Ladrones desmantelaron escuela con un 75% de avance en su construcción
››aprovecharon abandono de la obra para llevarse todo lo que pudieron
Los delincuentes aprovecharon el abandono de las obras de la escuela Unidad Pedagógica Sotero González, en Desamparados, encargadas al fideicomiso educativo que administra el Banco Nacional, para desmantelar las instalaciones, que ya tenían un 75% de avance.
Así se reveló anoche, durante la audiencia donde compareció la ministra de Educación, Guiselle Cruz, ante la Comisión legislativa de Asuntos Hacendarios. Ella solicitó ¢16.693 millones para inyectarlos al fideicomiso educativo y finalizar siete obras a medio hacer por incumplimientos de las empresas constructoras.
Una de estos centros es la Unidad Pedagógica Sotero González. Según información suministrada a La Nación por el Banco Nacional, este recinto costaba $7,8 millones (¢4.836 millones). Se había pagado, previo a la rescisión del contrato con el consorcio JCB-Rock Construction, que dejó las obras inconclusas, un monto de $5,9 millones (¢3.600 millones) de dinero del fideicomiso educativo.
El fideicomiso, por $167,5 millones provenientes de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se aprobó en el 2013 para levantar 103 obras educativas. Al final, solo alcanzó para concluir 48 proyectos, otros 48 nunca comenzaron por falta de recursos y siete fueron dejados botados por las empresas a cargo. El Nacional es la Unidad Ejecutora del fideicomiso y el Ministerio de Educación Pública (MEP), la Unidad Supervisora.
Obra gris. Cruz expresó a los congresistas que era necesario contar con esos recursos para concluir esas siete obras ya que tenían distintos niveles de avance.
El legislador del Frente Amplio, José María Villalta, le preguntó a la jerarca si había ido a visitar las obras actuales de la Sotero González, para ver su estado.
Ella contestó que no, que era el Banco Nacional, como encargado de ejecutar el fideicomiso, el que debía hacer esas visitas.
Villalta le dijo que esa obra fue abandonada y que el Banco le quitó la seguridad. Esto hizo que se metieran los delincuentes y desmantelaran lo que se había construido.
“No sé si está enterada de esta situación pero lo que reportan los vecinos es que, en este momento, lo que queda es la obra gris.
”Se robaron los techos, los acabados, servicios sanitarios, todo se lo robaron y hoy, prácticamente, hay que hacerla de nuevo, con un gran gasto de recursos públicos. Estamos hablando de que ahí se pueden haber despilfarrado más de ¢2. 000 millones. ¿Está enterada de esa situación?”, le cuestionó Villalta a la jerarca.
Cruz aceptó estar al tanto del desmantelamiento.