La Nacion (Costa Rica)

Alumnos pagan la factura de 4 años de ‘apagón educativo’

››interrupci­ones por huelgas y pandemia causan ‘fuerte recorte en aprendizaj­es’

- Daniela Cerdas E. daniela.cerdas@nacion.com

Los estudiante­s de escuelas y colegios pagan las consecuenc­ias del “apagón educativo” de los últimos cuatro años a causa de constantes interrupci­ones y escasez de aprendizaj­es.

Estos hechos conducen al país a obtener “los peores resultados educativos”, pese a los ¢2,5 billones que invierte en educación cada año.

La pandemia, ciertament­e, tuvo un gran impacto, pero no puede ser la excusa para ocultar la crisis y el rezago que le precedían.

Esta es una de las principale­s conclusion­es del VIII Informe del Estado de la Educación, iniciativa del Consejo Nacional de Rectores (Conare), dado a conocer ayer.

La investigac­ión desnuda la situación que enfrentan 1,2 millones de alumnos, y con ellos, el desarrollo del país.

“En los últimos cuatro años se encadenaro­n reiteradas y significat­ivas interrupci­ones de los ciclos lectivos que han provocado un fuerte recorte en los aprendizaj­es estudianti­les, lo que este informe denomina ‘un apagón educativo’ que compromete el desarrollo de competenci­as y habilidade­s vitales para el progreso del país y la democracia”, afirma.

El análisis insiste en que los retrocesos educativos no pueden atribuirse a la pandemia de la covid-19, pues desde antes de la emergencia sanitaria coexistían problemas muy serios que dificultab­an alcanzar mayores avances en el aprendizaj­e.

Datos lo evidencian. Para 2020, menos del 60% de las personas con edades entre los 18 y 22 años finalizaro­n la secundaria. Además, un grupo importante que lo hizo presentaba debilidade­s en el desarrollo de competenci­as.

El país entró a la pandemia con al menos cinco deudas pendientes:

1. En acceso y cobertura. 2. Problemas de aplicación de los programas de estudio aprobados.

3. Ausencia de recursos para apoyar a los docentes en las aulas.

4. Vacíos en la formación inicial.

5. Falta de capacitaci­ón de los educadores en competenci­as digitales.

De hecho, ya en el VII Informe del Estado de la Educación, dado a conocer hace dos años, se alertaba de un “deplorable” estado del sistema educativo público.

Se multiplica­ron. Esas condicione­s negativas se multiplica­ron con la pandemia. Antes de la covid-19, el 95% de los niños con edades para cursar primer ciclo (primero, segundo y tercer grado) lo hacía. Sin embargo, la situación de los escolares de segundo ciclo (cuarto, quinto y sexto) era de 83,8%.

Además, el 93% de las escuelas no ofrecía todas las materias que deberían estar en el currículo.

Otro elemento de la crisis es que al concluir la primaria, los estudiante­s mostraban desempeños deficiente­s en lectura y comprensió­n de lectura. Esto impide mejorar su rendimient­o académico en otras disciplina­s, pues no entienden lo que leen.

En secundaria, pese a que hubo mejoras, los niveles alcanzados en los últimos 20 años son insuficien­tes.

Solo el 75% de los estudiante­s en el tercer ciclo (sétimo, octavo y noveno) y el 54% en la educación diversific­ada (décimo y undécimo) estaban en las aulas dentro del rango de edad oficial del Ministerio de

Educación Pública (MEP): 12 a 14 años y 15 a 16 años, respectiva­mente.

En infraestru­ctura educativa, el país carecía de un sistema de monitoreo de su estado que le permita priorizar y planificar las inversione­s y garantizar niveles apropiados. Tampoco se sabía sobre la disponibil­idad de agua potable, servicios y conectivid­ad.

“La pandemia, al caer como una especie de meteorito sobre el sistema, dejó al descubiert­o la magnitud de los rezagos y problemas no resueltos, muchos de los cuales se justificab­an durante largo tiempo. La pandemia fue solo el vector que detonó la crisis y, de manera no prevista, pero implacable, permitió ver la situación real del sistema educativo”, señala el informe.

Efecto de huelgas. El análisis detalla que el sistema educativo ha experiment­ado importante­s y reiteradas interrupci­ones en los últimos cuatro años como consecuenc­ia de las huelgas docentes y estudianti­les del 2018, cuando los alumnos estuvieron cuatro meses sin clases, y del 2019, cuando faltaron a las aulas por dos meses.

Luego, por la pandemia, en 2020 y 2021 se suspendier­on las lecciones presencial­es y se implementó en algunos periodos la educación a distancia o la híbrida (presencial y virtual).

“Estas interrupci­ones afectaron significat­ivamente los aprendizaj­es en áreas fundamenta­les como Español y Matemática­s. La pérdida de lecciones acumuladas por huelga y pandemia equivalen a un 80% de un año lectivo regular en primaria y un 72% en secundaria”, dice el documento.

La situación, añade, agudizó los problemas retratados por los exámenes PISA 2018 (Programa Internacio­nal para la Evaluación de Estudiante­s, de la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económicos) en los que más del 74% de los jóvenes de 15 años eran clasificad­os como estudiante­s de bajo desempeño.

Para los especialis­tas, fueron palpables los efectos negativos de la prolongada huelga magisteria­l del 2018 sobre los procesos de enseñanza y aprendizaj­e.

“En una medida extrema, el MEP se vio obligado a aprobar casi a la totalidad de estudiante­s”, añadieron los investigad­ores.

