Preocupante oportunismo
Las refriegas han dado comienzo, con la mira puesta en las elecciones de febrero y el inevitable balotaje de abril del año entrante; y tristemente como se temía, con ellas empiezan a perfilarse algunos peligrosos comportamientos electorales en actores de una importancia trascendental para temas cruciales en discusión actual en el Legislativo, como es el caso del ajuste en las finanzas gubernamentales.
En los últimos días, líderes y aspirantes presidenciales de los principales partidos políticos han enviado mensajes cargados de una preocupante mezcla de ignorancia, oportunismo electoral, de ausencia de alternativas reales a lo que dicen objetar y del peso desproporcionado de grupos de interés específicos en sus constituencies en relación con el proceso de ajuste en las finanzas gubernamentales.
En medio de una campaña electoral que se anticipa particularmente cruenta, cargada de superficialidad, populismo e incluso falsedad, los mensajes que puedan generar incertidumbre al poner en duda el compromiso de las fuerzas políticas en el Legislativo en torno a la agenda de ajuste fiscal convenida con el FMI hacen un flaco favor a la estabilidad macroeconómica y constituyen, ciertamente, un comportamiento poco racional de quienes aspiren a formar gobierno a partir de mayo del próximo año.
Porque, por una parte, es fundamental un golpe rápido de timón a las finanzas gubernamentales –a los ingresos tributarios y al gasto– que permitan enfrentar el deterioro a la sostenibilidad de la deuda provocado por los déficits extraordinarios asociados con el shock pandémico.
Como si esta razón no fuera suficiente, el otro elemento crucial por el cual es necesario avanzar con lo pactado con el FMI es garantizar financiamiento externo multilateral, algo imposible de lograr sin el acuerdo.
Es importante destacar, además, que el convenio con el FMI contiene adicionalmente componentes estructurales, herramientas útiles para la acción y la financiación de muchas de las propuestas que los mismos partidos políticos han planteado de manera, hasta ahora, muy superficial, además de ser ciertamente la clave para superar muchos de los obstáculos que impiden aspirar a un desarrollo económico con sustentabilidad, inclusión social y resiliencia.