OIJ señala 100 dádivas de constructores a 36 funcionarios del Conavi
Expediente contabiliza al menos ¢62 millones en sobornos
Escuchas delatoras
Empresarios hicieron giros para que les agilizaran pagos o inyectaran fondos a sus proyectos
Compra de ayuda
Sospechosos también pagaron para eliminar competidores o encubrir errores en obras viales
El más beneficiado
Informe de Caso Cochinilla indica que exgerente de Finanzas de Consejo habría recibido 43 pagos
Sin cuantificar
Otras dádivas otorgadas en 21 meses incluyen licor, servicios sexuales, paseos y pago de deudas
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) descubrió que 36 funcionarios del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) habrían recibido al menos 100 dádivas entre noviembre del 2019 y julio del 2020.
A lo largo de esos 21 meses, los aparentes sobornos fueron otorgados por 33 personeros de empresas constructoras y firmas de inspección de proyectos viales, a cambio de que se les pagaran facturas de forma expedita, o bien, obtener ventajas como la exclusión de firmas competidoras en licitaciones de obra pública.
También, pretendían que se encubrieran errores en la construcción de obras viales, que se les facilitara información confidencial y que se inyectaran más recursos económicos a proyectos que estaban a su cargo.
Las transacciones de dinero que los agentes judiciales lograron cuantificar suman ¢62,4 millones, pero ese monto podría ser mucho mayor, pues en la mayoría de los casos se desconoce la cuantía exacta de las coimas.
Además, muchas de las aparentes dádivas fueron en especie; eran muy frecuentes los regalos de botellas de todo tipo de licor (whisky, tequila, ron y crema irlandesa), así como desayunos y almuerzos en diversos restaurantes de San José.
Incluso, las empresas financiaron una fiesta privada para los empleados del Conavi, le cancelaron una deuda con el fisco a una gerente del Conavi y regalaron una máquina para hacer ejercicios y paseos a la playa y la zona norte del país.
En un caso, el del exgerente financiero del Conavi, Carlos Solís Murillo, la investigación del OIJ también habla del pago de “servicios sexuales”.
Toda esta información consta en el expediente judicial del Caso Cochinilla, el cual vincula a empresarios de la construcción con el pago de sobornos a empleados públicos a cambio de favores relacionados con contratos de obras viales.
En una de las conversaciones telefónicas que intervino el OIJ a uno de los investigados, también se descubrió que Carlos Solís Murillo recibía cada mes $5.000 (unos ¢3 millones) de parte de la empresa MECO, un monto similar al salario que percibía como gerente financiero del Conavi.
Un sueldo por esa suma equivaldría a ¢37,2 millones anuales.
No obstante, en el expediente 19-000025-1218-PE, no se detalla durante cuánto tiempo Solís Murillo habría recibido esa remuneración adicional.
Según ese documento, en algunos casos, los sobornos presuntamente los enviaban los presidentes o colaboradores de numerosas empresas, como las constructoras MECO, H. Solís, Hermanos Bustamante, FFC, Montedes, Santa Elena de Poás y El Guarco, así como de las compañías supervisoras Diseño, Inspección y Consultoría en Carreteras y Obras Civiles (Diccoc) y Cacisa; el laboratorio de calidad LGC y otros proveedores como Puentes y Calzadas, Also Frutales, El Almendro e Ingeniería Técnica de Proyectos (ITP).
No obstante, en la mayoría de las ocasiones, los empresarios utilizaban como intermediario a Ángel Tobías Arce Alpízar, quien empleaba facturas falsas para hacer pasar los pagos ilegales como gastos por servicios profesionales. La empresa MECO, por ejemplo, usaba esas facturas para luego cobrárselas al Estado.
Un análisis de La Nación, elaborado a partir del expediente judicial, concluyó que el funcionario público que más dádivas habría recibido es el exgerente financiero del Conavi, Carlos Solís Murillo, a quien le habrían entregado o prometido regalos de distinta naturaleza en al menos 43 ocasiones.
El informe del Caso Cochinilla señala sobre Solís Murillo que “ha demostrado hasta el momento, ser una persona altamente manipulable ante las motivaciones sexuales y etílicas que se le presentan”.
Durante los 21 meses del estudio, otros tres funcionarios del Conavi también se habrían beneficiado con sobornos en más de diez ocasiones.
Se trata de la entonces secretaria de Solís Murillo, Marcela Monge Hernández; del delegado de firmas del departamento de Conservación de Vías y Puentes, Hugo Zúñiga Fallas; y de la gerente de Proveeduría, Carmen Madrigal Rímola.
Los que más dieron. En cuanto a las personas que aparentemente entregaron dádivas a funcionarios, el que más veces aparece mencionado en el expediente del Caso Cochinilla es Abel González Carballo, gerente de Operaciones de MECO, en 41 ocasiones.
Le sigue su compañero de trabajo Alejandro Bolaños Salazar, gerente comercial de esa constructora, con 26 presuntos sobornos.
Después, aparecen con 10
presuntas dádivas cada uno: Mélida Solís, dueña de H Solís; y Tobías Arce, aparente intermediario entre diversas empresas y funcionarios del Conavi y MOPT.
En quinto lugar figura William Herrera, dueño de Constructora Hermanos Herrera, con siete aparentes sobornos.
El expediente también da cuenta de múltiples dádivas que, en apariencia, recibieron otros funcionarios, principalmente del Conavi, pero también del MOPT, de la Policía de Tránsito y de laboratorios verificadores de calidad.
Se trata, además de dinero en efectivo, de pagos de almuerzos en restaurantes, de consumo en bares, gastos de paseos, y hasta la entrega de una máquina caminadora a cambio de servicios.
Incluso, el documento judicial detalla que funcionarios de Conavi habrian aceptado que un vehículo de MECO transportara compras personales que ellos habían realizado en territorio panameño.