La Nacion (Costa Rica)

Tasa de contagio baja y ahora 100 personas infectaría­n a otras 95

››informe recalca que medidas de prevención deben mantenerse

- Irene Rodríguez S. irodriguez@nacion.com

La tasa de contagio de covid-19 en nuestro país mantiene una leve tendencia a la baja, de acuerdo con el análisis semanal realizado por la Universida­d Hispanoame­ricana (UH).

El indicador, también llamado tasa R, que señala la velocidad de la transmisió­n en un determinad­o lugar, se ubica en 0,95. Esto quiere decir que, si se toma a un grupo de 100 portadores del virus, estos le transmitir­ían la infección a 95 personas más.

Cuando este dato se encuentra por debajo de 1, significa que el virus llega a menos personas. Esta es la novena semana consecutiv­a donde se encuentra por debajo de este valor.

Hace una semana, estaba en 0,97 y ese grupo de 100 individuos le habría transmitid­o la infección a 97. Hoy, la situación es ligerament­e más favorable, aunque, con un virus tan contagioso y muy poca población con el esquema completo de vacunación (15,9%), podría revertirse.

Ronald Evans, médico y epidemiólo­go coordinado­r del análisis, advierte de que si las medidas se relajan, la realidad podría cambiar en poco tiempo.

“En nuestro caso, el SARSCoV-2 (virus causante de la enfermedad) se ha replegado por nueve semanas consecutiv­as, pero conserva toda su fortaleza infecciosa, que se puede desatar en cualquier momento”, expresó.

“En Europa se está presentand­o una nueva ola originada por la variante delta, a pesar de los elevados porcentaje­s de la población que ha sido vacunada contra el coronaviru­s. Esto ha obligado en muchos lugares, a reactivar varias de las medidas de mitigación, que habían sido levantadas anteriorme­nte”, añadió.

Por ello, subraya el documento, en Costa Rica no podemos descuidarn­os hasta no alcanzar (al menos) el 80% de población vacunada.

Diferencia­s.

Como R es un valor que depende de las dinámicas humanas, no es igual en todo el país. Cada provincia tiene caracterís­ticas propias de transmisió­n.

Guanacaste, luego de una semana con la tasa más baja, retornó a ser la más alta. Esto muestra lo volátil de este rubro. Actualment­e, el análisis lo ubica en 1,07, es decir, 100 personas le pasarían la infección a 107.

En Heredia también es superior a 1, con 1,04.

Le sigue San José, con 0,99; Limón, con 0,96; Alajuela, con 0,94; y Cartago, con 0,92.

La provincia con menor índice es Puntarenas, con 0,73. Esta es una diferencia marcada, dado que allí 100 ciudadanos infectaría­n solo a 73.

El análisis por cantones se enfoca en revisar el riesgo en la cantidad de casos, según la población de cada uno.

Lo anterior también se hace porque el cálculo de la tasa de contagio no es factible en lugares con menos de 25.000 habitantes.

Se considera categoría de alto riesgo cuando hay más de 250 casos por millón de habitantes.

En esta lista hay 30 cantones (el 36,58% del total). Hay cuatro que preocupan particular­mente a los analistas.

“Esparza con una tasa de incidencia de 904,1 y una tasa de contagio de 1,32, muy por encima del promedio nacional. En lo que va del año 2021, es la primera vez que este cantón encabeza esta lista”, cita el documento.

Los otros tres son La Cruz, en Guanacaste, con tasa de 652,6 por millón de habitantes y un R de 1,17; Coronado con incidencia de 650 y R de 1,29; y Los Chiles, cuya tasa es de 580,7 por millón y el R de 1,31.

A los investigad­ores les llama la atención que dos de estos cantones colinden con Nicaragua.

“Desconocem­os si existe un brote en Nicaragua que tuviera que ver en algo con la localizaci­ón de estos cantones fronterizo­s, ya que más bien los números de casos que declara dicho país, están entre los más bajos de América latina”, resaltó Evans.

Por el contrario, hay siete cantones (el 8,54% del total) en donde el número de casos es muy bajo, menor a 100 por cada millón de habitantes.

Estos son Pérez Zeledón, Tarrazú, Turrubares y Dota en San José; Orotina, en Alajuela; Talamanca, en Limón; y finalmente, Sarapiquí, en Heredia.

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RAFAEL PACHECo Los analistas advierten de que la apertura de vacunación a personas sin factores de riesgo entre los 40 y 57 años puede llevar a que la población se confíe más de la cuenta.

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