‘Verlo sentado como si nada hubiera pasado es muy difícil’
redactora y corresponsal de gN Yendry Vásquez, mamá de Allison Bonilla, no tiene un solo motivo para mantenerse en pie. Todos los días, desea estar muerta, pues sin su hija, la vida perdió sentido.
La mujer dio esas sentidas palabras en la etapa final del juicio en contra de Nelson Enrique Sánchez Ureña, el único sospechoso de asesinar a la muchacha de 18 años.
“Desde el día en que vi esos huesitos (Allison fue encontrada cuando su cuerpo estaba reducido a restos óseos), mi vida no es la misma. Yo vivo por vivir, pero todos los días deseo estar muerta”, afirmó Vásquez.
Insistió en que no quiere vivir, porque, según dijo, a diario se mortifica pensando en por qué el sujeto le hizo eso a su “niña”. Y vivir con ese pensamiento no es vida, aseguró.
“Mi hija tenía mucha vida por delante, teníamos muchos planes, y yo me pregunto: ¿por qué me la devolvió así (en osamenta)? No es justo que ella sufriera así, ningún ser humano merece morir así.
”Día a día, me mortifico pensando en lo que él le hizo, en lo que ella sufrió, y verlo ahí sentado como si nada hubiera pasado, como si nada, es muy difícil para mí”, recalcó.
Por eso, Vásquez pidió a los jueces que lo sancionen con los 35 años de cárcel que se pidieron en su contra.
“Ella era lo único que tenía en mi vida. Era la única razón que tenía por vivir. Todos los días le agradecía a Dios por darme a mi hija, porque tenía por quién vivir, pero ahora no tengo, porque él me la quitó; él me quitó lo único lindo que tenía en la vida”, dijo.
Pero lo que más le reprocha a Sánchez es cómo se la devolvió. “No pude ver a mi hija por última vez. ¿Por qué no me la dejaste ahí (en un lugar que no fuera el botadero clandestino donde apareció) para abrazarla y darle, por lo menos, un último beso?”, le cuestionó.