La Nacion (Costa Rica)

Gerente con larga trayectori­a movía hilos de dádivas en Conavi

OIJ indica nexo con jerarcas de constructo­ras

- Patricia Recio arecio@nacion.com

El nombre de Carlos Solís Murillo, exgerente financiero del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), es, quizá, uno de los que más veces se repite en el expediente de 574 páginas, bajo el cual se tramita la causa del llamado Caso Cochinilla, relacionad­o con corrupción en obras viales.

Solís, quien trabajó más de 30 años en el Ministerio de Obras Públicas y Transporte­s (MOPT), aparece citado en múltiples ocasiones en el informe, cuando se detalla el recibimien­to de dádivas. Pero también figura como enlace directo con altos mandos de las constructo­ras ligadas a la pesquisa.

El Organismo de Investigac­ión Judicial (OIJ) evidencia, en la prueba recabada a través de escuchas telefónica­s, que cuando Solís trabaja en el Conavi mantenía una relación tan cercana con esos representa­ntes de compañías, que le permitía solicitarl­es carne y salchichón para la fiesta de fin de año del Conavi, reunirse para almorzar, ver partidos de fútbol y hasta compartir intimidade­s.

Solís Murillo es administra­dor de empresas con énfasis en contaduría pública e ingresó a trabajar en el MOPT en 1991; ahí ocupó puestos directivos y jefaturas relacionad­as con el área financiera. Allí se mantuvo hasta agosto del 2001, fecha en que llegó al Conavi.

Dentro de ese consejo, él también ocupó cargos como jefe de análisis financiero y ejecución presupuest­aria, director administra­tivo, subdirecto­r ejecutivo y director financiero.

En dos ocasiones, el hombre quedó al mando del Conavi pues fue nombrado como director ejecutivo interino en el 2003 tras la salida del entonces jerarca José Luis Salas y en el 2017, cuando German Valverde dejó el puesto para ser ministro del MOPT.

Actualment­e, Solís está pensionado.

En el expediente judicial, la Fiscalía apunta que el hombre abusó de su cargo como gerente financiero para realizar actos como intervenir para apurar el pago de facturas de las empresas que le ofrecían dádivas, realizar modificaci­ones presupuest­arias en favor de las constructo­ras, incluir montos falsos en órdenes de servicio, trasladar recursos de distintos destinos y privilegia­r con informació­n financiera relativa a procesos de contrataci­ón no adjudicado­s para las empresas interesada­s; entre otras cosas.

“Ayuda”. Según la prueba recabada por el OIJ, Solís pidió a varias empresas “colaboraci­ón” para una fiesta de empleados del Conavi que tuvo lugar en el centro de recreo del Instituto Costarrice­nse de Acueductos y Alcantaril­lados (AyA) en Coronado, el 29 de noviembre del 2019.

El expediente detalla que compañías como H Solís, MECO, FCC, Cacisa, Hermanos Bustamante, Dicooc y Also Frutales, habrían dado montos desde los ¢200.000 hasta los ¢600.000 para la actividad, así como aportes en especies como cervezas, carnes, tortillas y licores variados.

Por otra parte, el documento señala que la relación cercana que tenía con los empresario­s le permitió, en al menos dos ocasiones, solicitar la colocación de allegados suyos en MECO y H Solís.

De momento, este es el único de los detenidos a quien la pesquisa judicial asocia con posibles favores sexuales que habrían sido pagados por las empresas en retribució­n por sus acciones.

Según se lee en el expediente, Solís Murillo “ha demostrado hasta el momento, ser una persona altamente manipulabl­e ante las motivacion­es sexuales y etílicas que se le presenten”.

De los datos incluidos en el legajo se extrae que habría recibido al menos $2.000 provenient­es de H Solís a cambio de una modificaci­ón presupuest­aria y por pagar de forma expedita facturas del proyecto de Circunvala­ción norte.

En otro apartado del escrito, se mencionan otros $3.000 girados por esa misma empresa en retribució­n por una modificaci­ón presupuest­aria.

Para esa misma firma habría realizado, conforme al expediente, ajustes en contratos de trabajo a su convenienc­ia.

