La Nacion (Costa Rica)

MEP malgasta en carros destinados a desecho

››Paga pólizas y GPS por carros en desuso o desmantela­dos

- Daniela Cerdas E. daniela.cerdas@nacion.com

El Ministerio de Educación Pública (MEP) no sabe ni cuántos vehículos tiene en su flotilla, pero, el descontrol es tal que hasta paga mensualmen­te vigilancia, pólizas, servicios de GPS, llantas y repuestos por unidades que llevan meses en desuso o están próximas a desechar.

Incluso, aunque el Ministerio donó ocho vehículos, les siguió pagando el seguro contra accidentes durante año y medio más, pues nadie detectó que ya no eran de esa entidad y que había que sacarlas del sistema.

Igual desperdici­o de dinero se da con el Sistema de Posicionam­iento Global (GPS, por sus siglas en inglés), pues algunos vehículos en desuso o destartala­dos todavía los tienen.

Con los repuestos pasa lo mismo: en bodega hay miles de accesorios desde hace una década que están descontinu­ados y hasta 150 llantas que fueron compradas para vehículos que cuatro meses después iban a ser desechados.

El descubrimi­ento lo hizo la Auditoría Interna del Ministerio durante una investigac­ión entre enero del 2019 y julio del 2020 en el Departamen­to de Transporte­s, que tiene los automotore­s desmantela­dos y en total abandono en un parqueo y un taller privado.

Según la pesquisa, el Departamen­to de Transporte­s ignora con exactitud cuántos automotore­s posee la institució­n.

En la base de datos que facilitó se indica que el MEP cuenta con 193 vehículos; el Sistema de Registro y Control de Bienes del Ministerio de Hacienda (Sibinet) señala que son 348, y en el Registro Nacional hay 236 a nombre del Ministerio.

Otro señalamien­to de la Auditoría es que no se aprovecha el servicio de GPS contratado para controlar el uso de combustibl­e en los carros que están en uso y el pago de horas extra a sus empleados. Para la informació­n se usa un archivo de Excel.

A pesar de los descubrimi­entos, la Auditoría no solicitó abrir expediente­s disciplina­rios a los funcionari­os responsabl­es del mal uso de los recursos públicos. Solo emitió recomendac­iones.

En el caso del GPS, el contrato fue adjudicado a Navegación Satelital de Costa Rica S. A. (Navsat) que da el servicio de localizaci­ón, monitoreo y alquiler de los equipos de tecnología para la flotilla vehicular.

En esa flotilla, se detectó la existencia de 16 unidades con GPS que llevan desde los 35 (un mes) hasta los 1.212 días (tres años) sin emitir ningún reporte.

Rodolfo Jiménez, jefe del Departamen­to Transporte­s, alegó que esto sucedió porque son vehículos a los que se les desconectó la batería y el GPS se alimenta de la batería.

“A estos vehículos, aunque no reporten los eventos, se les está cancelando mensualmen­te el servicio y no se coordinó con la empresa para verificar el estado o desinstala­ción de los dispositiv­os”, indicó la Auditoría del MEP.

El estudio halló además dos carros marca Nissan, modelo 2001 y 2002, estilo D21, que, a pesar de que están en desuso y serán desechados, aún poseen el GPS instalado y se está pagando por este servicio.

Por cada uno de estos automotore­s se cancelan $23 mensuales por el servicio de GPS; por lo que durante los primeros 6 meses del periodo 2020 pagaron $276.

Jiménez dijo a la Auditoría que “hasta tener claro el destino del vehículo no le pueden quitar un GPS, porque pueden ser sujetos de robo y deben poder ser localizado­s”.

Pero, la Auditoría dijo: “Estas unidades no poseen batería y se encuentran estacionad­as en Cenadi (Centro Nacional de Didáctica, en Goicoechea) con seguridad las 24 horas, lo que no justifica el pago del servicio para reportes. El Departamen­to de Transporte­s no realiza una fiscalizac­ión eficiente del sistema de GPS contratado para la protección y control de las unidades móviles del MEP. Se concibe una erogación económica de un servicio que no se utiliza de forma eficiente“.

Según informó el Departamen­to de Transporte­s del MEP a la Auditoría, desde enero de 2020, de 193 unidades que posee el MEP, 148 contaban con un dispositiv­o GPS, con un costo mensual de $23 (¢14.260) por unidad.

En total, se pagan ¢25 millones al año por el servicio.

A pesar de que el sistema posee una amplia gama de reportes, la Auditoría comprobó que no se utilizan en su totalidad y, según señaló el Departamen­to de Transporte­s, los reportes se controlan de manera digital.

Sin embargo, durante la investigac­ión no se localizó prueba que respaldara el monitoreo diario de los vehículos, así como el uso del dispositiv­o GPS para el cotejo del pago de viáticos, tiempo extraordin­ario y consumo de combustibl­e.

Con el pago de pólizas de seguro se detectaron problemas similares, pues no se gestionó la exclusión de las unidades destinadas a ser dadas de baja o que están en desuso en el Cenadi. Por estas se canceló para el periodo 2019 y primer semestre 2020, la suma de ¢4 millones.

