Rechazo a la vacuna en Puerto Viejo lleva a Caja a usar un ‘vacumóvil’
››Primera jornada tuvo lugar el fin de semana pasado en el sur de Limón
El rechazo a las vacunas contra covid-19 en Puerto Viejo de Talamanca, en Limón, obligó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a idear una nueva estrategia para aumentar la cantidad de inoculados.
Un grupo de funcionarios se montó en una ambulancia y se trasladó hasta el centro de esa comunidad para inyectar a cualquier persona que se acercara al vehículo.
Lo llamaron el “vacumóvil” y su primera jornada se cumplió con éxito el fin de semana pasado, cuando se aplicaron unas 200 dosis en pocas horas, indicó el médico Manrique Soto, coordinador de la unidad.
“La gente no se vacuna porque dice que tiene miedo que le pongan un chip o que la vacuna genere magnetismo. Hay muchos antivacunas en Puerto Viejo, pero para haber tantos, más bien yo siento que hemos vacunado a un montón de personas”, aseveró el doctor.
Según el funcionario, una buena parte de los antivacunas son jóvenes que, además, se resisten a usar mascarilla y van muy seguido a megafiestas sin temor a contagiarse ellos o a los demás.
“La mayoría (de los que rechazan la vacuna) son jóvenes que van a eventos masivos y no les importa la pandemia. No es ni siquiera la población adulta mayor. Es muy preocupante, más ahora con la variante delta”, comentó Soto.
Quiénes van a bordo. El equipo lo conforma, además, una enfermera, dos asistentes técnicos de atención primaria y el conductor. En la ambulancia, hay una camilla y todo lo necesario para cumplir con el control documental de la CCSS.
Los trabajadores colocan sillas alrededor del automotor y ponen un parlante para anunciar su llegada a la zona, con el fin de atraer a la gente.
“Trabajamos casi hasta las 9 p. m., porque en Puerto Viejo siempre hay muchas personas en horas de la noche y hay gente que trabaja de día y no tiene chance de venir temprano”, detalló el coordinador.
El encargado dijo que la respuesta de la ciudadanía ante esta estrategia fue muy positiva, por lo que planean repetirla durante más fines de semana, incluso en el centro de Cahuita.
Para él, la estrategia también funciona para incentivar el turismo en la región, ya que se vacuna a cualquier persona del país mayor de 12 de años que llegue al “vacumóvil”.
“Esto lo implementamos en zonas costeras hasta ahora, pero ya lo teníamos aplicado en las bananeras, dentro de Sixaola. Allí coordinamos con las compañías y se la ponemos a quien quiera”, agregó el especialista.
Aparte de personas que rechazan las vacunas, el otro desafío en la zona es que los centros de inoculación les quedan muy lejos a algunos habitantes, por lo que es necesario acercarles las dosis lo más que se pueda.
Es el caso de Alta Talamanca, donde están los territorios indígenas, población que rechaza el fármaco debido a sus creencias y costumbres, y a la falta de información.
Según relató, ha sido muy estresante abrir un frasco para sacar una dosis y no tener más personas en fila para poder aplicar las dosis restantes.