Empleo de mujeres en América fue el más afectado del orbe por pandemia
››En el país la tasa de desempleo femenina sobresale con un 24,6%
Redactor y corresponsal gn Tatiana de la O Valerín tiene tres hijas de 16, 11 y 8 años. Además, posee la custodia de un sobrino de cinco años. La madre soltera dice que viven juntos en una casa prestada en Llanos de Santa Lucía, en Paraíso de Cartago.
Comenta que se gana la vida vendiendo maquillaje, pero que en ocasiones los ingresos no son suficientes para salir adelante como familia. Sin embargo, afirma que tiene la esperanza de algún día poder costear una vivienda propia.
“Me ha costado bastante conseguir trabajo porque solo tengo sexto grado y ahora con la pandemia ha estado demasiado complicado. Hace poco conseguí un trabajito, pero solo me duró dos meses”, relató a La Nación.
De la O tiene 32 años y asegura que recibe ayuda del papá de dos de sus hijas, que le da una pensión de ¢40.000 por cada una, pero que con eso tiene que comprar comida, costear gastos del colegio y escuela, por lo que a veces no le alcanza.
Ella es parte de las 236.000 mujeres costarricenses que actualmente se encuentran desempleadas, según datos de la más reciente Encuesta Continua de Empleo, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el 5 de agosto.
Del total de 434.000 personas que no tienen trabajo, la tasa de desempleo femenina sobresale con un 24,6%, frente al 13,7% de la masculina.
Esto no es coincidencia, ya que a nivel global, la crisis económica inducida por la pandemia provocó una pérdida de empleo sin precedentes, especialmente para las mujeres del continente americano.
Un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que, en las Américas, el empleo de las mujeres cayó un 9,4% como consecuencia de la emergencia, lo que supuso el mayor descenso de todas las regiones del mundo.
Detalla que ello se debe, en gran medida, al impacto de los confinamientos que golpearon a sectores como el manufacturero y el de servicios, donde es mayor la representación de las mujeres y donde a menudo estas trabajan en modalidades informales.
Añade que las brechas que persisten entre uno y otro género, en el tiempo dedicado al trabajo de cuido infantil no remunerado, la limitación del acceso a la protección social y el recrudecimiento de la violencia y el acoso también han hecho difícil a las mujeres, en comparación con los hombres, poder conservar su ocupación.
“La caída del empleo de las mujeres perturbó el progreso observado en los últimos 15 años, que fue debido a la mejora de las oportunidades educativas para las mujeres, al aumento de disponibilidad de empleos formales en el sector de los servicios, a la migración de zonas rurales a urbanas y al descenso de las tasas de fertilidad”, apuntó la organización.
Inquietud. Entre 2019 y 2020, en todo el mundo el empleo de las mujeres se redujo un 4,2%, lo que representa una caída de 54 millones de puestos de trabajo, mientras que el de los hombres mermó un 3%, equivalente a 60 millones de puestos de trabajo.
De hecho, es un descenso más pronunciado que el ocurrido durante la Gran Recesión, según la OIT.
El balance señala que en este 2021 todavía habrá 13 millones menos de mujeres empleadas que en 2019, mientras que el sector masculino sí habrá recuperado los niveles de 2019.
Según previsiones de la entidad, se espera que este año, en todo el mundo, el empleo de las mujeres aumente un 3,3% en comparación con los niveles de 2020 (41 millones), mientras que el de los hombres lo haría en un 3% (59 millones).
“Aunque la tasa de crecimiento del empleo de las mujeres que se prevé para 2021 supera a la de los hombres, será, sin embargo, insuficiente para que las mujeres recuperen los niveles de empleo previos a la pandemia, debido a que estas experimentaron mayores pérdidas de empleo en 2020”, añade el reporte.
El informe concluye que, a nivel mundial, solo el 43,2% de las mujeres que tienen edad para trabajar estarán empleadas en 2021, frente al 68,6% de los hombres en la misma situación.
“En 2021 las mujeres todavía tendrán 25,4 puntos porcentuales menos de probabilidad de tener un empleo que los hombres.
“Estas cifras dibujan unas perspectivas sombrías para las mujeres de la región, y ponen de manifiesto que el crecimiento del empleo no es lo bastante intenso para recuperar los niveles previos a la pandemia”, detalla el texto.