Técnico venezolano define la ‘Sele’ como un reto ‘fantástico’ y ‘seductor’
El subcampeón del mundo en categoría Sub-20 habló en exclusiva con ‘la nación’ sobre Costa Rica
El venezolano Rafael Dudamel es uno de los tres candidatos con más opciones para dirigir a la Selección Nacional. Él está en una terna en la que también comparte lugar con el colombiano Luis Fernando Suárez y Alexandre Guimaraes.
Sin embargo, como en todo ambiente de negociaciones, hay diferentes circunstancias que pueden colocar a un entrenador encima de otro en un día.
Por ejemplo, Luis Fernando Suárez era el elegido por la Fedefútbol; no obstante, la difícil situación que vive el estratega para desvincularse del Atlético Bucaramanga de Colombia puso a Dudamel en una posición favorable.
Pese a que el timonel no quiso ahondar mucho sobre el estado de una posible negociación, Dudamel, en entrevista exclusiva con La Nación, no escondió la ilusión que lo invade ante la posibilidad de llegar a Costa Rica.
Fuentes internas de la Comisión Técnica de la Federación confirmaron a este diario que ya se reunieron con Dudamel, extécnico de la mayor de Venezuela y subcampeón del mundo en categoría sub-20 al frente de la selección de su país, en el 2017.
––¿Cuánta prioridad le da al proyecto de Costa Rica en su carrera si al final es usted el elegido para dirigir al equipo? —Sería un reto fantástico, muy apasionante, me seduce mucho la idea porque sería poder juntar nuestra experiencia y el talento y capacidad del futbolista de Costa Rica para acudir a Catar 2022. Me ha llamado mucho la atención el reto y he analizado enormemente la posibilidad. Si Dios me da la posibilidad de asumir un reto como este de Costa Rica, no tengo duda de que juntos haríamos un magnífico trabajo.
––¿Cómo analiza el trabajo por realizar? La Copa Oro está encima y luego viene la eliminatoria.
—Los tiempos son bastantes cortos para la preparación, tanto para Copa Oro como para la eliminatoria, eso es clarísimo, por lo que el entrenador debe echar mano de la experiencia y el trabajo acumulado que los seleccionados arrastran de sus experiencias vividas. Saber jugar las eliminatorias es trascendental. Siempre hay metodología y planificación, de acuerdo con las circunstancias.
”Costa Rica ahora cuenta con una generación que ha jugado competencias internacionales importantísimas y eso es muy valioso para cuando no se tiene tanto tiempo de trabajo”.
––¿Qué tan cerca se siente del banquillo de Costa Rica? ¿Cómo está el proceso? —Hay que ser prudente en el manejo de decisiones, estoy seguro de que los dirigentes estarán evaluando el perfil adecuado para lo que buscan. Desde mi parte, solo puedo decir que estoy muy orgulloso de formar parte de las opciones que se analizan.
“El equipo siempre tiene que estar por encima del ego, del deseo individual de sobresalir”.
––¿Cuáles son los valores que no se negocian en un camerino dirigido por Dudamel?
—El profesionalismo, el respeto, el compromiso, la disciplina; esto no se puede negociar. El equipo siempre tiene que estar por encima del ego, del deseo individual de sobresalir; ya luego en el juego llegan los talentos diferentes para resolver, pero para mí el compromiso colectivo es el que te da los resultados y la diferencia.
––¿Cuál es su opinión del área de Concacaf y de Costa Rica? —El mundo tiene un concepto equivocado de Concacaf, donde solo se destaca a Costa Rica, México, Estados Unidos, pero ustedes acá tienen un nivel competitivo. Costa Rica, México y Estados Unidos tienen la prioridad de clasificación a los mundiales, pero Costa Rica debe estar siempre en mundiales por la calidad de sus futbolistas, por el país y su historia.
”Conozco Concacaf por la cantidad de veces que me tocó enfrentar a Estados Unidos, a México, en Copa América, en amistosos contra Costa Rica, Panamá, Honduras. Siempre tuvimos amistosos que nos sirvieron en gran medida”.
––¿Cómo definiría el estilo del fútbol costarricense?
—El futbolista tico tiene un nivel técnico alto. La percepción que tengo a nivel de Selección es un fútbol intenso, protagónico, y esa es la línea para estar en la cita mundialista. Al final, lo más importante es el talento que ustedes tienen, que ha sido admirado.
––En la actualidad, Costa Rica vive un proceso complejo, en el que debe hacer un cambio generacional. Usted tuvo esta situación en Venezuela, ¿cómo la manejó?
—A nosotros nos tocó estar al frente en esa etapa trascendental del fútbol venezolano, en la que (estaba) la eliminatoria hacia Rusia 2018... Cuando nosotros asumimos ese reto, pues ya las posibilidades de clasificación no existían, por lo que simultáneamente estábamos en el proceso sub-20 que llevaría al Mundial de Corea 2017.
”Después de salir subcampeones del mundo, logramos hacer ese match entre los jugadores más experimentados, y la nueva generación sub-20. La importancia de este proceso juvenil, que fue exitoso, no fue solamente el logro deportivo, sino la cantidad de partidos internacionales que habían acumulado, para competir internamente con los de la Mayor. Se hizo una selección muy competitiva”.
––¿Cuáles serían las claves para lograr ese cambio?
—Sin duda, preparar a la nueva generación para que asuma ese rol protagónico que le están heredando. Me parece muy importante el liderazgo de esa gran generación exitosa de Costa Rica, no se puede desestimar lo que hicieron de un día para otro; hay que saber aprovechar a esa generación hasta el final, porque los más jóvenes irán creciendo de forma efectiva cuanto mejor rodeados estén.
”El futbolista siempre quiere jugar, siempre quiere ganar; a los futbolistas que están acostumbrados a jugar mundiales no se les olvida eso, ellos quieren hacerlo siempre. Lo importante es que con mucha transparencia y comunicación ellos entiendan cuál será su rol ahora: el liderar siempre dentro y fuera de la cancha”.
––Logró un subcampeonato mundial juvenil. Costa Rica lleva años de no brillar en selecciones menores...
—Costa Rica lo ha vivido esto en el pasado, pero te puedo decir que, además de que era una generación especial y competitiva (la Venezuela del Mundial Sub-20 de Corea), se sumó mucho trabajo, más de año y medio de microciclos; esa generación jugó 80 partidos internacionales.