Clases de cívica
Muchas generaciones en nuestro país tuvimos la bendición de recibir en nuestras escuelas una materia que se llamaba Educación Cívica. En mi caso, en la escuela Rogelio Fernández Güell, en Villa Colón.
El objetivo era lograr que los alumnos asumiéramos los valores propios de la dignidad humana: cortesía, libertad, justicia, igualdad, solidaridad, respeto, tolerancia, honestidad, ética e integridad, entre otras virtudes.
Si usted tiene una formación cívica y ética será un ciudadano activo y responsable ante la sociedad, conocedor de sus derechos y deberes y temeroso de infringir las leyes. Si recibió la materia y se salió del canasto, como algunos políticos, empleados públicos y privados y empresarios que han delinquido, entonces, caerá en el cinismo de las comparecencias ante las comisiones legislativas.
Si usted desconoce sobre cívica y ética, es bueno que lea sobre el tema. Muchos de nuestros problemas ambientales, de delincuencia y corrupción están asociados a ese desconocimiento. Curiosamente, don Rogelio se caracterizó por su integridad y no se cansó de denunciar la corrupción, y lo pagó con su vida hace poco más de un siglo. Ojalá en nuestras escuelas, colegios y universidades retomaran la enseñanza de la cívica, ética e integridad; tendríamos ciudadanos más comprometidos
Jorge E. Varela Solís
Moravia