Gobierno impulsa gravar viviendas de ¢150 millones en adelante
En un inmueble de ¢300 millones, el tributo subiría de ¢750.000 a ¢1,5 millones anuales
Con el avance del crédito de $1.778 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la Asamblea Legislativa, el Poder Ejecutivo planea agilizar la discusión del proyecto que modificaría el impuesto a las casas de lujo.
Así lo anticipó el ministro de Hacienda, Elian Villegas, al referirse al siguiente paso para empujar la agenda negociada con el Fondo, poco antes de que se aprobara el empréstito en primer debate, el jueves pasado.
“Consideramos que ese es un proyecto que podría avanzar con relativa facilidad, porque nos aporta justicia tributaria y nos ayuda en el esfuerzo que estamos haciendo en el tema de la recaudación”, dijo.
El ajuste implicaría un cobro anual del 0,5%, sobre el valor a todas las casas por encima de los ¢150 millones.
Este esquema sustituiría al actual que impone una tasa progresiva, la cual oscila entre el 0,25% y el 0,55%, a las casas de más de ¢133 millones.
Hoy, por ejemplo, pagan un impuesto anual del 0,25% las viviendas valoradas entre ¢133 millones y los ¢334 millones.
Los inmuebles que superan los ¢2.010 millones, en tanto, pagan hasta un 0,55% de tributo.
Con la reforma, el Gobierno pretende recaudar ¢61.200 millones anuales, lo que significaría un incremento del 1.100% sobre los ¢5.000 millones que se recaudan actualmente.
“Este impuesto gravará todo inmueble, urbano o rural, que contenga una o más construcciones e instalaciones fijas y permanentes, que constituyan una unidad habitacional, utilizada como vivienda habitual, ocasional o de recreo, aunque esté ubicada en fincas independientes o en edificios parcialmente ocupados por construcciones destinadas a otros usos”, reza el texto.
Consultado sobre la inclusión de los terrenos, el ministro Villegas explicó que el lote donde se ubica la casa sí se toma en cuenta para la valoración.
“No el resto del área. No se contemplarían fincas”, detalló.
Si se aprueba el nuevo esquema de cobro, el impuesto subiría de ¢375.000 a ¢750.000 para una casa de ¢150 millones.
En el caso de una vivienda de ¢300 millones, el dueño tendría que pagar ¢1,5 millones al año en vez de ¢750.000.
Los propietarios de una casa de ¢760 millones, que actualmente pagan ¢1,95 millones, pasarían a pagar ¢3,5 millones. Y por una propiedad de ¢2.100 millones, el tributo subiría de ¢8 millones a ¢10,5 millones.
El crédito del FMI sería votado en segundo debate cuando los diputados regresen de vacaciones, el lunes 12 de julio.
Superada esa votación, se le daría empuje al proyecto de casas de lujo, sin detrimento del resto de la agenda negociada con el FMI, aclaró el jerarca de Hacienda.
Villegas aseveró que la modificación del impuesto a las casas de lujo “es más rápido de tramitar”, a diferencia del plan de renta global, otro de los negociados con el Fondo, el cual consideró como técnicamente más complejo de discutir.
Al resto de la agenda también se le daría impulso, dijo el jerarca, sobre todo porque se avecina una primera revisión del Fondo sobre el cumplimiento de los acuerdos, probablemente para finales de agosto.
Además, en la ruta de cumplimiento del acuerdo, se tiene previsto que algunas iniciativas como la de renta global entren a regir a partir del 1°. de enero del 2022.
El optimismo de Villegas contrasta con la visión de la diputada liberacionista Franggi Nicolás, presidenta de la Comisión de
Asuntos Jurídicos, donde se discute la iniciativa.
“Es un pronóstico muy a la ligera”, consideró la legisladora.
En primer lugar, citó la verdiblanca, a la fecha el Gobierno no se ha acercado a aclarar las dudas que tienen los integrantes del foro.
Por el fondo, hay diputados de la Comisión preocupados de que la iniciativa aumente la base de contribuyentes y “termine afectando a la clase media”, añadió Nicolás.
“Están tomando algunas valoraciones (para fijar el tributo) como el terreno y eso, eventualmente, podría repercutir gente que están en condiciones de clase media”, indicó.
Nicolás explicó que, en su caso, no tiene problema en que quienes tienen una casa de alto valor paguen lo correspondiente, pero insistió en que hay “muchas preocupaciones” sobre la iniciativa.
A la Comisión de Jurídicos el proyecto ingresó a principios de febrero anterior. Se encuentra en etapa de consulta a las instituciones y aún no se ha programado alguna audiencia.
La verdiblanca comunicó que su compañera de bancada, Yorleny León, tiene mociones para cambir el texto, pero estas se verían una vez que se evacúen las dudas.
De llegar a un consenso, este sería el segundo de seis planes negociados con el FMI en avanzar, y el primero de cinco que representan nuevos ingresos para el Gobierno, sobre los cuales los diputados han planteado cuestionamientos.
El más avanzado es la reforma al empleo público, el único de la negociación que generaría ahorros.
Este proyecto se mantiene en consulta en la Sala Constitucional, luego de haber sido aprobado en primer debate el 17 de julio.
El resto de iniciativas para generar más ingresos, además del cambio a la renta global dual y el impuesto a las casas de lujo, lo integra un proyecto de eliminación o reducción de beneficios fiscales que incluye el salario escolar.
Lo completan un tributo a los premios de lotería a partir de los ¢225.000 y una iniciativa para que 14 empresas públicas aporten hasta el 20% de sus utilidades anuales al pago de deuda pública, por un periodo de cuatro años.
“Al resto de la agenda también estaríamos tratando de darle un empuje mucho mayor del que ha sido posible ahora, precisamente, por el tiempo que ha tomado la ley de empleo público”, adelantó el ministro.
El Gobierno se comprometió, por ejemplo, a que el plan de renta global rija a partir del 1°. de enero del 2022, por lo cual le interesa que camine.
“Ahí es donde se vuelve muy importante para que todos estos proyectos estén aprobados a la brevedad, para poder decirle al Fondo Monetario que nosotros estamos cumpliendo con el tema de reducción del gasto, pero que también tenemos ese componente de nuevos ingresos”, concluyó Villegas.
Otra propuesta que al Gobierno le interesa apurar es una reforma a la Ley General de Aduanas, pues esta atiende a uno de los acuerdos de las mesas de diálogo multisectorial, realizadas a finales del 2020.
El propósito, según Villegas, es intensificar la lucha contra la defraudación y el contrabando, y fortalecer el comercio.
“CONSIDERAMOS QUE ESE ES UN PROYECTO QUE PODRÍA AVANZAR CON RELATIVA FACILIDAD, PORQUE NOS APORTA JUSTICIA TRIBUTARIA Y NOS AYUDA EN EL ESFUERZO QUE ESTAMOS HACIENDO EN EL TEMA DE LA RECAUDACIÓN”. Elian Villegas ministro de Hacienda