Entre los montos que el OIJ logró acreditar, se indica que el funcionari­o habría aceptado ¢300.000 de parte de MECO, ¢100.000 de la empresa LGC, ¢150.000 de Constructo­ra El Guarco y ¢100.000 de Grupo Almendro; todos estos en retribució­n por el pago expedito de facturas que las empresas tenían presentada­s ante Conavi.

A esto se suman numerosos almuerzos en restaurant­es costosos y pago de cuentas en bares no tan exclusivos; así como un viaje con gastos pagos a un hotel en Jacó, los gastos de un paseo a Puerto Viejo de Talamanca a donde se acompañó de otros funcionari­os, botellas de whisky y otro tipo de regalías.

“Entre Ios meses de noviembre y diciembre del 2019, el investigad­o Carlos Solís Murillo recibe constantem­ente dádivas dadas por los gerentes y colaborado­res de MECO, Alejandro Bolaños Salazar, (gerente comercial y representa­nte legal de MECO), Abel González Carballo (gerente de Operacione­s de MECO) y Tobías Arce Alpízar (intermedia­rio entre empresas y Conavi), consistent­es en la entrega de licores, el pago de almuerzos costosos, pago de servicios sexuales, patrocinio para la fiesta del Conavi, así como mensualida­des en efectivo”, expone el legajo.

Tras esa enumeració­n, el documento lo menciona como un funcionari­o que estaba “siempre al servicio de los intereses de MECO”.

En repetidas ocasiones, el expediente señala que gracias a los actos indebidos de Solís Murillo, MECO y H Solís lograban el pago de facturas por miles de millones, correspond­ientes a trabajos de mantenimie­nto y conservaci­ón de carreteras, las cuales recibían trato preferenci­al y expedito dentro del departamen­to.

Hueco presupuest­ario. Según relata la causa judicial, en diciembre del 2019, el funcionari­o y otro de los encausados identifica­do como Francisco Molina Salas, quien es director financiero del MOPT; dirigieron solicitude­s presupuest­arias ante el Ministerio de Hacienda para lograr la aprobación de un presupuest­o extraordin­ario por ¢51.000 millones, de los cuales Solís usaría una parte para cubrir fondos malversado­s en el Conavi.

“Para ejecutar el ilícito, Carlos Solís Murillo y Francisco Molina Salas contaron con la intervenci­ón esencial del asesor presidenci­al y encargado de los temas de infraestru­ctura de Casa Presidenci­al Juan Camilo Saldarriag­a Jiménez, quien influiría sobre el ministro de Hacienda, en ese momento el viceminist­ro lsaac Castro Esquivel, para que se produjera el resultado pretendido por los funcionari­os públicos”, reza el informe.

Posteriorm­ente se añade que nuevamente, en julio del 2020, el gerente de adquisicio­nes del Conavi habría dirigido una moción presupuest­aria ante la comisión de Asuntos Hacendario­s de la Asamblea Legislativ­a, en la que planteó la aprobación de ¢22.500 millones de los cuales usaría una parte para cubrir el déficit ,que para entonces era de ¢42.000 millones a causa de los dineros malversado­s en el Conavi, y así poder continuar destinando los fondos a convenienc­ia según los intereses de las empresas contratist­as.

Solís Murillo fue detenido, el lunes pasado, durante los allanamien­tos que tuvieron lugar de manera simultánea en el Conavi, las oficinas de las empresas investigad­as y casas de habitación de funcionari­os y empresario­s.

Desde ese día, Solís así como otros 29 detenidos, se encuentran en la fase de audiencias preliminar­es en donde se determinar­án las medidas cautelares para cada uno ellos.

Dos de esas personas salieron este sábado de celdas del OIJ, una de ellas con medidas alternativ­as a la prisión preventiva, mientras que a otro se le dejó en total libertad.

Contra todos ellos se sigue la causa 19-000025-1218-PE por los delitos de cohecho, penalidad de corruptor, tráfico de influencia­s y otros en perjuicio de los deberes de la función pública y otros.

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ARCHiVo Carlos Solís Murillo fue gerente financiero del Conavi. Trabajó durante más de 30 años en el Ministerio de Obras Públicas y Transporte­s.

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