Empleo público es fundamental, pero yo no sería el voto definitivo
Considera que hay una ‘ventana’ para eliminar cláusula de conciencia
Enrique Sánchez, diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC) que calificó de “fundamental” el plan de reforma al empleo público, ahora rechaza aprobar la iniciativa a menos de que sea eliminada la cláusula de objeción de conciencia que permitiría a funcionarios rechazar capacitaciones obligatorias si consideran que estas vulneran sus convicciones religiosas, éticas y morales.
En entrevista con La Nación, Sánchez mantiene que el proyecto es prioritario para el país, pero alega que el suyo solo es un voto y que, con la resolución de la Sala IV sobre el expediente, se abre una ventana para tratar de eliminar de nuevo la cláusula.
El tribunal declaró constitucional esa parte del texto, al igual que el salario global para todo el sector público.
––Usted ha hecho hincapié en que este proyecto es necesario para el futuro fiscal del país. ¿Mintió? ¿Por qué en este momento pretende cambiar de decisión? ¿Dejó de ser imprescindible ese proyecto de empleo público para las finanzas y la realidad socioeconómica del país? —No. Es un proyecto central para el futuro del país, es un proyecto fundamental para las finanzas públicas. Hoy, a partir de la resolución de la Sala Constitucional, se abre una nueva ventana para la posibilidad de enmienda, para corregir las inconstitucionalidades, y dependiendo de los alcances de la resolución completa de la Sala, veremos cuán grande o pequeña es esa ventana.
”A mí me interesa que, en esa ventana, insistamos en eliminar el tema de la objeción de conciencia, no porque no considere que es, como ya lo dijo la Sala, un derecho fundamental, sino porque la aplicación en esta ley en específico, en materia de capacitación, abre portillos para vulnerar derechos de las personas”.
––Hay un escenario muy estrecho de negociación con diputados que ya dijeron que apoyarían el plan siempre que se aprobara la objeción de conciencia. ¿Estaría de acuerdo en poner en peligro un proyecto que usted mismo ha dicho que es trascendental para el país, por una sola cláusula que la Sala avaló?
—Tenemos que leer la resolución completa para ver cuál es el margen que tenemos. Es importante que quede claro que esa figura de la objeción no tiene que estar en una ley de empleo público con las dimensiones en que está, me parece a mí. Y eso es lo que tenemos que garantizar.
”Empleo público, así como toda la agenda del Fondo Monetario
Internacional, para mí es fundamental y vamos a seguir impulsándola, siempre y cuando, obviamente, en este caso particular, se corrijan las inconstitucionalidades; eso hay que hacerlo.
”No es un proceso sencillo; hay gente que dice que es solo presentando una moción y ya está. No.
”Esto tiene que ir a Comisión de Consultas de Constitucionalidad; hasta conocer la resolución completa se sabrá el alcance de las enmiendas que hay que hacer. Tiene que presentarse un informe con una posibilidad de texto; ese texto tiene que consultarse a todas las instituciones públicas, tiene que volver al trámite del primer debate, y existe la posibilidad de una consulta de constitucionalidad, que no dudo que los compañeros que se oponen la van a hacer, y hasta después de todo eso entraría a segundo debate.
”Aunque el margen de negociación sea complejo, la ventana para resolver los temas que cada quien quisiera terminar de resolver, es amplia”.
––¿Cuál es la alternativa que usted propone en caso de que el proyecto de empleo público no se apruebe, por la objeción de conciencia? ¿Cómo quedaría el país y cuál es la propuesta de ustedes?
—En todo caso, yo sería un voto, no sería el voto definitivo.
––Pero importante al fin… —Es un voto, sí, pero con base en la resolución de la Sala, tenemos la certeza de que podemos aprobar un proyecto que contenga un sistema global de empleo público, una rectoría con las mismas limitaciones que la Sala señaló para las autonomías, y un sistema de salario global que incluya a toda la institucionalidad pública. Esa fue siempre la expectativa de todos, esa fue la expectativa de los diputados que hemos apoyado esta agenda. Y creo que es muy posible llegar a este texto nuevamente.
––El diputado oficialista Víctor Morales fue quien negoció la objeción de conciencia con Jonathan Prendas y algunos diputados liberacionistas. Usted era jefe de fracción del PAC. ¿Hubo alguna discusión interna en ese momento por la negociación de un diputado de su fracción por una cláusula a la que ustedes ahora se oponen? Ustedes votaron a favor en primer debate, pero ahora se oponen porque el fallo de la Sala no les agrada.
—Yo le manifesté siempre mi oposición a esa cláusula y así lo hice saber con mis votaciones, tanto de las mociones de la diputada (Paola) Vega, (como) del diputado (José María) Villalta. En mis intervenciones siempre hablé del tema de objeción de conciencia concretamente, y también advertí de que enviaría la consulta a la Sala IV. Se agotaron esas vías; si no hubiera habido inconstitucionalidades, hoy estaríamos votando seguramente, en segundo debate, el proyecto, sin ningún margen de negociación para modificar proyecto; ahora lo hay (...)”.
“Tengo claro que el proyecto es una prioridad”.
––Es decir, si se hubiera avalado la objeción de conciencia en la Sala y no se hubieran encontrado otras inconstitucionalidades, ¿usted sí habría dado su segundo voto?
—Es muy posible, porque no existiría margen de maniobra para modificarlo (...).
––¿Es su posición definitiva? ¿Sin objeción de conciencia, o voto en contra?
—Sí.