Daño social
La corrupción es nefasta, empobrece y retrasa el desarrollo del país, más ahora que pertenecemos a la OCDE, club de las buenas prácticas económicas. Debería verse la forma de que devuelvan aquello de lo que se hayan apropiado indebidamente. Ingenuo, pero justo. Si bien no compromete la solidez de la democracia, recordemos la Venezuela prechavista, la corrupción entregó al pueblo a los brazos de extremistas. La clase política debe poner las barbas en remojo.
Nunca faltan agitadores que aprovechan el río revuelto, y quienes ganan son los pescadores. Somos una de las democracias más sólidas y debe ser nuestro orgullo, deberíamos hacer más por cuidarla y castigar a los corruptos con leyes más duras.
Celedonio Soto Astorga
Tibás