Escuela de Puriscal rinde homenaje a las Vargas
››Docente recordó el talento y disciplina de la pequeña noelia durante su etapa escolar
PURISCAL.. Rodeada de niños y algunas caras conocidas, Noelia Vargas sonreía y recordaba sus días en la Escuela Darío Flores, en el cantón de Puriscal.
Al centro educativo ingresó desde maternal. Poco a poco, entre carreras por los corredores y competencias internas de campo traviesa, en el patio de la institución o en la calle de lastre cercana empezó a desafiar a los profesores y estudiantes mayores en pruebas de marcha.
Desde este jueves, el gimnasio de la escuela llevará su nombre y el de su hermana, Andrea Vargas, como homenaje a las ilustres alumnas. Ambas representarán a todo un pueblo en los Juegos Olímpicos, que se iniciarán el próximo 23 de julio.
En una mañana soleada, los pequeños estudiantes y personal docente escucharon atentamente a sus invitadas de honor, tanto en forma presencial como vía Zoom, en el caso de Andrea, quien se encuentra entrenando en Oregón, Estados Unidos.
David Solís, profesor de Educación Física, recordó que Dixiana Mena, madre y entrenadora de Noelia y Andrea, dio allí sus primeras luchas para ayudar a sus hijas, no solo entrenándolas, sino también colaborando con la institución y buscando inscribirlas en las competencias, incluso cuando las dejaban por fuera por descuido de los encargados de las inscripciones.
Determinada y noble. Noelia estaba emocionada y feliz, por lo que agradeció el gesto a nombre de su hermana Andrea. Igualmente, doña Dixiana se mostró muy agradecida por el tributo a sus hijas.
“De niña era como un ‘taponcito’, siempre pequeñita y un poquito gruesita, pero competía por la escuela. Aquí pasé momentos muy bonitos y, la verdad, me siento muy orgullosa de que el gimnasio lleve el nombre de mi hermana y el mío. Es un orgullo representar a Puriscal. A los niños les digo que los sueños se pueden cumplir y se debe luchar siempre por alcanzar nuestras metas”, aseguró Noelia.
David Solís recordó a Noelia como una niña que siempre luchó por alcanzar sus objetivos y nunca se dio por vencida.
“Noelia siempre fue una niña muy organizada. Siempre me causó admiración que desde temprana edad mostraba una gran determinación por conseguir los logros que se había propuesto. Yo guardé una boleta de inscripción del 2011, porque sabía que ella iba a ser capaz de lograr todo aquello que quería, por su determinación y esfuerzo”, indicó.
El educador recordó que no importaba si era en campo traviesa o en eventos de resistencia en pista, ella siempre se imponía. “Ella resaltaba en todo. Siempre competía y era muy buena en lo que se metía. Además, era muy noble. Tiene la misma sonrisa de niña y no ha cambiado su forma de ser. Nos sentimos orgullosos de ellas”, agregó.
Para el docente, la entrega y el esfuerzo de doña Dixiana fue fundamental para que sus hijas lograran ser atletas de alto rendimiento.
“Mis respetos para doña Dixiana. Cuando la conocí, ella me contó que empezó empíricamente para ayudar a sus hijas, y poco a poco se especializó. Logró superar todos los obstáculos para que sus hijas progresaran como deportistas”, dijo el profesor.