Tico deja vida de drogas y asombra en el deporte
››Michael Núñez triunfó en República Dominicana en prueba de 515 km
Su nombre no es conocido, y él tampoco pretende ganar fama, pero el fin de semana anterior Michael Núñez se convirtió en el primer tico en ganar un Ultraman.
Se trata de un triatlón de 515 kilómetros durante tres días (10 km de natación, 421 km de ciclismo y 84 km de atletismo), una extenuante prueba que requiere voluntad.
“En mi caso se lo juro que no es para figurar. Lo hago como agradecimiento a Dios por la vida y para que la gente se dé cuenta que sí se puede, no importa la historia de tu vida, cuando comenzaste, cómo naciste; si tenés un sueño se puede trabajar y cumplir”, asegura Núñez.
Desde la isla caribeña, Núñez resumió los tres días de competencia, en los que hubo sufrimiento, ‘ataques’ de la mente intentado jugarle una mala pasada, aguaceros, temperaturas altas (en realidad, extremas), ampollas y muchas otras vicisitudes.
Al recordar lo logrado, un poco incrédulo, este ingeniero civil de 43 años dice que nunca estuvo diseñado para hacer deporte. Nació con un problema en las rodillas, “completamente torcidas hacia adentro”, según recordó. Eso le impedía correr y realizar otras actividades. Sus papás intentaron cambiar esa situación de diferentes formas, pero él afirma que fue solo un milagro el que lo logró.
Su infancia mejoró, pero en el colegio empezó a tomar malas decisiones y a los 16 años probó las drogas.
“Sé lo que es dormir en la calle, en un cartón, estar tirado en una esquina vomitando, mendigando dinero para consumir drogas y todo lo que lleva este mundo. Intenté suicidarme como tres veces durante el consumo”.
Después de varios años así, decidió, con la ayuda de sus padres, internarse en un centro de rehabilitación, pero recaía.“Es que yo probé de todo lo que usted se imagine... piedra, oler cemento, todo”.
Tampoco tenía muy claro por dónde empezar, y ante la necesidad de mantenerse ocupado, vio en la actividad física un aliado. Empezó en un gimnasio, donde trotaba previo a la rutina, luego acompañó a su papá a nadar y “de repente”, como él dice, hizo competencias de aguas abiertas, atletismo y conoció la bicicleta.
“Hice mi primer triatlón hace 12 años y a partir de ahí he ido haciendo un poquito más. Hoy tengo 20 años de no consumir drogas y cada competencia la hago como forma de agradecimiento a Dios, porque intenté no estar en este mundo muchas veces”.