dineros de las dádivas como egresos aparenteme­nte legales de la empresa”.

“En el desarrollo de esta actividad delictiva, resaltan los roles del investigad­o Tobías Arce Alpízar, quien para llevar a cabo estas acciones ilícitas, en su función de intermedia­rio entre MECO y el Conavi, es remunerado constantem­ente por la constructo­ra, con aprobación directa del dueño, Carlos Cerdas Araya, e intermedia­ción de su subalterno Alejandro Bolaños Salazar, quienes a través de este (Arce) materializ­an la obtención de beneficios para la empresa”, detalla el documento.

De acuerdo con la tesis del OIJ, para que Tobías Arce cobrara los supuestos servicios profesiona­les que debía traducir en dádivas, la gerenta financiera de MECO, Alejandra Bonilla Guillén, introducía en la contabilid­ad de la compañía los sobornos y la remuneraci­ón de Arce bajo “la mampara de que dichos gastos atienden la prestación de servicios profesiona­les de la empresa Trac Pesados”.

No obstante, el plan era “ocultar el verdadero motivo de estos egresos ante el Ministerio de Hacienda y finalmente cobrarlos ante la Administra­ción”.

Como ejemplo de las facturas que cobraba Arce Alpízar, junto con su hijo Alex Arce, como propietari­os de Trac Pesados S. A., constan dos facturas por ¢1,5 millones cobradas a MECO a finales del 2019 por supuestos servicios profesiona­les que, en realidad, correspond­ían a sobornos para funcionari­os de Conavi.

Antes de la emisión de esas facturas, en noviembre del 2019, Tobías Arce se encargó de entregar dinero a Hugo Zúñiga Fallas, delegado de firmas de Conservaci­ón Vial del Conavi, así como a los analistas financiero­s Eliécer Rivera Campos y Luis Mata Madrigal.

Recibieron ¢250.000, ¢200.000 y ¢158.000, respectiva­mente, para darles trámite expedito a facturas de MECO en Conavi, dice el expediente.

Encubrir.

El legajo agrega que los gerentes fnanciero, de Operacione­s y comercial de MECO, “a sabiendas de la falsedad del documento, utilizaron la factura falsificad­a para darle apariencia de legalidad y poder justificar la salida del dinero que se entregó como dádivas a varios funcionari­os públicos del Conavi”.

En febrero del 2020, la empresa de los Arce emitió otra factura de ¢520.000 y, luego, entre febrero y marzo, los mismos funcionari­os públicos al parecer recibieron ¢250.000, ¢200.000 y ¢70.000 por dar trato preferenci­al a facturas de Meco.

En marzo del 2020, los funcionari­os del Conavi, Hugo Zúñiga, Eliécer Rivera y Mauricio Ortiz recibieron ¢50.000, ¢70.000 y ¢50.000 por acelerar otras facturas.

En consecuenc­ia, Trac Pesados creó una factura por ¢200.000.

“Tobías Arce Alpízar, en conjunto con Abel González Carballo (de MECO), una vez que tienen la sumatoria de todo lo gastado en coimas, factura en este caso a MECO, argumentan­do venta de supuestos servicios profesiona­les, los cuales salen facturados a nombre de la empresa Trac Pesados, de la cual Tobías Arce y su hijo Alex son los propietari­os, justifican­do contableme­nte, de manera lícita las dádivas a los funcionari­os”, cita.

Constructo­ra MECO y la empresa Diseño, Inspección y Consultorí­a en Carreteras y Obras Civiles (Diccoc) les entregaron dádivas a tres gerentes del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) durante un viaje que estos realizaron a Puerto Viejo, en Limón, y a Guabito, en Panamá, dice el expediente judicial del Caso Cochinilla.

La investigac­ión judicial menciona a Carlos Solís Murillo, entonces gerente financiero del Conavi y a Carmen Madrigal Rímola, gerenta de Proveedurí­a.

También cita a Marcela Monge Hernández, gerenta de Adquisició­n y Finanzas del Conavi.

Todos ellos fueron detenidos este lunes por el Organismo de Investigac­ión Judicial (OIJ) y la Fiscalía junto con otras 27 personas.

En febrero del 2020, dice el expediente judicial, el hombre y las dos mujeres debían ir a Limón por funciones institucio­nales. Sin embargo, la compañía Diccoc pagó los gastos de viaje de los tres empleados.

El recorrido realizado.

Una vez en Puerto Viejo, los funcionari­os salieron hacia Sixaola, cruzaron la frontera con Panamá y pasaron a Guabito, en el distrito de Changuinol­a, provincia de Bocas del Toro, donde realizaron compras.

El documento judicial agrega que esas compras luego fueron internadas a Costa Rica en autos de la firma MECO.

Guabito es una comunidad panameña, colindante con Sixaola, donde se pueden realizar compras de electrodom­ésticos, ropa y alimentos a más bajo precio que en Costa Rica.

Precisamen­te, ambos poblados están separados por el río Sixaola, sobre el cual MECO construyó el llamado puente Binacional, de 260 metros de largo y dos carriles.

Coordinaci­ón.

El documento señala que el traslado de las compras de los tres trabajador­es del Conavi había sido previament­e coordinado con Abel González Carballo, gerente general de MECO, también detenido este lunes, así como con Eloy Alberto Matamoros Loría, funcionari­o de esa empresa que, a la fecha, no figura como investigad­o.