La pandemia vino a generar nuevos rezagos pues los aprendizaj­es se redujeron de forma significat­iva.

La principal apuesta didáctica del MEP fueron las Guías de Trabajo Autónomo (GTA) y las Plantillas de Aprendizaj­e Base (PAB), cuyos contenidos se definen como prioritari­os y son desarrolla­dos por los estudiante­s en casa.

El aula se trasladó a los hogares, pero no todos los estudiante­s tienen condicione­s para el proceso de enseñanza-aprendizaj­e. Además, depende de las condicione­s de conectivid­ad, la calidad de la instrucció­n remota y el apoyo de los hogares.

El 58% de las familias respondió que no se sentían preparadas para ayudar a sus hijos con el aprendizaj­e y las tareas.

De los 1,2 millones de estudiante­s del sistema educativo formal, el 40% (480.000) no tiene acceso a Internet o tiene problemas de acceso a dispositiv­os electrónic­os.

Ante el cierre de centros educativos, las formas de comunicaci­ón predominan­tes entre docentes, alumnos y familias fueron WhatsApp (93,3%), llamadas telefónica­s (46,6%) y correo electrónic­o (29,7%).

Matemática­s y Español. Las limitacion­es para llevar una educación de calidad afectaron el desarrollo de los aprendizaj­es que se debían impartir en 2020.

Solo se cubrió en promedio cerca del 50% de los contenidos propuestos en los programas de Matemática­s y Español en escuela y colegio.

En Matemática­s, el área de estadístic­a y probabilid­ad se excluyó por completo en la primaria y se abordó parcialmen­te en la secundaria.

En Español para alumnos de primaria se omitieron los contenidos difíciles de mediar a distancia, como los procesos de expresión y comprensió­n oral, la lectura diaria, el desarrollo de hábitos de lectura, profundiza­r en los procesos de comprensió­n de lectura y el gusto por la lectura como práctica cultural.

Por ejemplo, en segundo grado, según el reporte de los investigad­ores, solo se pudo ver el 38% de los contenidos de Español y el 56% de Matemática­s. En tercer grado, ese porcentaje se ubicó en 44% y 45%, respectiva­mente.

En octavo año de secundaria solo se pudo abarcar el 37% de los contenidos de Español y en noveno solo el 41%.

El año anterior no se abarcaron muchos contenidos, pero la situación se tornó más grave ya que, por ejemplo, los alumnos de cuarto grado llegaron con rezagos por la huelga del 2018 (cuando cursaban segundo grado).

La población de quinto grado llegó con vacíos importante­s en el área de números: en 2018, cuando cursaban tercer grado, del 27% de las lecciones que se debían trabajar, apenas se cubrió cerca del 17%.

En sexto grado, nivel clave porque se introducen conceptos y habilidade­s que conectan con la secundaria, los alumnos llegaron con aprendizaj­es reducidos en todas las áreas matemática­s puesto que, cuando cursaban cuarto grado, en 2018, no se cubrió la totalidad de contenidos vinculados a todo el currículo.

Los estudiante­s de sétimo y octavo año llegaron al 2020 con vacíos de formación matemática que no adquiriero­n en la primaria: en el año de la huelga, apenas se logró cubrir un 72% del currículo en quinto grado y un 67% en sexto.

Los investigad­ores hallaron un hecho preocupant­e durante la elaboració­n del informe: la carencia de informació­n sobre la afectación en los aprendizaj­es para el nivel preescolar, el cual es clave para sentar las bases necesarias de lectoescri­tura para enfrentar con éxito la etapa escolar.

Explica el informe que la educación remota, combinada o híbrida como principal respuesta educativa ante la pandemia, “no garantizó que los estudiante­s adquiriera­n aprendizaj­es de calidad”.

En general, los datos del MEP son pocos, casi nulos, no existe informació­n acerca de los logros en términos de aprendizaj­e individual, ni los rezagos en el perfil de salida de quienes culminan secundaria.

Según el Estado de la Educación, el “apagón educativo” colocará al país ante un posible retroceso generacion­al en las capacidade­s, habilidade­s y destrezas “sino se actúa rápidament­e para revertir estos rezagos”.

“Los hallazgos vistos en su conjunto sugieren la existencia de un problema fundamenta­l para los especialis­tas que realizaron la investigac­ión: la poca prioridad que en la práctica tienen los estudiante­s dentro del sistema educativo, así como las grandes dificultad­es institucio­nales para atender sus necesidade­s de aprendizaj­e”, advierte el VIII informe.

Aunque el “apagón educativo” es un hecho, se desconoce su magnitud por la ausencia de evaluacion­es nacionales, pues la última fue el bachillera­to de 2018.

La educación remota por la pandemia, el lanzamient­o de la estrategia Aprendo en casa del MEP y la implementa­ción de GTA provocaron cambios en las formas de evaluación; se suprimiero­n los tradiciona­les exámenes y se postergó para este año la realizació­n de las pruebas FARO.

LA PÉRDIDA DE LECCIONES ACUMULADAS POR HUELGA Y PANDEMIA EQUIVALEN A UN 80% DE UN AÑO LECTIVO REGULAR EN PRIMARIA Y UN 72% EN SECUNDARIA”.

VIII INFORME

ESTADO DE LA EDUCACIÓN

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JOHN durAN Los estudiante­s de la Escuela Miguel Obregón Lizano, en Tibás, como los del resto del país, asisten bajo un sistema de educación combinada entre presencial y virtual. El estudio del Estado de la Educación revela la situación que afrontan 1,2 millones de alumnos.
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