Rigoberto Urán trae la sencillez en la sangre
››Vino al país para estudiar la ruta de El Giro de Rigo, que será en noviembre
La personalidad espontánea, amable y bromista, sin duda, es la marca registrada del ciclista colombiano Rigoberto Urán, quien la semana anterior visitó nuestro país para reconocer la ruta y finiquitar los últimos detalles de la competencia El Giro de Rigo Costa Rica, que se realizará el próximo 14 de noviembre.
Ese carácter jovial que lo lleva a conversar con los aficionados de forma casual, hacerles bromas y sacarles una sonrisa es, según sus palabras, una herencia de su padre, quien llevaba el mismo nombre.
Al igual que su progenitor, Rigo es un tipo sencillo, que parece tratar de mantener esas cualidades humanas del tipo buena gente o, como decimos, “pura vida”, a modo de un homenaje a su papá, quien hace 20 años murió a manos de los paramilitares en Urrao, Antioquia, Colombia, de donde es originario.
A sus 14 años, Rigoberto vivió una de las páginas más dolorosas de su vida, pero eso no lo hizo perder el sentido del humor, la lucha por alcanzar sueños sobre una bicicleta, ni la amabilidad con sus semejantes. Hoy, a sus 34 años, profesa todas esas virtudes como aprendidas de su papá.
“Nos parecíamos mucho: él era alegre, le gustaba conversar y disfrutábamos de todas las cosas. De él, lo recuerdo todo. Era una persona muy querida”, expresó Urán a La Nación, mientras recorría el circuito Go Rigo Go, en el Parque Viva.
Lección. Pese a aquel difícil momento que afrontó con su familia, nunca permitió que la violencia o el dolor nublaran sus anhelos y, por el contrario, se concentró en alcanzar los objetivos que se planteó de niño.
“Siempre hay que luchar por los sueños, que hay veces son complicados, hay dudas. A veces uno tiene unos sueños y no se le cumplen, pero a través de la disciplina se pueden alcanzar. La vida no está compuesta de un solo sueño.
En el ciclismo, por ejemplo, un sueño es ganar el Tour de Francia, pero se pueden lograr muchas cosas importantes sin haber logrado ese objetivo grande”, razonó el rutero.
“Igualmente, se debe seguir luchando para alcanzar grandes cosas, como volver al podio de un Tour, de un Giro o una Vuelta a España. A través de ese sueño, se pueden materializar otros; la idea es no bajar la guardia y seguir intentándolo siempre”, añadió.
Su filosofía de vida desde niño es sencilla: intentarlo siempre, pese a las dificultades que se le presenten.
“En mi niñez aprendí a disfrutar de todo. Cuando estábamos con pocas cosas, con escasos recursos, había mucha felicidad. Hoy, afortunadamente, Dios nos ha permitido tener un poquito más y poder disfrutar de tener salud, comida, un techo, la familia y los amigos. De mi marca Go Rigo Go, de El Giro de Rigo. Lo importante es ser una persona auténtica y original, es lo que les digo siempre a los compañeros”, añadió el escarabajo.
Su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, sus subcampeonatos en el Giro de Italia 2013 y 2014, así como en el Tour de Francia del 2017 y su octavo puesto en la prueba de ruta y contrarreloj en las recientes justas de Tokio, son algunos de los logros más importantes del llamado
Toro de Urrao. “La misma gente lo puede decir, soy una persona original, he aprendido mucho. El ciclismo me ha dado muchas glorias, pero también muchos golpes fuertes. Siempre digo que primero debemos ser personas y después, deportistas. En mi vida, he estado arriba y también bastante abajo. Esto es pasajero, por eso hay que disfrutar el momento”, expresó.
“Me gusta disfrutar del cariño de la gente, de saber cómo lo quieren a uno, el aprecio. Para mí, es de vital importancia hacer que te digan esas cosas. Es un motor para seguir pedaleando”, concluyó el ciclista suramericano.