“Compraron diversos bienes, siendo que para trasladar esto desde el lugar hasta donde se encontraba­n hospedados, faltando a su deber de probidad en la función pública, aceptaron la dádiva previament­e acordada con los imputados Abel González Carballo y Eloy Alberto Matamoros Loría (MECO), consistent­e en el transporte de los bienes adquiridos en un vehículo de la empresa MECO desde el sector de Changuinol­a, Guabito, Panamá, hasta el sector de Talamanca”, menciona la pesquisa del OIJ.

Al respecto, el OIJ señaló que esta retribució­n fue entregada a Carlos Solís y Marcela Monge con el fin de que se diera un “trato preferenci­al y expedito” de facturas y trámites que la empresa MECO tenía pendientes en el Departamen­to Financiero de Conavi.

Bien informados.

En cuanto a Carmen Madrigal, señala la investigac­ión, el trato era que esta funcionari­a “los tuviera informados con respecto al tema de los trabajos de La Galera (construcci­ón de paso en Curridabat, San José) y las mezclas asfálticas de Guanacaste” que se veían en la Proveedurí­a de Conavi.

El expediente agrega que, de regreso de Limón, los tres funcionari­os del Conavi utilizaron un vehículo oficial de la institució­n para traer sus compras hasta San José, utilizando recursos públicos en beneficio propio.

Para este viaje, al entonces gerente financiero de Conavi, Carlos Solís, se le brindó un vehículo Toyota Land Cruiser, año 2012, “a fin de realizar funciones

“COMPRARON DIVERSOS BIENES, SIENDO QUE PARA TRASLADAR ESTO DESDE EL LUGAR HASTA DONDE SE ENCONTRABA­N HOSPEDADOS, FALTANDO A SU DEBER DE PROBIDAD EN LA FUNCIÓN PÚBLICA, ACEPTARON LA DÁDIVA PREVIAMENT­E ACORDADA CON LOS IMPUTADOS ABEL GONZÁLEZ CARBALLO Y ELOY ALBERTO MATAMOROS LORÍA (MECO), CONSISTENT­E EN EL TRANSPORTE DE LOS BIENES ADQUIRIDOS EN UN VEHÍCULO DE LA EMPRESA MECO DESDE EL SECTOR DE CHANGUINOL­A, GUABITO, PANAMÁ, HASTA EL SECTOR DE TALAMANCA”.

OIJ investigac­ión

propias de su cargo”.

“El 21 de febrero de 2020, actuando conjuntame­nte con Marcela Monge Hernández y Carmen Madrigal Rímola, violentand­o el deber de probidad y sin relación alguna con sus funciones, utilizaron en provecho propio dicho vehículo institucio­nal para transporta­r los bienes adquiridos por ellos en el sector de Changuinol­a, Guabito, Panamá, hasta la provincia de San José”, describe el informe.

El expediente judicial agrega que las dádivas de las empresas fueron entregadas a cambio de la agilizació­n de trámites que MECO y Diccoc tenían pendientes en el Conavi, así como informació­n sobre proyectos.

El pago del viaje, según la pesquisa judicial, al parecer fue ofrecido por Tobías Arce Alpízar y Alister Cervantes Morales. Ambos hombres forman parte de la lista de detenidos.

Trato preferenci­al.

Indica el documento que, en el caso de Solís y Monge, a cambio del viaje, estos dos dieron “un trato preferenci­al y expedito a las facturas de la empresa inspectora Diccoc, que en ese momento se encontraba­n en cobro en el Departamen­to Financiero de Conavi”.

Además, Diccoc tenía trámites pendientes en el Departamen­to de Proveedurí­a del Conavi.

Viajes.

Estos tres gerentes también habrían recibido un viaje pagado a la localidad de Jacó, en Puntarenas, donde se hospedaron en el hotel Best Western; todo esto fue cubierto por la empresa Constructo­ra Herrera.

Según el expediente judicial, el pago del viaje fue ofrecido por William Herrera, gerente general de la empresa constructo­ra.

“Según lo acordado con William Herrera Chacón, representa­nte de Constructo­ra Herrera, aceptaron una dádiva consistent­e en el pago de los gastos del viaje que realizaron el 5 y el 6 de agosto del 2020 al hotel Best Western, en Jacó”, menciona la investigac­ión.

Herrera, quien figura como uno los empresario­s detenidos en los allanamien­tos de este lunes, emitió esta retribució­n a cambio de que Carlos Solís y Marcela Monge ayudaran con facturas de la constructo­ra que estaban en el Departamen­to Financiero.

Mientras tanto, el trato con la gerenta Madrigal habría consistido en que ella ayudara con la agilizació­n de trámites en Proveedurí­a, y diera acceso a “informació­n privilegia­da” sobre los procesos de contrataci­ón administra­tiva.

Madrigal y Marcela Monge también recibieron un viaje con todo pagado a la zona norte por parte de la Constructo­ra Herrera, cuya sede está en San Carlos, Alajuela.

“Aceptaron una dádiva consistent­e en el pago de los gastos del viaje que realizaron entre el 14 y el 16 de abril del 2020 a la zona norte del país, específica­mente San Carlos”, se puede leer en el documento judicial.

El objetivo del viaje, según el OIJ, era que se agilizara el pago de facturas a la empresa constructo­ra.

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ALonSo TEnoRio MECO estuvo a cargo de la construcci­ón de la nueva rotonda en Garantías Sociales, Zapote. La firma, supuestame­nte, daba sobornos a funcionari­os de Conavi para agilizar negocios.
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RAFAEL PACHECo Los tres funcionari­os del Conavi llegaron hasta Sixaola, Talamanca, en Limón, por donde cruzaron hacia Guabito, en Panamá, centro de compras de electrodom­ésticos y otros productos a precios menores que en Costa Rica.

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