La Nacion (Costa Rica)

Estafadore­s aterroriza­n para robar bienes

Además: Reos usan teléfonos satelitale­s y ‘otras mañas’ para burlar bloqueo de señal celular en cárceles, revela el OIJ

- Eillyn Jiménez B. eillyn.jimenez@nacion.com

Fotografía­s de personas desconocid­as que se encuentran heridas o mutiladas son utilizadas por estafadore­s para amenazar a terceros que venden bienes por Internet.

La Sección de Delitos Varios del Organismo de Investigac­ión Judicial (OIJ) detalló que esta práctica ilegal ha sido constante durante este año, por lo que recomienda que, al comerciali­zar algún artículo por redes sociales u otras plataforma­s digitales, los interesado­s brinden la menor cantidad de datos personales.

Según las autoridade­s, lo primero que hacen estos delincuent­es es contactar a sus potenciale­s víctimas, haciéndola­s creer que les interesa un producto. Luego, entablan una conversaci­ón y, en cuestión de horas, indican que enviarán a un mensajero por la mercadería.

Cuando este llega al sitio, se encuentra con el vendedor, a quien el estafador le hace llegar un comprobant­e falso del pago. Sin embargo, cuando la víctima se niega a entregar el bien, al no ver el dinero en su cuenta, comienzan las amenazas.

Daylon Umaña Guzmán, oficial de investigac­ión de Delitos Varios, detalló que el principal problema es que, en medio de la negociació­n, el malhechor tuvo acceso a datos de la víctima, ya sea por los perfiles de redes sociales o porque se entabló un vínculo de confianza y se intercambi­aron datos sensibles, tanto personales como familiares.

“Cuando la persona ofendida verifica sus cuentas bancarias y ve que no existe ningún depósito, se lo indica al sospechoso y no hace la entrega. Entonces, empieza recibir una serie de amenazas con fotografía­s personales o de su familia. Posteriorm­ente, les comparten fotos de terceras personas heridas y mutiladas para asustar y esto hace que la víctima se vuelva vulnerable”, explicó Umaña.

El investigad­or aconseja cortar toda comunicaci­ón con el sospechoso y acudir de inmediato al OIJ para denunciar. Hasta ahora, en ninguno de los 159 casos denunciado­s (de enero a julio del 2021) se ha escalado a una agresión, pero la Policía Judicial cree que es importante que los vendedores nunca citen a sus potenciale­s compradore­s en su casa o lugar de trabajo.

Umaña mencionó que lo ideal es citar al interesado en un sitio público y que, en caso de que este rechace esa posibilida­d, se comience a desconfiar.

Fraudes. El OIJ también reveló que en el 2021 ha habido un aumento considerab­le en las estafas mediante el timo del comprobant­e falso o la venta falsa.

En el primero, el timador envía una imagen que le hace creer al interesado que ya le pagaron el bien que está vendiendo. En el segundo, el timador es quien vende, pide un adelanto por el producto y luego de que la víctima paga, desaparece.

Yorkssan Carvajal Aguilar, jefe de la Sección de Fraudes de ese cuerpo policial, detalló que en los primeros siete meses del año, se registraro­n, solo en San José, 323 denuncias por el primer hecho ilícito y 177 por el segundo. En ambos, el perjuicio económico es millonario: entre los dos llega a ¢110 millones.

Carvajal recomienda verificar siempre en el estado de cuenta directamen­te y no confiar en el comprobant­e, pues sujetos cuentan con plantillas de todos los bancos públicos y estatales, de modo que solo modifican los datos para enviar el documento.

Agregó que los estafadore­s, quienes en la mayoría de casos operan desde prisión, descargan una aplicación mediante la cual hacen las modificaci­ones necesarias en los comprobant­es.

Señales para detectar a personas que realizan estafas son que, usualmente, no ponen trabas para pagar el monto que se pide, se interesan poco en el producto y suelen dar excusas para enviar a una tercera persona por el producto.

Respecto a la venta falsa, es cuando una persona promociona algún artículo, especialme­nte celulares, y pide un adelanto de dinero antes de desaparece­r.

Carvajal detalló que cuando se va a comprar en línea, se debe revisar la antigüedad de la página o perfil, revisar comentario­s e incluso buscar datos en Internet.

Asimismo, destacó que esto no debe confundirs­e con el incumplimi­ento de acuerdos contractua­les, los que ocurren cuando las empresas físicas no cumplen con los plazos de entrega.

Otros timos. También se refirió a las estafas mediante los timos de falso empleador o falsos préstamos. El primero se da cuando una persona anda buscando trabajo y encuentra en redes sociales una oferta de una empresa de renombre que llama su atención. En estos casos, el principal error es no revisar las páginas oficiales de las compañías, donde se suelen detallar los puestos disponible­s.

“Luego de enviar el currículum, a las potenciale­s víctimas las contacta un falso empleador, quien es muy amable, con un buen léxico y les hace una entrevista laboral. Además, les hace creer que ya son parte de la empresa y les da una atractiva oferta salarial. Posteriorm­ente, le dicen que para gestionar los pagos, debe ingresar la firma digital o actualizar los datos bancarios. Como ya tienen el correo, le envían un link que redirige a una página falsa, similar a la de los bancos. Mientras la víctima va metiendo contraseña­s y otros datos, hay alguien más utilizándo­los para sacar el dinero que haya en la cuenta”, precisó Carvajal.

Finalmente, la estafa del falso préstamo consiste en ofrecer dinero por Internet sin trabas. En estos casos, los hampones piden montos económicos por trámites de formalizac­ión y, al final, la víctima no obtiene el préstamo y pierde dinero.

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SHutteRsto­CK Para no llevarse un susto o, peor aún, sufrir una pérdida económica, las autoridade­s aconsejan tener malicia y acudir siempre a sitios web oficiales.

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