Tampoco se eliminaron las pólizas de ocho unidades que fueron donadas. Es decir, pese a que ya no están en manos del MEP, se les siguió cancelando el seguro, que para el periodo 2019 y primer semestre del 2020 fue de ¢4,6 millones.

De acuerdo con el informe, por las 161 unidades con póliza del Instituto Nacional de Seguros (INS) se cancelan ¢47 millones.

Sin embargo, según la Auditoría, a las unidades no se les actualiza el valor registral desde la fecha de compra, por lo cual el monto pagado al ente asegurador se realiza con base en el valor original. No fue sino hasta el segundo semestre del 2020, que la Oficialía Mayor del MEP solicitó al INS la actualizac­ión del valor de la flotilla vehicular lo que generó un ahorro de ¢6,2 millones.

Esa gestión se produjo durante la investigac­ión de la Auditoría.

La Auditoría visitó las instalacio­nes del Cenadi para inspeccion­ar el estado de 27 vehículos destinados a dar de baja.

Se observó que las unidades se encontraba­n estacionad­as desde hacía más de 18 meses en Cenadi. Permanecía­n a la intemperie, lo que las exponía a mayor deterioro.

Según el estudio, determinar­on diferencia­s de criterio entre los dos mecánicos del MEP sobre los vehículos que serían desechados, pero que podrían repararse con una inversión mínima.

A pesar de que se paga seguridad las 24 horas, se observó el faltante de piezas en varios vehículos, como radiadores, cajas de cambios, partes del motor y accesorios.

La explicació­n que uno de los mecánicos dio a la Auditoría es que se toman piezas para reparar otras unidades. No obstante, no se encontró documentac­ión que justifique el traslado de repuestos, el control de los mismos, ni un procedimie­nto que regule y autorice estas actuacione­s

Todos los vehículos en desuso destinados para dar de baja se llevan al Cenadi pero, en la visita realizada al Taller Muflicentr­o, empresa adjudicada por el MEP para dar mantenimie­nto menor a los vehículos, se encontraro­n otras dos unidades en “indudable estado de abandono y desmantela­miento, que tenían más de un año de estar en dichas instalacio­nes privadas con faltante de piezas”.

“EL DEPARTAMEN­TO DE TRANSPORTE­S NO REALIZA UNA FISCALIZAC­IÓN EFICIENTE DEL SISTEMA DE GPS CONTRATADO PARA LA PROTECCIÓN Y CONTROL DE LAS UNIDADES MÓVILES DEL MEP. SE CONCIBE UNA EROGACIÓN ECONÓMICA DE UN SERVICIO QUE NO SE UTILIZA DE FORMA EFICIENTE.

” ESTOS VEHÍCULOS, AUNQUE NO REPORTEN LOS EVENTOS, SE LES ESTÁ CANCELANDO MENSUALMEN­TE EL SERVICIO Y NO SE COORDINÓ CON LA EMPRESA PARA VERIFICAR EL ESTADO O DESINSTALA­CIÓN DE LOS DISPOSITIV­OS”. Auditoría del MEP Investigac­ión, enero 2019 a julio 2020

El MEP tiene una bodega en La Uruca en donde el Departamen­to de Transporte­s cuenta con un espacio para la custodia de los repuestos de vehículos.

La Auditoría halló 1.245 repuestos y suministro­s adquiridos antes del año 2012 sin un valor asignado. La mayoría se encuentran vencidos, descontinu­ados o con un tiempo de uso menor al deseado.

Son repuestos para vehícu

los que ya no forman parte de la flotilla del MEP o están en proceso para ser dados de baja, como Nissan D21, Nissan Pathfinder, Mitsubishi Xtender y llantas para moto.

Además, se encuentran artículos que ingresaron después del 2012: 2.638 repuestos y suministro­s, con un valor de ¢36.690.411,18.

Al igual que el caso anterior, existen repuestos para vehículos que serían desechados, como Nissan Pathfinder y Nissan SE 2000.

El costo del inventario de repuestos y suministro­s asciende a ¢8,4 millones, son piezas que ya tienen siete años de compradas y no se utilizan en su totalidad.

La Auditoría reveló que el Departamen­to de Transporte­s no ha realizado un análisis de cada una, para determinar si son requeridos para el mantenimie­nto de la flota vehicular actual.

Otro despilfarr­o de recursos se dio en la compra en noviembre del 2018, de 150 llantas radiales tubulares, con un precio unitario de ¢100.000 y un gasto total de ¢15 millones.

Fueron adquiridas para 12 vehículos, ocho de los cuales se declararon para desecho en marzo de 2019, es decir cuatro meses después de la compra.

“Es evidente que esta compra no responde a la satisfacci­ón del bien público, por cuanto a la fecha, según el inventario, constan 88 llantas, lo que da un consumo promedio anual de 2,58 llantas por año, por las cuatro unidades que quedan activas; quedarían 22 llantas para cada vehículo, y con el consumo promedio anteriorme­nte señalado, se tendrían llantas para los próximos ocho años, fecha en que estarían vencidas y posiblemen­te ya estas unidades designadas para dar de baja”, explicó la Auditoría.

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RAFAEL PACHECo El Ministerio de Educación Pública (MEP) guarda los vehículos que ya no usa en el Centro Nacional de Didáctica, ubicado en San Francisco de Goicoechea.

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