Cambios en la fiscalidad
En los últimos meses se han presentado avances significativos en los esfuerzos por propiciar cambios a las reglas de fiscalidad a nivel mundial, que conduzcan a corregir algunos de los incentivos perversos existentes en los esquemas de tributación sobre el ingreso de las corporaciones que se traducen en bajas tasas efectivas de impuestos pagados por ellas y en una competencia intensa entre países y jurisdicciones por reducir sus tasas impositivas con el fin de atraer inversiones.
Dos son, al menos, los detonantes de estos cambios. La necesidad de pensar en cómo restaurar la sostenibilidad de las finanzas gubernamentales luego de las medidas de estímulo fiscal adoptadas para enfrentar el shock pandémico y una creciente preocupación por la distribución del ingreso.
De esta forma, la idea de un impuesto mínimo global sobre las grandes corporaciones y de reglas que asocien más estrechamente la tributación sobre las ganancias de las firmas con el lugar geográfico en que son generadas abre para países, como Costa Rica, oportunidades valiosas de replantearse dos temas cruciales: la propia estructura de su fiscalidad y la naturaleza de las políticas de atracción de inversiones.
En el primer caso, los cambios a nivel internacional podrían crear espacios para modificar la carga tributaria de los sectores exportadores que disfrutan de exoneraciones totales. Esos recursos que se allegarían a las arcas públicas podrían emplearse, inicialmente para restaurar más rápidamente la sostenibilidad fiscal, logrado lo cual –y mediante un compromiso político firme– podrían permitir ajustar la carga tributaria para el resto de las empresas, en especial, las micro, pequeñas y medianas, y avanzar en la sustitución de la financiación de la seguridad social a través de impuestos sobre el trabajo.
Estos cambios significarían no sólo tornar más realista la presión tributaria para hacerla más congruente con lo que la ciudadanía demanda del Estado y que se refleja en los presupuestos públicos, sino que mejorarían los incentivos, el impacto distributivo y los costos en eficiencia de la imposición.
En el caso de las políticas de atracción de inversiones los espacios para los cambios significativos son enormes.
También son enormes las oportunidades que todos estos cambios posibles abren.